En esto que la quitamos la braguita y el camisón dejándola completamente desnuda. Yo la seguía besando y tocando el clítoris y el coño que estaba muy mojado. El chico la seguía sobando las tetas y la comía el cuello y la oreja.
Mientras Juan se tomaba una copa con José en una pequeña barrita que había en la habitación y le consolaba (o le animaba para algo más, quién sabe) Rafael apareció por detrás y empezó a sobarme todo el cuerpo.
Yo me marché al cuarto de baño y algo confundida por lo que le había hecho, me di la ducha y pensé bien, Cris era mi amiga, a mí ni siquiera me gustaba de verdad y encima ella era hetero, ¿a que había venido hacer eso? ¡Dios, vaya par de borrachas!.
Fue Amorina la que finalmente contó lo que era un secreto a voces, me reconforta escribir estas líneas y al mismo tiempo recordar su cara descargada de la tensión, más cuando se enteró que todas conocíamos cómo se llevaba con el padre, su cuerpo perfecto estaba en ese instante como reflejando el goce que ella sentía en este amor incestuoso.
Profundamente dormida no escuchaba nada, el día anterior mis tíos me invitaron a almorzar, había llegado de Europa donde terminó una beca de Administración en Barcelona mi primo Esteban
Fue una genialidad dejar que mi carrera de actriz iniciara con esta escena, pues yo interpretaba venganza y era ciertamente venganza la que estaba haciendo, y Lauro actuaría su humillación, sus ojos reflejarían un sentimiento auténtico de que le están vulnerando la mujer, sintiendo asco, excitación, vergüenza.
¿Que ocurre cuando aquella parte que se relaciona con el sexo opuesto es nuestra parte animal? Relato de zoofilia que raya en el amor humanamente animal.
Me explicó que la única forma de controlarme es cuando estuviésemos juntos, a escasos metros, por lo cual ya nunca se separaría de mí, por mucho que yo protestase; ya podía ir olvidándome de todo, de mi novia, de mi familia, de mis estudios, de mi vida, y que a partir de ese día solo viviría por servirla, adorarla y darle placer.
Gema, se había recostado en la mesita del teléfono y mientras Curro con la verga bien embadurnada se le metía poco a poco por el culo, ella soltando pequeños gritos, se frotaba el clítoris y tenia dos dedos metidos en su vagina.
Fue con su novia a las rebajas, mientras ella se probaba una falda, nuestro protagonista no podía apartar la mirada de otras mujeres que se estaban probando lencería fina y muy sensual.
Me corrí como no lo he hecho nunca, fueron muchos borbotones de semen, el primero debió de tragárselo casi por completo, pues estaba muy dentro de su boca cuando exploté, después su boca se llenó con el siguiente y comenzó a salir por entre sus labios, le bajaba por la cara hasta la barbilla, las ultimas fueron a parar directamente a su cara, le llene todo el pelo de lefa, hasta en la nariz chata tenia mi leche, ella sonreía con los ojos cerrados y la boca bien abierta, como si quisiese tragárselo todo.
Era increíble, con su saliva cubrió mi polla y lamía concentrada con la lengua en el capullo. Sin duda, lo hacía de forma automática, bien instruida por algún jovencito.
Su clítoris siguió frotándose, frotándose, hasta que ardió, hasta que no pudo más, y de ella manó un chorro de líquido, esta vez espeso y blanquecino, manchando todo su trasero, las piernas y la mano azotadora de su amo.
Mientras hacia esto siento que su lengua se recorre los bordes de mi cola, todo el surco de mi culito y juega en el anillo de mi culo y eso me encanto. Metió la punta de su lengüita y me lo empezó a dilatar mas y mas.
Me había hecho montones de pajas imaginando como sería el ver a Raúl follar, pero nunca hubiera imaginado que lo vería mas cerca de lo que nadie lo había visto ni lo vería jamás, ya que en sus sueños se esta follando a su novia pero en verdad era mi boca lo que estaba empezando a penetrar.
No se notaban demasiado las de coca-cola, pero al servirme el pescado que yo había pedido de segundo, el camarero me arrimó en exceso la bandeja, y dejó un gran rastro de grasa en la pechera.
Esa mañana, como muchas de aquel año, había decidido faltar a la Facultad, en donde estudiaba Sociología, me abrigué lo mejor que pude y comencé a caminar por Av. Providencia, una de las principales arterias de Santiago.
Comencé a besar y a chupar y a morder su jugosa conchita, olía a recién bañada, perfumada de mujer, ella se arqueaba, sentía los espasmos que le provocaba, gemía y dejaba de mamarme para disfrutar de mis caricias, cuando yo frenaba ella reiniciaba su deliciosa labor de darle lustre con su lengua a mi pene.
El ultimo video, decía especial de verano con las letras de mi papá, ahí al empezar a verlo, nos dimos cuenta que eran las vacaciones de mis padres del año pasado en el caribe, dicho viaje mi hermano y yo no quisimos ir, ya que nos fuimos de campamento de verano, creo que fue la película mas impresionante que vi de mis padres no lo podía creer pero se los platico.
Era una calle poco transitada, no había hostales, pensiones ni hoteles, en los bares a nadie le sonaba por la foto que les mostraba, por lo cual no era seguro estuviera por esa zona... así que tocaba vigilancia 24 horas., o sea, alquilar un piso y observar desde la ventana hasta que la viera si es que aparecía.
Cuando mi amiga Patricia cumplió su mayoría de edad, la invite a almorzar y pasamos un buen rato hablando de todo tipo de cosas, obviamente el tema llego a hombres y sexo.
No, todo aquello aguanta bien, y seguro que habrá más ambiente, pero en los bares prácticamente sólo dejan entrar extranjeros, si hubieses ido con ellos abrías entrado, pero igual ahora te ponen pegas, a menos que hables ingles con el portero, son todos "machacas" y no distinguirán si eres de fuera o nacional, las veces que he entrado ha sido así, haciéndome pasar por "guiri".
Con toda intención dejas caer tu saliva que resbala fuera de tu boca. Cabeceas sobre mi pene como si fuera cuestión de vida o muerte y no sé si me excita más, la chupada que me estás haciendo o el cuadro de tu cara con los ojos cerrados, la boca forzada para acogerme, el llenarse y vaciarse de tu mejillas al ritmo de las chupadas o el gemido que sale de tu pecho.
Un fin un día Adrián nos invitó a Ricardo y a mí a su casa quinta a pasar el fin de semana sin dudarlo aceptamos los dos el lugar estaba en las afueras de Buenos Aires a unos 30 km. de la Capital ni bien llegamos fuimos a la pileta luego a la noche nos pusimos a ver unas películas porno que tenía y a hacer comentarios y bromas en fin lo normal.
Asentí con la cabeza y mi ahijada comenzó a desabotonarme la camisa, cuando llegó al último botón donde precisamente estaba mi verga totalmente rígida y al desabotonarlo necesariamente tocaba el tronco de la picha así que maniobró repetidamente pero con más intención de tocarla que de desabotonarme, me miró y decididamente la tomó tímidamente en su mano, retrajo mi prepucio y le peló la cabeza.