Yo no dejaba de mirar su cuerpo, el solo llevaba puesto un pequeño calzón que dejaba que se le notase el paquete. No podía sacar de mi cabeza la imagen de Enrique dándole por el culo, no podía dejar de pensar que allí delante de mí tenía una buena polla que llevarme a la boca, pero por otro lado era el padre de mi amigo, y además en cualquier momento podía venir su mujer.
Fido se me quedó viendo raro, se aproximó a mí a olfatearme, yo me asuste y entré en la casa pero Fido me siguió de pronto me percate de lo que pasaba, Fido había olido mis jugos vaginales y noté como su pene empezaba a crecer y crecer, hasta que la mayoría se le había salido...
Estaba impresionante, llevaba una camiseta con un señor escote el cual dejaba a la imaginación muy poco dejando incluso a la vista una pequeña sombra de la aureola del pezón lo cual la hacia parecer muy potente...
Tenía los cachetes del culo al rojo debido a los azotes que le habíamos dado. La doctora me dijo que siguiera empujando mientras el cuerpo de Pilar se contorneaba cada vez que recibía un centímetro más de polla, había dejado de gritar pero sin duda lo estaba pasando mal.
Sin aceptar la invitación volví a mi lecho matrimonial donde mi marido distendido descansaba de las tensiones que ayer lo volcaron a la realidad, mirando por la ventana abierta los recuerdos de la semana fueron pasando por mi mente
Me empezaba a masturbar mirándola, sin imaginar nada, sólo mirando su cuerpo, disfrutando de sus piernas y sus pechos abultados por estar durmiendo de lado. Me corría, lo limpiaba y me iba a la cama feliz.
Un día aburrido, acude al centro de la ciudad... y pasa a una tienda a ver unos pantalones y unos zapatos que hace tiempo quería comprar, allí le atenderá muy amablemente el vendedor.
Fui a casa de una amigo ha hacer un trabajo, después de un rato planeando como hacerlo lo escribimos en el ordenador y lo fuimos a imprimir, pero nos dimos cuenta de que no había papel.
Bueno esta es la parte mas interesante de lo íbamos hablando en el coche mientras nos dirigíamos a un lujoso hotel en las afueras de la ciudad, quería lo mejor para esa noche, no la iba a desperdiciar.
Como ya les había contado ella y yo ya habíamos visto fotos sobre zoo filia, cuando de repente sentí como Jonathan se metió entre mis piernas y me empezó a oler y logro lamerme un poquito, entre mis piernas esto me causo en mi un gemidito, Erika se dio cuenta y solo se metió en la casa y no dijo nada, yo me puso muy roja, pero no trate de decir nada a ella por pena y se imaginan, pensaría que estoy loca.