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Su nombre… Begoña

Ahora el que sudaba a mares era yo, el placer intenso que Begoña me proporcionaba apenas puede ser expresado con palabras, por momentos la totalidad de mi sexo descansaba en el interior de su boca, captando el calor de su lengua y de su paladar, era como disfrutar del vértigo de una montaña rusa, como la caída libre de un paracaidista, como rozar las nubes con las yemas de los dedos...

El diario

Ese verano varias de sus amigas se iniciaron en el sexo, sintiendo que cada vez estaba más cerca su momento, analizaba sus actitudes de mirarle el sexo a los varones,! esos bultos!, las ganas de espiar a su hermano, escuchar las historias de sus amigas, la hizo comprender que estaba pasando una revolución, imaginaba su sangre a borbotones de ganas, la química de ella estaba pronta y buscando.

Sexo por sexo

Soy de cuerpo regular no estoy flaco ni gordo soy de espalda ancha, tengo que no me corto el cabello mas de un año así que se pueden imaginar que tan largo lo traigo la ultima vez que me lo corte me rasure la cabeza pero repito desde entonces no me lo corto, mi cabello es quebrado ni lacio ni chino y de color obscuro casi negro, mido 1.75m, peso alrededor de 80 kilos, según mi novia hay tres cosas que le encantan, mi sonrisa, mis brazos y mis nalgas y es que la verdad si estoy bastante nalgón "modestia aparte".

Embarazada

Su cuerpo ya tenia las marcas del embarazo de más de cinco meses, sus ganas de sexo con su marido no podían satisfacerse por estar viviendo en la casa de la suegra, durmiendo dos o tres veces por semana en la misma pieza con su cuñado, el embarazo fue el efecto de dos años en pareja , no podía creer estar sola en la ducha y ponerse los dedos en su vagina para sentir esa lujuria perdida.

Cuatro décadas

Esa tarde de invierno aparentaba ser una tarde más de su rutinaria vida, sus chicos con el padre y ella caminando un rato por la costanera, recordó con una sonrisa, cuando le robó un beso al marido de una amiga de la escuela, sonrío más fuerte al ver que otra amiga se había dado cuenta de todo eso en la casa de el, la costanera con los arboles sin hojas, flanqueaban el marrón río que bajaba presuroso como la vida que ella quería y no encontraba.

Cristian

Caminaba con dos de mis amigas por una calle alejada del centro del pueblo al encuentro de los chicos, habíamos quedado con ellos. Unos metros antes de llegar hasta ellos pudimos ver que estaban sentados sobre sus motos. Uno de ellos encendió el motor y llegó hasta nosotras.

La casa de campo

Hice el desayuno, con todos los ingredientes que nos gustan desde chicos y lo llamé , para esto el había aprovechado a afeitarse y sonriendo se presento en la cocina , su cuerpo es para mi perfecto, flaco bien provisto, tres años mayor, ese machismo y dominación sobre su piel, que hacen de mi su juguete, morocho pelo corto, cara casi redondeada, un poco más alto que yo .

Mi amante

El pasaba siempre en su auto enorme, saludando parcamente, mi marido se iba al trabajo muy temprano a las seis de la mañana volviendo a las siete de la tarde de lunes a viernes, mis fantasías fogueadas con mis visitas a la pornografía, cada día me llevaban más cerca de caer en el pecado, en el sexo caliente que en mis venas sentía fluir.

Mi iniciación

Llegamos el viernes e instalamos el campamento, desde el viaje, como todos viajamos juntos en una camioneta estuvimos recargados unos sobre otros y siento que desde ahí con el tequila, sabiendo que cada no tomaría a partir de ese momento un camino diferente en fin todo ese momento que encerraba algo especial nos atrevimos a cachondearnos, ya que nos abrazamos, tocábamos sin una supuesta intención (¡aja!), etc.

Diario de Florencia I: Buenos amigos

Así pensé que sería. Una vez que llegué a Madrid, Florencia se mostró fría, desangelada. Me recibió con indiferencia y cuando quise relatarle los diferentes episodios que había vivido en el extranjero, ella se levantó y se fue a la cama. Pensé que era aconsejable tomar el toro por las astas.

Mis comienzos en el sexo

Mis comienzos en el sexo fueron a finales del año 1998 cuando recién había cumplido mis quince años, yo tenia cerca de un año de masturbarme y de tener una gran curiosidad por el sexo, pero no fue sino hasta septiembre del 98 cuando en una reunión familiar, mi primo y su hermana se encargaron de abrirme los ojos y las piernas al sexo.

Mi primer trio HMH

Nos acomodamos en el dormitorio, era bastante amplio y cómodo, ella me guío a la cama mientras Chelo ponía una película y luego se acomodo en la cama. Roxana quedo en medio de los dos. Brindamos de nuevo y nos dispusimos a ver el vídeo porno.

La tarde que no olvidaré

No podía parar, aquella tarde estaba para grandes cosas, entraba y salía de ella a piachere, ella entregaba todo, ya no daba más, yo lo quería todo, seguí y seguí ella pidió tregua me pedía que parara yo le daba con todo, hasta que sentí como si se desvanecía, me asusté, ella era la cuarta vez que acababa me confesó.