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Ahh, lujuria! III: 2. Madre Mía!

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Seguimos en el tiempo presente; decidí particionar el texto por dos motivos: facilitar una futura y eventual publicación y, la más importante, las imágenes tan cercanas en el tiempo me excitan terriblemente y, bueno, ustedes imaginarán lo que tuve que ir a hacer ¿cierto?. Ahora estoy un poco más calma.

La mucamita calentona I

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Y ella digiera que verga tan linda (mide 18 cm) y comenzara a estirarla de arriba abajo, haciéndome sentir un inmenso placer pero después de unos minutos se situó delante de mi verga y comenzó a mamarla como una verdadera puta, la mamaba tan rápido como nunca me lo habían hecho, tanto que tras unos minutos no aguante más y me vine dentro de ella, que trago parte de mi leche como si fuera un manjar, pero aun la cosa no quedaba ahí ya que todavía ni siquiera la había visto desnuda, que fue lo que precedí a hacer sacándole la camisa azul que llevaba y desprendiéndole el sostén blanco, quedaron ante mi unas pequeñas y hermosas tetas acompañadas con un par de grandes pezones

Ahh, lujuria! III: 1. Entrando en confianza

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Alberto pasó su brazo tras mi cintura, abrazándome fuertemente, y luego descendió osadamente su mano levantando mi camisolín y deslizándola luego por dentro de mi pantaloncillo, por delante, hasta alcanzar con el extremo de sus dedos el borde de mi pubis, a la vista de mamá.

Pamela I

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No lo podía creer, mas puta no me pude ver, mis pezones marcados saltaban a través del top, y las licras que cortas eran dios mío, qué pena, al ir caminando sentía las miradas en mi culo, me detuve enfrente de mi cuarto y voltee para verles las caras de lujuriosos de los dos cerdos.

Es mi hijo I

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Me pase la tarde en mi cuarto, tratando de olvidar lo sucedido, estuve en el ordenador casi todo el día, cuando mi padrastro llegó me dijo que si me lo estaba pasando bien con el ordenador yo le dije que sí, estuvimos charlando un momento y después bajamos a cenar.

Loca pasión

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Ella me abrió puerta y al entrar vi al hombre que había visto antes cuando pase frente al club. Nuestras miradas se cruzaron y me detuve mirando de frente pero muy tiernamente sus ojos negros. Hice una pequeña sonrisa, de manera muy tímida y él me dijo sonriendo, hola bienvenido. Ven a la barra y te explico cómo es el servicio que te podemos brindar. Mi corazón latía a mil. Al escuchar su voz, inmediatamente reconocí que era el hombre que me había atendido por teléfono. Era Efraín.

Le atrajo su sonrisa, sus hoyuelos y poco a poco fue ganándose su confianza hasta que un día tuvo un encuentro muy excitante con él I

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Propuse a Dave que se relajará, e incluso le propuse si quería que le diera un masaje para relajarse y no pensar en problemas, era increíble lo que un masaje podía relajar a Dave. El caso es que dudo un poco, pero accedió, intentó ponerse unos calzoncillos, pero logré convencerle, que podía estar tranquilo, que había confianza.

Al final gozó con los tres

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Pensé que lo mejor era convencerla de una vez, así que insistí con mi propuesta y siguió negándose, por lo que le dije que el día menos pensado se encontraría con otro u otros tipos en la cama además de mí que la harían gozar como nunca. Me sonrió y me dijo que estaba loco, lo que me dio pie para jugármela.

Una reconciliación es mucho mejor, si hay sexo de por medio

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Al llegar la hora indicada Remy la esperó impaciente afuera de su habitación y al verla salir quedo con la boca abierta, se había puesto un vestido corto ajustado de color negro, el cual delineaba muy bien su figura y al parecer no usaba brasier, además llevaba unos guantes largos de seda negros que hacían juego con el vestido, sin mencionar las medias oscuras que hacían lucir muy sexy sus piernas..., ¡se veía espléndida!

Ella en el trabajo lo excitaba contándole todo lo que hacía con su marido

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Subiendo y bajando, subiendo y bajando. No lo podía creer, pero ella me estaba haciendo una lenta pero impresionante paja. Era bestial, me sentía como extasiado, como si me hubiera metido una dosis de L.S.D., solo notaba su mano como acariciaba mi polla, que la tenía dura como el acero. Estoy seguro que si un gato me la hubiese arañado en ese momento, no me hubiera enterado de nada, estaba a punto de estallarme. Me dije para mí mismo, que aquella era la ocasión para ver realizado mi sueño. Así que no me corte un pelo.