Ella se despidio de mi dándome un beso en la boca, quedándome el sabor de mis jugos vaginales, y me dijo la próxima vez que no veamos te las regreso y veras que es lo que te tengo preparado.
Recuerdo algunos conjuntos célebres, como vestirme de colegiala usando la ropa de mi hermana pequeña, la cual me quedaba ajustada y sexy, o vestirme de putita usando ropa de mi hermana mayor como tacones, minifalda , tanga y tops con transparencia.
Mientras, le había levantado el jersey y le había sacado los pechos del sujetador pasando de uno a otro magreándolos a placer, se paraba de vez en cuando en los pezones y pellizcándolos, había conseguido ponerlos duros.
Unas vacaciones en el trópico despertaron en mí, mujer joven, española un deseo incontrolable hacia los hombres de color... llegando a tener una aventura en Venezuela.
Él era tres años mayor que yo, de repente empezó a caer una tormenta con el resultado de una increíble mojadura para los dos, ya que ese fin de semana me iba a quedar a dormir en su casa, nos fuimos para allí con la intención de secarnos y esperar a que acabase de llover.
Elena me dijo que se estaba corriendo encima de mi, y a mi me costó muchísimo no hacer lo mismo, cuando terminó y se relajó un poco, la hice ponerse a cuatro patas y usando el mismo aceite que Carlos había cogido como lubricante, la enculé con facilidad.
No pude resistir mucho más y derramé todo mi semen dentro de su culito, y noté como olas de placer recorren todo mi cuerpo, Isabella también lo estaba pasando bien y parecía que estaba teniendo un nuevo orgasmo.
Ya en la ducha ha sido Ángel quien se ha metido con ella primero enjabonándola y magreándola a placer y ella le ha chupado un poco la polla, luego Ángel se ha salido a secarse y he entrado yo a seguir calentándola con una suave mamadita también para mí, pero echándome cuando empezaba a calentarse la cosa
Nos pusimos a bailar, uno de esos merengues que calientan muy adentro, cada cual con su pareja, mi hermano y su novia y yo con mi novio, y mis dos primos que no son hermanos, pero, en fin constituían también una pareja, pero no de enamorados como nosotros.
Llegamos y se largó un aguacero importante con truenos y relámpagos. El departamento estaba templado, mi MADRE había dejado la calefacción prendida. Me recosté en el sofá-cama y ella se retiró al cuarto. En un momento salió; estaba con los tres botones inferiores de la falda desabrochados, igual que los dos superiores de la camisa, se le podía ver el corpiño con encaje blanco perfectamente.