Entonces ella empezó a desnudarme a mi, ahora sus diestras manos abrieron los botones de mi camisa, sus maquillados labios besaban primero mi largo cuello, luego mis hombros y por fin bajando los tirantes de blanco sujetador mis anhelantes pechos.
Yo era un cualquiera preocupado por el dinero, haste que un día una dulce mamá entró en mi vida y me saco de la miseria junto con su madre y una compañera de "trabajo".
El cornudo no pudo soportar más el morbo y frotando la polla se acerco a ella, la tumbó con las tetas sobre la mesa y le insertó la herramienta en el ano de un empellón, menos mal que estaba lubricado de cuando alojó la de Juanito, si no se hubiera dejado la piel del capullo.
Mis manos iban y venían por sus piernas hasta llegar a su vientre. Creo que nunca encontré a alguien con una piel así de tersa, era increíble. Y bajaba hasta su triangulo dorado, donde jugaba con su clítoris, y vuelta a empezar.
No hay dudas, todos saben lo que ella es, estuvo pensando si aprovechar o negar la situación, no pudo con su nueva vida, el goce se apodero de ella, esa misma tarde anocheció en otra quinta con otros participantes.
La que debutó mas tarde fui yo, que lo hice casi al cumplir quince años, manteniendo relaciones desde ese entonces sin caer en la ninfomanía pero con el gusto de probar de todas las maneras posibles esas vergas de todos los tamaños, de jefes, cadetes, profesores, novios, cuñados...
Todo esto expresado, refleja el grado de sumisión que alcanza una ninfómana, hacia el acto sexual, superando cualquier barrera, la edad es un problema físico, hasta cuando le darán bola a Silvia, por ahora hace diez años, está contenida a fuerza de goce.
Nos quedamos solas, un fin de semana, aprovechamos para hacer unos pesos, fuimos al casino, donde siempre se encuentra un ganador, pero entre las dos decidimos violarlo, así los hicimos, esa noche cobramos, pero también gozamos, pero no golpes, plata.
Un marido empuja tanto a su esposa a realizar la fantasía de que se comporta como una puta y es follada por cualquiera que ella asume el papel a fondo. El marido llega al punto de no saber si aún es fantasía o ya es realidad.