Suspiré satisfecha y me puse también la nueva minifalda blanca que me había llevado mi marido la noche anterior, esa obsesión de él por comprarme ropa muy atrevida me estaba gustando cada día más
Llegué al trabajo y al entrar con esa blusita semitransparente y la minifalda la gente que estaba en la recepción, empleados y visitantes se quedaron mudos dejándome pasar, admirando a esa chaparrita piernuda que dejaba ver descaradamente sus pezones erectos a través de la blusa...
-Me gustas mucho Mariela, más que ninguna otra mujer, (sentí su verga entrar profundo y retirarse de inmediato de mi vagina), quiero que seas mi hembra, mi mujer y estés siempre dispuesta a hacer lo que te pida yo, te voy a llevar a reuniones y te voy a presentar como mi hembra casada...
Tania, al sentir mis muslos en sus manos, perdió toda timidez y acariciándome las piernas con destreza me besó de nuevo y entre besos me dijo: -Porque nunca he tenido una vagina tan velluda en mi boca y quiero hacerte oral, hoy día todas traen depilada la vagina, y una como la tuya...