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Acapulco ardiente

Acapulco ardiente

Las pasadas vacaciones de invierno, estuve de descanso en la playa.

Delicioso el sol de Acapulco de Juárez, excitante la sensación de la brisa marina, delicioso el coco con ginebra bajo una sombrilla sobre la arena caliente…

Cada año busco este rincón paradisíaco de mi hermoso país.

Aunque hay muchos sitios en México que permiten el solaz y esparcimiento, Acapulco tiene un gusto especial para mi espíritu.

No me cansa, lo disfruto, lo gozo, siempre regreso a mi ciudad con ganas de volver.

Esta ocasión realicé los recorridos turísticos de costumbre: noche de farra en el Salón Q, día de descanso en Pie de la Cuesta hasta la puesta del Sol, tour de lunada a bordo del Yate Fiesta, día de reposo y tranquilidad en Puerto Marqués, noches de reventón en discos gay: Savage, Relax, Demas, Tequila…..

A todo esto, (me emociono hablando de Acapulco) en el avión que viajé a ese destino turístico me llamó la atención una familia mexicana, los esposos entre 37 y 40 años, ella gorda y desproporcionada, él, alto, blanco, velludo, atractiva mirada penetrante (lo sentí en dos encuentros que tuvieron nuestros ojos), dos niñas guapas, pero muy chiquiadas por la madre…..

Nos alojamos en un hotel de cinco estrellas con dos albercas de buenas dimensiones, una de ellas con bar empotrado bajo una palapa, es mi favorita, porque puedes beber y bañarte a la vez…. allí volví a ver a mi compañero de viaje, nos saludamos levantando las manos a cierta distancia… estaba con su familia.

En el viaje a bordo del yate, coincidimos nuevamente, nos saludamos de lejos, yo me hacía acompañar por un buen amigo quien me preguntó si lo conocía…. le expliqué la situación, sin entrar en detalles del encuentro de miradas.

El día que me interesa relatar estábamos en la isla La Roqueta, formamos parte de un grupo que iba con barra libre de bebidas nacionales y comida especial servida en la mesa por un diligente mesero.

Estábamos siendo atendidos cuando se acerca mi “amigo”, me pregunta por qué nuestra mesa tiene mantel y el mesero nos atiende, que sus niñas están inquietas porque ellos no tienen mantel y tienen que hacer una fila para que les sirvan sus refrescos.

Le expliqué que nuestro servicio tenía un precio especial y que siempre que íbamos al lugar lo solicitábamos así.

Se retiró agradecido por la información y más tarde vi que les brindaron el mismo servicio después que él hizo los arreglos necesarios.

Algún tiempo después tuve necesidad de ir a orinar…. el baño en este lugar está subiendo una pendiente entre la sombra de una vegetación exuberante… hay un sendero ondulado y llegas a la caseta de los wc…. dentro hay una pileta colectiva para orinar, además de los gabinetes con los retretes….. inicié mi tarea y mis huevos estaban pegados a mi ingle a consecuencia de la humedad, mi verga estaba flácida pero se podía advertir su grosor, sobre todo en el área del glande descubierto, porque no estoy circuncidado. En esos momentos siento un vecino….

¡Era mi referido amigo!. Sacó de entre su bañador una frondosa verga, larga y gruesa, con cabeza puntiaguda, rosada….. mostraba unos espléndidos huevos cubiertos por abundante vello castaño…. orinó, sacudió enérgicamente su armamento, no me quitaba la vista de encima, mi verga empezó a cobrar forma y alcanzó sus casi 20 cm…. casi casi competíamos en longitud, no así en grosor, porque yo le superaba…. consideré que ya era mucho tiempo dentro del baño y salí diciéndole “Hasta pronto”.

Al caminar por la pendiente descendiente, me alcanza y me pregunta si conozco más arriba, le contesté y me dijo, “Acompáñame un poco, me gustaría conocer”.

La taquicardia vino enseguida, casi tengo cincuenta años y no me considero un galán, pero su actitud me pareció insistentemente provocativa….. subimos unos veinte metros y de repente me toma por los hombros, me gira hacia él y me da un riquísimo beso de lengua….

Yo estaba a mil por hora…., bajó su bañador, me mostró su presa y no pude resistir bajar a darle una riquísima y caliente mamada….. todo fue en un instante….. me puse muy nervioso y le subí el bañador.

Le dije que debíamos bajar, que a ninguno de los dos nos convenía una exhibición pública. Al llegar a la caseta de sanitarios, nos despedimos.

Ya en el comedor, no nos dirigimos la palabra y tampoco durante el viaje de regreso a bordo de una lancha con fondo de cristal…..

A la tarde siguiente, en la alberca hubo otro encuentro, un saludo a distancia y finalmente la invitación de una copa en el bar del lugar.

Se acercaban sus niñas, le preguntaban algo y luego viene la esposa y alcanzó a escuchar que le dice que va a llevar a las niñas a un parque de diversiones.

Que regresan en dos horas.

Yo aprovecho para salir, voy al sanitario y en menos de lo que cuento me alcanzó.

A esto, mi amigo estaba en la alberca también.

Mi amigo me dice que va a subir a su habitación a recoger algo, que me espera para pasarla bien un rato.

Yo regreso a la alberca y le digo a mi amigo que debo hacer algunas llamadas de larga distancia y quiero traer la cámara fotográfica para tomar la puesta de Sol.

Tomo el ascensor, bajo en el piso de la habitación de Adán, mi atrevido amigo.

Tocó suavemente en la puerta y abre completamente desnudo y con la verga durísima.

Me invita a pasar y enseguida me lleva hacia la cama….. me incita a mamarle y lo hago con vehemencia…

Me mueve de tal modo que nos colocamos en posición de 69 y fue delicioso sentir que mi verga se alojaba en su boca caliente y produciendo saliva abundantemente…… era otra cosa sentir su vergota en la cavidad de mi boca, horadándola hasta tocar mi garganta…..

Acto seguido, ambos metimos dos dedos en nuestros respectivos culos, ensalivados previamente….. fue la apoteosis….. era una calentura irrefrenable….era un placer indescriptible….

De pronto me pidió que me colocara boca arriba y subió mis tobillos hasta sus hombros y muy delicadamente al principio empezó a meter su verga en mi culo…. yo deseaba tenerlo por completo dentro de mi…. luego sus embestidas fueron frenéticas, desesperadas y gozó de mi agujero hasta que soltó una explosión de mecos que me hizo sentir una oleada de calor por dentro….. debo decir que previamente se colocó un par de condones, uno sobre el otro….

Al sacar su verga flácida, retiró el condón y me asombré de la cantidad de leche que había eyaculado…

Nos metimos a la tina, nos dimos un reconfortante baño y al estar secando mutuamente nuestros cuerpos, baja hasta mi verga, empieza a chuparla y la pone rígida…. me pide que lo coja, me dice que desde La Roqueta, se prendó del cabezón y que quiere sentirlo dentro, con condón….

Nos vamos a la cama, lo colocó boca abajo al borde del mueble y yo parado sobre la alfombra, apunto mi arma a un culo de lo más hermoso que he visto: lampiño, rosadito, como un asterisco por la exactitud de los pliegues…. este cabrón lo movía como pidiendo ser penetrado…

Y yo empiezo la tarea: a la primera embestida de mi cabezota, puja lastimeramente, la saco y pongo más aliva, la vuelvo a colocar y empiezo a penetrar lentamente…. de pronto él grita y me pide más, me pide que se la meta toda…. le atiendo y de un solo empujón, mis huevos casi chocan con los suyos….. grita y chilla de placer….. me pide que la meta y la saque con fuerza… me dice que lo haga como si estuviera enojado con él y decía cosas incoherentes y calientes como que hacía mucho tiempo que quería volver a sentir una reatota en su culo, que es maravilloso, que si yo se lo pido deja a su esposa por mi y de pronto: exploto y chorros abundantes de mi leche inundan el condón…..

Saco mi verga despacio y retiro el condón…. Adán no está satisfecho, lleva su boca a mi verga y suavemente empieza a mamar, recoge todos mis mecos y los traga….. Terminado esto, nos lavamos, nos vestimos con los bañadores y con las toallas sobre los hombros, salimos al ascensor.

Él bajó a la alberca, yo fui a mi habitación por la cámara… regresé a la alberca…. mi amigo me tenía una bebida preparada…. vi a Adán a lo lejos y nos saludamos levantando la mano.

No lo vi mas, nosotros regresamos al día siguiente.

No hubo intercambio de teléfonos ni correos electrónicos.

Esperaré la segunda coincidencia, en Acapulco, o en mi ciudad.

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