Sus pendejos pinchaban un poco mi lengua, pero era tanto mi calentura que dejando de lado esas molestias, me dediqué a chupar con ganas sus bolas, recorrí varias veces con mi boca el camino desde sus pelotas, pasando por su tronco hasta llegar a la conchita de Erica.
Después de los besos y lamidas uno de ellos me tumbo al suelo, sabia lo que mi iba a pasar, pero de momento los dos que faltaban la dijeron que era su turno de ellos, y cuando me di cuenta, se encontraban alrededor mio ya desnudos y con la tranca bien parada y dura, entonces los otros se sentaron en el sofá poniendo a mi mama enmedio de ellos y sujetándola, y le dijeron ahora vas a ver como disfruta tu niñita
Fue una genialidad dejar que mi carrera de actriz iniciara con esta escena, pues yo interpretaba venganza y era ciertamente venganza la que estaba haciendo, y Lauro actuaría su humillación, sus ojos reflejarían un sentimiento auténtico de que le están vulnerando la mujer, sintiendo asco, excitación, vergüenza.
Se recuesta en la cama para ser montado. Me siento sobre él. Su miembro entrando en mi vagina lentamente movió todo dentro de mí. Estoy sentada sobre él con mis piernas sobre su cuerpo. Yo me muevo y él lame los dedos de mis pies.
Aquí te levantas y te sientas para tomar el vino y yo aprovecho para sacarte el vestido, tu protestas un poco pero yo retiro el mantel de la consola y te digo, si viene alguien te cubres con esto .
Quede arriba de ella, entonces uno de ellos, desde atrás me penetro, mientras ella me chupaba el clítoris y de momento se acerco el otro y la penetro a ella, y yo le chupaba su clítoris, era una sensación nunca imaginable para mi, pero fue súper placentera, de vez en cuando, nos sacaban los penes y nos lo metían a la boca y así probarnos mutuamente el los líquidos de cada una de nosotras.
Cuando me casé a los 20 años sabía que no podía tener hijos, por ello lo hice con un viudo que traía a nuestro matrimonio un pequeño de nueve meses.
Nos acercamos lentamente la una a la otra, excitadas por nuestra propia visión, nuestras tetas duras avanzaron al encuentro y nos tocamos deliciosamente con los pezones dilatados en un contacto que desencadenó una respuesta eléctrica que invadió nuestros cuerpos.
Una familia unidad y amorosa. Es la historia de cómo mi abuelo, mi papito, mi tío y mi hermanito, me despiertan a la sexualidad...
La chica se puso debajo mía y empezó a chuparme los pezones mientras uno de los hombre me la metía por atrás, sentía tantas cosas a la vez que no sabia exactamente si era placer o dolor.