Esto me ocurrió hace unos 8 años, yo tenía 25 años y terminaba mis estudios en la universidad, cursaba Económicas y lógicamente realizamos un viaje de fin de curso, el destino: un crucero por el Mediterráneo, con salida y regreso en Barcelona. Visitábamos ciudades como Roma, Mallorca, Túnez y el viaje duraba 2 semanas.
Me llamo Marta y tengo 33 años, alguna de vosotras ya me tendréis presente por explicar alguna experiencia mía en esta comunidad. Para los que me leen por primera vez, sólo comentaros que mi primera experiencia lésbica fue a los 17 años con una chica de servicio interina que había en mi casa, y que supuso una relación de más de 2 años.
La historia que quiero relatarles hoy es del primer acercamiento que tuve con el lesbianismo, fue en el año de 1998, tenía 23 años, estaba de paseo con mi novio un día que nos salimos de la universidad, el plan que teníamos era ir a desayunar y luego visitaríamos uno de nuestros hoteles preferidos.
Como mujer, y mujer preocupada por mi estética, como supongo que son la mayoría de las mujeres, me fijo en el aspecto físico de otras mujeres, pero nunca me han atraído sexualmente.
Oh! Sabes que placer sentía, cuando tu lengua jugaba con mis pezones, haciendo circulitos... cuando jugabas a tragarte mis senos... como me excitabas.... y cuando mientras tenias mis senos en tu boca y acariciabas mi rajita, húmeda, hirviendo de placer... que grande sentía mis labios mayores a través de tus dedos... estaba completamente depilada para ti... y tus dedos se deslizaban por mi rajita arriba a bajo y luego penetrando un poco para acariciar mi clítoris que estaba duro y pulsante...
Sentí su mano acercarse a la entrada de mi vagina. Revolvía mi matita de pelillos púbicos y acercaba su dedo medio a la entrada de mi vagina. Abrió mis labios vaginales y lógicamente se entero de mi humedad. Me miro y sonrío.
Ese calor se volvía cada vez más intenso, siguió hasta su cuello, sus manos estaban ya en sus piernas y se deslizaron hasta sus pechos, sintió vergüenza y a la vez un deseo indescriptible que pedía que siguiera.
Por su parte los sonoros y continuos gemidos que Camila emitía le indicaban a Sandra que estaba haciendo muy bien su trabajo y la excitación en que ella estaba sumida sin remedio denotaba que su amiga estaba haciéndolo a la perfección.
La habitación se componía de dos camas separadas por un metro y medio mas o menos, yo estaba en la cama de la izquierda, la luz era tenue, Lali se acerco a mí y miro para comprobar si estaba dormida, cosa que yo fingí.
Estuvo a punto de conseguir sus propósitos, pero la condesa al cabo de semanas, hambrienta, le pidió a la joven que le traía la fruta se desnudara... y la condesa desesperada... lamió el sexo de la doncella hasta que consiguió que esta se corriera dándole flujos con los que alimentarse... y así fue durante mas de cinco años, distintas doncellas portaron la fruta y la condensa se alimento de los flujos de todas ellas
Berta se tumbó en un sillón y encendió otro cigarrillo. Parecía haber perdido todas sus fuerzas. Miraba gélidamente a Ana, sabiendo lo muy caliente que la ponía verla fumar así, con las piernas abiertas ante ella.
Cuando oí nuestras vaginas hacer ventosa, creí morir de placer. Una sacudida me azotó y me quedé rígida contra el coño de mi amiga, que acabó chillando y sacudiéndose aun contra mí, hasta que acabó rendida.
Yo acepté, lógicamente, la noticia al principio no me había caído bien, porque pensé que tendría que cargar con mi hermanita (yo le digo así pero tiene 18 años), pero luego pensándolo bien acepte, porque hacía mucho que no estaba con ella, y dos semanas juntas vendrían muy bien.
Mi cuerpo daba espasmos mientras ella seguía liada con mi sexo, no podía aguantar más y me corrí por segunda vez era increíble, me estaba haciendo sentir como nunca me había sentido en el tema del sexo, era fascinante.
Mientras, le había levantado el jersey y le había sacado los pechos del sujetador pasando de uno a otro magreándolos a placer, se paraba de vez en cuando en los pezones y pellizcándolos, había conseguido ponerlos duros.
Unos segundos después, ambas alcanzaron un orgasmo violento y tan prolongado, que se retorcieron al unísono, mientras el consolador, untado completamente en los jugos de Andrea y Sofía, se deslizó fuera de los cuerpos para caer empapado sobre la colcha.
Sonia es una experta en el arte del amor. Y cuando creía saber todos los secretos del sexo, encuentra a quién le enseñará nuevas lecciones.
Pero después era un suplicio para mi, casi no me divertía pero seguí yendo, ya tendría alrededor de 17 años cuando me sucedió algo inesperado, como me aburría ya de todos los juegos el segundo día de campamento decidí quedarme en la cabaña donde me habían asignado, así que me quede pero hacia un calor tremendo, serian como las 12 del día cuando decidí tomar un baño.
Mientras hablaba Charo se había tendido abierta de piernas sobre el césped. Ahora me tocaba a mí darle placer. Me acerqué a sus braguitas, que dejaban escapar los pelos del chocho por los laterales, y aspire de nuevo ese aroma a flujo vaginal y a otros líquidos varios
Roxana siempre fue una chica bella, de rasgos finos y delicados, siempre tuvo esa dicha de ser delgada, con una figura que aun andando en fachas se veía impresionante, al cumplir los 17 años ya contaba con algo de experiencia en cuanto al tema del romance, había tenido algunos novios, y algunas experiencias mas... intimas. Su cara contenía un toque de seducción, sus ojos pequeños con esas pestañas rizadas le daban un toque muy especial; su nariz recta, indicando la belleza