Entre en la ducha y al estar empalmado no lo dudé, se la metí en la boca, meándome en ella, le vinieron varias arcadas y se le escapo algo, pero disfrutó la muy GUARRA, porque se volvió a correr. En ese momento… - ¿Puedo SEÑOR? Así terminó el último capítulo...
Cuando termine me asome, pegándome a Lu, mientras observamos como Alba estaba de rodillas comiéndole el coño a Ji-woo, lleve mis manos a los pechos, ya duros de Lu…
Así termino el último capítulo...
Entonces el vecino se marchó al baño y me dejó solo con ella, mis pensamientos eran solo uno, si me atrevía que pasaría, estaba deseando despejar la incógnita.
Lo que uno espera de un día tranquilo en la playa no siempre coincide con lo que finalmente pasa.
Contare una aventura cuando fui a vivir unos días en la casa de mi hermano, en Lima, Perú.
Dinu continúa con sus planes. Vicente y Toño en el punto de mira.
Continúa mi aventura, está vez, mis compañeros se enteran de mi estado de sumisión
-Ahora PERRA, primero ve a nuestra habitación, que te tengo preparado un regalo -Uhmmmm, ¿me va a gustar?, por cierto ¿y mi madre? Esto lo dijo mientras abría la puerta… Así terminó el capítulo anterior…
-Martina. -Buenos días SEÑOR, hace un rato entro Ji-woo y dejo su móvil y su ropa y mi respuesta es… Así terminó el último capítulo…
No hace falta decir que, una vez que descubrí las delicias de la masturbación, cada vez que ocurría uno de estos episodios corría a mi habitación y me pajeaba hasta soltar chorros y chorros de lefa. Los sentimientos que me inspiraron esas sesiones de masturbación nunca disminuyeron; de hecho