Últimos todo relatos:

Carta íntima III

0,00 (0 votos)
No dejaría de darte placer, de ver como te mueves, de sentir tus espasmos provocados por mí, de escucharte mientras te hago mía, pidiéndome que siga, repitiendo mi nombre y rogando que no parara,te oiría y me darías mas fuerzas, mas ganas de tenerte, de provocarte, de hacerte llegar a lo mas alto por mis besos, por mis caricias, por mí.

Tremenda cogida

0,00 (0 votos)
Al consumirse mi cigarrillo fui por otro a mi camarín y entonces fue que vi en el del frente, a escasos 140 cm. un excitante tipo, barbón, alto, fornido, con un pecho deliciosamente poblado de negros pelos ensortijados, aureolas canela fondeando sus ricos pezones, piernas peludísimas y pies muy grandes, ojos negros de mirada penetrante y calculadora. todo un ejemplar.

Mis aventuras con Balma y Luis III

0,00 (0 votos)
Apoyé mi cabeza contra la almohada y pasando mis manos por entre mis piernas lo cogí de los huevos dándole un masaje especial que hizo que enseguida se corriera llenándome el culo de esa lava hirviendo, y provocando un tremendo orgasmo de mi parte, que contribuyó a multiplicar el charquito.

Humo sagrado I

0,00 (0 votos)
La besa profundamente y luego la hace situarse de cara al cristal. Desde atrás la abraza, acaricia su cuerpo, desde sus tobillos finos hasta su largo y rubio cabello. Juega con él, peinándolo entre sus dedos, disfruta viendo la fluidez y limpieza con que cae, como un riachuelo.

El asilo de ancianos II

0,00 (0 votos)
De repente sentí la lengua de Juan en mi agujero, un rato, y después uno de sus gordos dedos, y mas tarde otro, yo me retorcía y como podía hacía equilibrios para poder chupar las dos vergas mientras Juan me trabajaba por abajo.

Any III: con una nueva amiga

0,00 (0 votos)
Muy despaciosamente y mirando con mucha atención, acercó como en cámara lenta, su mano a mi sexo... con la yema de su dedo tocó delicadamente mi abultado clítoris... una centella eléctrica corrió por mi espalda haciéndome cerrar de golpe mis piernas, como una tenaza, apretando su mano en mi sexo.

Fantasías

0,00 (0 votos)
Mi amigo comenzó a chuparme las sandalias y a masturbarse mientras lo hacia porque ya se había puesto caliente otra vez al ver todo el semen por mis medias y en mis sandalias, yo le deje hacer mientras me recuperaba y jugaba con su polla y mis pies.

El juego de la botella borracha

0,00 (0 votos)
La historia que les contaré, me ocurrió cuando me encontré con unos vecinos de mi barrio, y me invitaron a la casa de uno de ellos a jugar a la botella borracha. Los meses de verano los pasaba en la casa de mi abuela, que a diferencia de mi casa, era muy amplia.

Una historia que debe ser contada II

0,00 (0 votos)
A no ser que la deje para siempre, seguirá siendo cachón pero conservará cierto aire patriótico al decirle a sus amigos que la mando a freír espárragos, por hacerle a usted lo que usted mismo le haría a ella sin dudarlo dos veces frente en una belleza endiablada.