Antes de iniciar este relato quiero aclarar que todos los personajes principales que intervienen en ella pertenecen a la serie Slayers (más conocida aquí como Reena y Gaudi, salvo la sacerdotisa Calis). Mi intención al escribir este relato basado en estos personajes es contar con un contexto ya desarrollado a partir de la serie para desarrollar mis propias historias.
Era un pene riquísimo, sentía como entraba todo hasta el fondo de mi vagina, incluso podría decir que me tocaba la matriz y estoy segura que entro todo porque sus huevitos golpeaban contra mí. Trataba de calmarme un poco y disfrutar el momento pero tener un pene en mi boca y otro dentro de mí, era incontrolable.
Mi deseo crece enormemente, y en el siguiente instante me encuentro pidiéndote cógeme ya, por favor... No siento que me escuches, así que junto fuerzas y te lo digo más fuerte, hasta que levantas tu cabeza y me preguntas si dije algo, separo mis muslos y con mis manos tomo tu cabeza y la jalo hacia mí, te incorporas un poco y mirándote a los ojos te digo como en un ruego: necesito sentirte dentro de mí.
Después de despedirme y cuando iba a bajar del coche, le dije que le tenía que decir algo, inocentemente se dio la vuelta y es ahí que le di un beso en sus hermosos labios, esperaba que no reaccionara bien, pero embargo, recibí la hermosa boca de Graciela que se abría para pudiera introducir mi lengua, entonces suavemente con las dos manos le acaricié la cara y nos fundimos en un larguísimo beso de lengua.
En ese entonces contaba con 35 años y era el menor de una familia de ocho hermanos, todos casados sin embargo sin la fortuna de tener hijos pues mi mujer no había podido lo que fue el detonante para el divorcio, de mis siete hermanos y hermanas surgieron 16 sobrinos, 9 varoncitos y siete hermosas niñas, la más pequeña era sarita la cual contaba con siete años, de ahí seguían Lucia y Guadalupe con nueve años, Sofía de 10, Verónica de 11 y Susana y Daniela de catorce años; yo los quería a cada uno de ellos por igual y nunca me había pasado por la mente lo que a continuación detallo.
Pues como a las dos hora llegue al bar y me dirigí con él, estuvimos platicando, casi 15 minutos antes de salir el me invito una bebida llamada Kalua, la cual el había conocido porque yo se la había invitado anteriormente, pues en fin se terminó su turno y me dijo que acabase mi bebida de un jalón porque nos teníamos que ir y no podía sacar el vaso del establecimiento.
La raza es muy cabrona, y es obvio que tengo algo que ver con las tres, pero de la que más se rumora es de "F", ya que la mayoría del salón le ha visto los calzones y al parecer eso le gusta a ella. De "E" también se rumora, sobre todo desde aquel día que abrió las piernas cuando estaban tres compañeros dando clase, luego se notó porque no dejaban de mirarla y ella al parecer lo gozo mucho, pues nunca cerro las piernas y por el contrario las abrió más.
La respuesta fue que su único dedo libre se clavó en mi culo. Te gusta así...te gusta cómo te clavo el culo, muévete zorra, goza goza, me moví en forma inconsciente, donde llevara mi pelvis me introducía algo, adelante mi vagina explotaba en sus manos, atrás y mi ano se llenaba, me soltó y puesto sobre mí me introdujo de un sólo golpe su verga.
Seré cortés y servicial con mi amo. Cuando él decida, compartiré con otros mis habilidades y conocimientos, si él considera que esto le va a causar placer. Seré paciente con las sumisas nuevas que mi amo quiera que ayude a entrenar.
Creí que no lo haría, porque nunca me lo mama después de metérselo, pero estaba irreconocible, lo tomo y lo mamo, como loca, estaba fuera de sí. Lo que siguió no lo podía creer, el más alto le retiro la verga de la boca, y se acomodó detraes de Andrea, ella le dijo; -no, así no. No te preocupes, si te lastimo, me dices. Le toco los labios de la vagina, que se veían empapados, le metió dos dedos, junto a la verga del otro cabrón, y Andrea se movía como loca, le tomo la mano y se la empujaba, para que entrara más.
El azote es el castigo corporal más común. Consiste en golpear una o más veces las nalgas (nalgada), ya sea con la mano (palmada), con un instrumento o con la pelvis, denominado también "azote" o "disciplina" (cuerdas anudadas, látigo, vara, cinturón, fusta -fustigar-, flagelo -flagelación-). El azotado puede ser el mismo que aplica el castigo, que desea infligirse daño a sí mismo por razones sado-masoquistas (sexuales).
Ellas me contaron que el chico se había ido pero que estaba cerca de allí y había quedado esperando la llamada de ellas, la cual por supuesto ya habían realizado, por tanto en menos de 20 minutos el estaría en la portería del apartamento esperándonos, yo no sabía qué hacer, me parece que si yo tenía algún tipo de relación con este sujeto que me podría pasar, una enfermedad venérea, de pronto mi novio se enteraría y me abandonaría, un embarazo no deseado
Se marchó a su depto. Me quedé en la puerta mirando esa hermosa silueta. Tenía puesto un vestido muy corto de esos que se abotonan por delante, lo que dejaba ver unas piernas robustas y como le quedaba bastante justo, permitía apreciar su voluminoso busto.
Luego Diana, empezó a moverse también y sus sonidos de dormida se transformaron poco a poco en gemidos silenciosos, pero rápidos. No tardaron más de dos minutos en detenerse. Daniel se giró para el otro lado y después Diana se movía lentamente debajo de la cobija, supongo que buscando sus calzones. Después que se los puso, hizo un estiramiento de brazos y un bostezo fingido. Yo hice como que me desperté y Me dijo que, qué pena, que se había quedado dormida. Me dio un beso y se fue a su casa.
Me acerqué a donde estaban Lety y Abril quienes estaban masturbándose una a la otra, de inmediato Abril me pidió que se la metiera por la vagina y separó sus piernas, comencé a introducirla lentamente en su sexo hasta que entró toda ella gozaba como nunca y esperaba que siguiera cogiéndola con la verga que tenía puesta; de repente, sentí otro pene de látex en mis nalgas y era Zulema quien me dijo que me iba a coger por detrás mientras penetraba a Abril, acepté y esperé a que ella me metiera el pene en mi ano
Yo en esos momentos era una hembra en celo, que sólo deseaba ser follada hasta no poder más, hasta que se calmara mi enorme excitación, que cada vez era mayor. La situación, el estar siendo follada por otro hombre delante de mi marido me daba un morbo increíble, y el recibir placer por todas las partes de mi cuerpo hacía que me sintiera en la gloria… Cuando Sergio por fin empezó a follarme y sentí su polla dentro de mí sentí una explosión de placer enorme.
Como mis padres trabajaban, al salir de clase continué yendo a casa de mi abuela, donde merendaba y hacia los deberes hasta que mis padres venían por la noche a recogerme, muchas noches incluso me quedaba a dormir con ella. Pasaba más tiempo con ella que con mis padres, yo la quería a ella más que a los dos juntos, la verdad es que mis padres nunca fueron muy cariñosos.
Ustedes deberían saber cómo es el proceso de escribir. Uno escribe, reescribe, va hacia delante, vuelve hacia atrás y así, paso a paso, palabra a palabra, se lucha, se avanza. Me llevó mucho tiempo escribir todo lo que quería trasmitir, ya casi estamos en jueves. Por eso me atrevo (necesito) adicionar algo más.
Tome un baño de espuma en la bañera, me vestí con una tanga que escasamente cubría mi pubis y se perdía una diminuta tira entre mis grandes nalgas, me coloque un sostén que dejaba mis pezones fuera, me coloque una falda hasta la rodilla con una rajadura en ambos lados que subía hasta mis caderas, una blusa muy pequeña de seda transparenté, mis enormes zapatos de plataforma de 18 CMS que empinaban aún más mis provocativas nalgas, me maquille al máximo mis labios, mis cejas, pestañas y finalmente me coloque un antifaz muy sensual y una peluca rubia crespa hasta mis hombros, quede irreconocible y muy sensual, yo diría que más que sensual quede como una zorra muy provocativa .
El cayó recostado sobre ella y era grotesco ver la diferencia de pieles: él, prietísimo, al lado de ella, blanca casi como las sábanas. Yo me retiré a un bar, a tratar de asimilar lo que había presenciado y no volví hasta bien entrada la noche. Tirada en la cama, me encontré a mi Sandra recién salida de la tina de baño, con su cabello todavía húmedo y quien me abrazó como si hiciera mucho tiempo que no nos viéramos.
Se llevó a cabo una fiesta de la Compañía en un hotel cercano a la playa, donde había virtualmente todo: Paseos a caballo, natación, pesca y demás. Mis hijos quisieron ir de pesca y mi esposa y yo pensamos que sería bueno que yo los llevara, junto con otros muchachos. El plan era salir en bote por un lapso de más de tres horas. Me di cuenta que ella así lo prefería. David no podía apartar la mirada de su escote, de sus levantados pezones, de sus largas piernas con los dedos de los pies coquetamente pintados.
En su escuela, Rafael conoció a Paula, una hermosura de mujer por su intelecto, por su bondad y don de gentes. En lo físico, muy delgada para mí gusto, con un busto muy pequeño, piernas largas y delgadas, aunque un culito algo respingado. Su cara es una belleza, merecería las portadas de las mejores revistas.
Temo el día que mis hijos se enteren de lo que hago. A Pedrito ya le he encontrado alguna revista porno y tarde o temprano topará con una en la que aparezca yo. Cuando el hijo de Ana se enteró de la profesión de sus padres, se empeñó en follarla y ella le dejó hacerlo. Ahora, hasta se la lleva a su casa y la mete en la cama con su propia esposa. Si mi Pedrito se empeñase también, como él, en usarme como puta no sé si podría negárselo.
Creí que lo haría terminar, ya que Ana da unas mamadas increíbles. Después de unos minutos en la detuvo. Le pidió que se sentara sobre él. Ana se acomodó y con su mano tomo su verga y la froto en su vagina. Se daba masaje con la verga en las nalgas, en el ano y en la vagina. Luego la puso en la entrada de su vagina y se fue sentando en ella lentamente, hasta que vi como desapareció, quedando a la vista únicamente, los huevos.
El asintió con la cabeza, así que fui deslizando me hasta encontrar su sexo enfrente mío, no sabía cómo hacerlo así que tuve que pedirle ayuda, pronto tomé práctica y escuchaba sus gemidos muy apagados, como si no quisiese ser escuchado, yo ya no podía más, comencé a sacarme la parte inferior del traje de baño, cuando el me detuvo, simplemente dijo que se lo dejara a él, me recostó en la cama, y se deshizo primero del sujetador, se detuvo un rato jugueteando con mis senos, lo cual me hacía sentir arder por dentro, fue bajando lentamente besándome cada rincón del cuerpo
Llegados aquí, debo decirles la verdad. Es cierto que lo anterior fue el final, pero el final previsible. Hubo otro final, impensado e imprevisible, para el cual yo no estaba preparada. Es duro, es horrible, es repugnante, pensarán algunos y hasta yo misma tal vez lo habría pensado si hubiera leído algo así días atrás. Los / Las muy susceptibles, tal vez, no deberían continuar leyendo.
En eso que el tío empieza la enculada yo mientras puedo ver como ella gime no sé si de placer o de borracha, mi compañero empieza suave, a medida que va pasando el tiempo las embestidas del tío son más fuertes, la verdad es que la está enculando bien enculada ya que puedo ver como los cojones del tío dan en las nalgas de la tía, en eso que el tío se quiere correr y saca la polla del culo de la tía, quiere que ella le haga una mamada.
Y vaya que lo era, prácticamente no paraban de bailar. Y yo como estúpido viendo a mi esposa disfrutando con el tipo que antes le caía mal. Solamente se sentaban cuando la sed les exigía un trago de vino. Cuando empezó la música que requería bailar pegados, supuse que se sentarían, pero solamente vi que algo se decían al oído y Lorena volteo conmigo como pidiendo autorización.
Ahora sí ya estamos en el final previsible. Pido perdón por haber interrumpido la escritura y haber tenido que subdividirlo en escenas, pero pasó que ya es noche y llegó de su trabajo mi marido y me encontró tan mojada que sin pedir permiso, estando tras de mí, me levantó asiéndome de las caderas, me volcó el cuerpo hacia delante y me la puso de una así, desde atrás. Un polvito maravilloso y reconfortante. Por suerte, me dio tiempo a cerrar y evitar que leyera algo del file, porque todavía no sabe.
Mi semen sale a borbotones llenándote y tú dejas caer tu cuerpo sobre el mío, acariciándote el clítoris y estallando en un orgasmo que empieza cuando el mío está acabando. Quedamos los dos quietos, abrazados. Nos acariciamos con las manos, dulcemente, sin buscar ahora más que eso, la caricia sin afán sexual.
He de reconocer que esta última opción no me pareció del todo descabellada pero en seguida desistí pensando que los camareros exigirían el pago íntegro de lo que había consumido y cada pasada de mi lengua podría valer millones (más incluso si me llevaba algún tropezón, cosa que no sería difícil).