Me costó mostrar mi cuerpo a un desconocido, pero Don Pedro, el dueño del local, tuvo la suficiente sabiduría para descubrir en mí algunas condiciones que me hacían apta para el trabajo siendo contratada como bailarina a prueba.
Con el paso del tiempo, de los años, mis relaciones sexuales han mejorado de forma importante. Así, de ser un chico algo tímido y con experiencias sólo satisfactorias en el plano físico, he pasado a conseguir plenas actuaciones que nos dejan satisfechos en lo físico y en lo emocional tanto a mi pareja como a mí mismo.
Durante un rato en la habitación de las chicas pudo oír risas que dieron paso a jadeos entrecortados. Jorge pensó que lo hacían para reírse de él y salió de su cuarto enfadado y dispuesto a poner los puntos sobre las íes. Cuando llegó a la altura de la habitación pudo ver que la puerta estaba entreabierta y al asomarse vio una escena que lo dejó perplejo.
Se giró y al verme empalmado, se asombró de aquella cosa. Sin pensárselo se agacho y me la agarró con la mano y mamándomela. Mientras me la mamaba, se subió la minifalda y se quito su húmedo tanga rojo y empezo a meterse el dedo, luego el segundo.
Bueno me fui al sofá puse la película y la empece a ver, jolín con el nacho mujer que pillaba mujer a la que penetraba por todas partes ademas bien dotado y una buena polla es algo que me pone mucho, tenia los pezones duros y comencé a acariciármelos pequizcandolos suavemente, pronto note que estaba húmeda y mi mano dejo los pezones y se dirigió a mi clítoris.
Se bajo, comenzó a chuparme el pene, no sabia hacerlo bien, me raspaba mucho con sus dientes, debido a mi ardor, me producía dolor mas que placer. Tuve que frenarla y muy didácticamente enseñarle a hacerlo. así estuvo por largo rato, yo ya no la estimulaba, solo prestaba mi pene erecto que aun no había descargado.
Permitió que me abrazara a ella para desdramatizar la paja, y no impidió que la tocara. Mientras ella se reía y acababa de limpiar mi polla todavía entre sus manos, yo le tocaba sus tetas descaradamente, sopesándolas, y la besaba por el cuello con lujuria y pasión.
Con mano vacilante, Julián comenzó a acariciar el rígido pedazo de Ricardo, estrujándolo, y viendo como la cabeza crecía en tamaño y color, con cada bombeada de su mano. Las caderas de Ricardo comenzaron a girar, empujando su enorme salchicha en el puño de Julián, como dándole coraje para que lo pajeara más y más.
Me voy a tu vergota... mi boca se abre receptora... succiono, saboreo el lubricante natural que abunda en ese momento y como inagotable fuente fluye por toda tu tranca... doy dos o tres chupadas como si de un gigantesco caramelo se tratase y luego empiezo con mi lengua...
Esta vez te va a quedar mejor que la anterior – entonces tomo mi cara entre sus manos y me paso la lengua por toda la boca, después me soltó y se empezó a desvestir, yo ya estaba desesperada por ver sus tetas de nuevo pero me acorde de la otra muchacha que estaba atrás y le pregunte