Mis padres charlaban con John en la sala, riendo como si nada. Él me miró, y sus ojos me clavaron al piso. Mis manos apretaron la toalla hasta blanquearme los nudillos. *Quédate quieto, Danielito*, me ordené. Pero ya sabía que ese día había rajado algo en mí, como cuando abres un sobre sin querer.
Todo empezó cuando acompañé a mi mamá a una reunión en la escuela de Arturo. El profesor y el director nos dijeron que mi hermano tenía problemas serios, que era agresivo y no se llevaba bien con los demás. Mi mamá, siempre tan dedicada, decidió hacer lo que fuera necesario para ayudarlo, incluso si
Ambos yacíamos jadeando en la oscuridad. Periódicamente, una pequeña sacudida recorría a mamá haciéndola retorcerse contra mí. La abracé y sonreí como un idiota. Una parte de mí quería quedarme despierto y observar a esta mujer insoportablemente sexy alcanzar su brillo postorgásmico.
Quitándose los tacones de una patada, llegó al borde de mi cama, donde se sentó riendo. El olor a sudor y vodka impregnaba el aire. Mamá tenía el pelo despeinado. Todavía llevaba el vestidito negro, francamente escandaloso, con el que había salido.
Dos jóvenes residentes de una clínica se tientan al ver por primera vez a su jefa, una odontóloga de 36 años con un culo más que llamativo que los dejó turbados. Uno de los dos decide dar un paso más y conquistarla mientras el segundo saldrá beneficiado por tal accionar de su compañero.
Los hormonas hicieron que Karen y Rachel continuaran su declive.
Por fin puedo estar solo con ella y probar si ella también siente lo mismo por mi.
Para poder escaparse a coger con el viejo vecino, mi amiga me pide que distraiga a su papá
Sabes últimamente estoy hablando más seguido con la Fisoterapeuta. Parece q me extraña y desea coger nuevamente conmigo me excita el olor de la vagina de mi masajista.
Tito y Lorena, atrapados en la rutina, desatan sus fantasías en un viaje a Pinamar. Un encuentro ardiente en un pub con Diego enciende el morbo hotwife. ¿Qué hará Tito con el número de Diego? Un relato de deseo, celos y promesas que queman.