El siniestro grupo cierra el cerco sobre dos estudiantes francesas, que resultan ser lesbianas, alojadas en casa de una de los fetichistas.
Estaba sudada y con las bragas en su parte baja completamente empapadas. Durante días y por mis creencias católicas tuve pensamientos fatídicos y un gran sentimiento de culpabilidad, aunque no dejaba de recordar cómo aquella bestia me había ensartado una y otra vez, sin yo poder hacer nada.
Volví a besarle hasta que sus brazos que intentaban rechazarme, se enroscaron en mi cuello y su lengua comenzó a devolver las caricias de la mía, juntó su cuerpo al mío y ahí me di cuenta de que el tamaño de mi verga no sería impedimento para cumplir mi capricho.
No podía quedarme viendo como una tarada como los perros cogían, seguí al supermercado y cuando regreso, me encuentro que los perros que antes estaban cogiendo, se quedaron pegados culo con culo.
Me apretó las tetas por encima de la camiseta y jugueteó con mis pezones que se pusieron duros como una roca....; Cierra los ojos y disfruta mi amor..... Los cerré... Sentí que me hacía levantar los brazos y me sacaba la camiseta... Su lengua se dedicó a mi canalillo.... Soplándome dentro de él....
Después de quitarle su virginidad, el hermano encuentra la manera de que la boda se lleve a cabo.
No tenía vendas en los ojos y a la sorpresa de poder ver a su dueño se le sumaba la excitación de tener a Alejandra a su lado susurrándole instrucciones.
Ser miembro del club implica la sumisión de todos los hombres que forman parte de él y poder disfrutar de una nueva dimensión en el concepto ama-esclavo.
Seguí bajando por su espalda hasta llegar a su cintura y allí me detuve de nuevo, subiendo de vez en cuando recorriendo su columna vertebral. A continuación me dediqué a sus piernas, bajando rápidamente hasta hacerme con sus pies y comencé a masajearle las plantas de los pies.
Luego empecé yo a hacerle una mamada y recibí su leche hirviendo en mi boca y cara, pero por mi seguridad la arroje a una lado, entonces decidió el chupármela nuevamente y llegar a saciar su sed de leche; de allí me volteo y empezó seguir besándome luego de 10 minutos cuando estábamos nuevamente calientes, me la empezó a meter suavemente, muy delicado por cierto acabando dentro de mí y quedándose dentro.