La historia sexual de Silvia donde hace realidad su sueño de coger con su hermano.
Un amigo me invita a su casa con dos inglesas y acabo descubriendo el placer inmenso del coño de una perra.
Hace un par de años, en una convención, conocí a una azafata que trabajaba en un stand de una compañía que participaba en el evento.
No sabia que hacer, mi mujer se acostaba con Carlos y yo había propiciado eso, y, yo lo único que quería era montar un trío
Mas tarde al terminar de cenar subí por el postre mientras los demás seguían abajo en la bodega y me dijo José yo te ayudo, ahí me abrazo por atrás y pude sentir su pene duro que se apretaba a mi culo, me beso el cuello y me dijo me vuelves loco, yo estaba empapada y le dije venga para y bajemos, me contesto tu primero que a mi se me nota y a ti no.
En mi relato anterior describí los inicios de mi deseo por sentirme mujer y como fui descubriendo que era posible hacerlo. Descubrí una serie de increíbles sensaciones al jugar con mi cuerpo y la exploración comenzó.
Una última firma en el acto de compra y finalmente me convertiría en el dueño de la que seria mi primera casa. Sentí una gran satisfacción al ser capaz de independizarme de mis padres: una casa propia, un trabajo, un salario, una carrera laboral prometedora. Faltaba una mujer; con la última nos habíamos separado hace poco por incomprensiones. Pero no estaba desesperado, tarde o temprano, conocería a alguien con quien compartir mi vida.
Empezó a acariciarla en redondo, arriba y abajo, con las dos manos, moviendo suavemente sus dedos bajándome la piel del capullo y dejando el glande a la vista, gordo y rosado, con una gotita de liquido preseminal en la punta.
Yo al ver esto no pude más y no pude evitar correrme como un loco, agarrándole las caderas a mi novia, mientras esta al notarlo empezó a menearlas frenéticamente con movimientos circulares diciendo: ¿Qué haces cabrón? no te corras, no me dejes así.
Paso el tiempo y a medida que iba creciendo me volví adicto a las revistas y las películas porno y empecé a usar ropa femenina, sobre todo medias veladas, me exita mucho ponerme medias veladas y sentir esa sensación tan rica y suave, mirando mis piernas torneadas con esos colores y esa licra que me hace ver las piernas mas bonitas que las de muchas mujeres.