Últimos relatos gay:

Historia de mi funda para el pene

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Hace unos cinco años, estando fuera de Cuba, descubrir las fundas para el pene; ya conocía los consoladores y otros artilugios sexuales, pero jamás había visto las fundas. Exploré detenidamente la web de la sexshop y finalmente me decidí; compre una maravillosa funda para el pene que me agranda el miembro hasta 19 centímetros y duplica su grosor.

Tensión sexual compartida

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Sucede que Ares y yo hemos hablado varias veces de mujeres, de lo que nos gusta hacer con ellas en la cama y de nuestras historias pasadas; así por ejemplo, recuerdo su preferencia por la pose en cuatro patas, lo que decimos en Cuba el perrito; me ha dicho que le encanta la visión del culo en esa posición y debe ser cierto, pues su esposa tiene un inmenso culo gordo enmarcado por unas caderas muy anchas.

Una chica de un pueblo del interior de la Provincia de Buenos Aires

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Cuando Carlos me vio, le dijo a Esteban, yo solo con ella, vos solo con Estela. Me opinión no valía, mejor dicho, no hacía falta expresarla, todo fue a pedir de boca, Carlos un Maestro, Me puso un aparato en labio de la vagina , que tocaba el clítoris, mientras me introducía, un hermoso pene, acabe lo menos cuatro veces, me enseñó a mamárselo, el beso en succión de la punta, levantar el prepucio apretándolo, suave contra la lengua, cuando sus jugos preseminales, me llenaron la boca de salado,