Al escuchar esto la tomé de la cintura como si fuera la mujer más femenina que haya conocido y la conduje hasta mi habitación, le pedí que se acostara boca abajo y se pusiera un almohadón debajo de su vientre para que le quedara más expuesto su ano.
Nos metimos a la tina, nos dimos un reconfortante baño y al estar secando mutuamente nuestros cuerpos, baja hasta mi verga, empieza a chuparla y la pone rígida.... me pide que lo coja, me dice que desde La Roqueta, se prendó del cabezón y que quiere sentirlo dentro, con condón....
Me abrazo y luego se arrodillo y me bajó los pantalones junto con los calzoncillos hasta los pies y lentamente fue acercando su boca a mi pene pasando la lengua por el glande para posteriormente introducirlo en su boca, al parecer era su primera vez porque me apretaba con sus dientes, hasta que le dije que tenía que hacerlo suave, hasta que aprendió un poco ya que dejó de apretarme, hasta que en cierto momento me dijo quisiera que metas tu pene en mi culo para experimentar esa sensación, que desde hace mucho deseo.
Al cabo de un rato estábamos los dos en la cama semidesnudos, y ella me preguntó que si la deseaba, a lo que le respondí que me daba miedo tenerla, sabiendo que jamás seria mia en realidad.
Cuando él empezaba a sentir las primeras vibraciones del orgasmo, ella se la quitó de la boca ante la mirada de desesperación de Juan Carlos que ya se ilusionaba con acabarle nuevamente dentro. Se acercó despaciosamente a su oído y le susurró que la cogiera por el culo, girando su cuerpo para recibirlo.
Luego una pequeña discusión entre la tía y yo , contra los otros dos por el nivel de la penitencia . Ya para esos momentos, con mis tragos encima , y todo lo que estábamos haciendo , y como estábamos súper caliente, así que sin reclamar mucho le di una suave pasadita por su concha, por sobre su pantalón.
Debo reconocer que mi físico no es para impresionar a nadie. Apenas llego al 1,70 y mi humildad económica no me permitió jamás lujos como el gimnasio o deportes que me tomaran mucho tiempo, pues desde los 12 años casi me sostengo solo, pues mi madre apenas puede con los gastos que generan mis hermanos menores y yo he tenido que trabajar de casi todo.
No terminaba de venirse el primero cuando el que me la metía por el culo me hizo a un lado para poder pararse y me ofreció también su rica lechada. Y como si los 6 estuvieran conectados físicamente, todos se pararon al frente de mi esperando su turno. Ni bien acabé de tragarme el semen del segundo, un tercero me agarró la cabeza por la nuca y como si mi boca fuera una vagina empezó a eyacular directamente en mi garganta.
Cuando mi palo estaba tieso, se recostó de espaldas y me indicó que se lo metiera por su rendija bastante peluda y muy reseca, tanto que hubo necesidad de utilizar una crema que ella tenía a un lado de la cama, para poder penetrarla.
Ella me dijo que fuéramos a su habitación. Se desnudó totalmente, dejándose solamente unas preciosa medias de lycra en su cuerpo. Dios mío, nunca había visto un cuerpo así, tan precioso y con ganas de ser lujurioso.
Estábamos como siempre tomando algo toda la pandilla, y llevábamos muchas copas de más, y a mi novio le dio llorona porque ese día habíamos discutido por una tontería. Total que le lleve a su casa y yo me volví con ellos a tomar la última. Me encanta hablar con Marcos y nos sentamos juntos en una terraza. Yo siempre le tomo el pelo con sus escarceos sentimentales que nunca llegan a nada...
Adriana estaba hecha toda una señorita, tenía 19 años en ese entonces, era muy linda, de cara redondita, piel blanca, cabello castaño claro y ojos verdes como los de su madre, era de aproximadamente 1.60 mts de estatura y algo rellenita.