Menuda polla se gastaba, larga, más de veinte centímetros y gorda, tan gorda que su mano, estaba segura, no la abarcaría. Cuando le vio meneársela, se mojó, se mojó mucho y gimió, gimió lo suficientemente alto para hacer que Ángel abriera los ojos y la viera ahí, frente a él.
Esto sucede cuando si aviso el sexo se da y uno solo aprovecha y disfruta el momento como si fuera al último, esto sucedió hace un tiempo donde vivo actualmente, con una visita inesperada.
Un relato erótico donde Kira revela una de sus primeras experiencias como escort. Ha sido contratada para tener sexo con un hombre y su esposa. Una esposa que está dispuesta a todo para saciar a su marido, aparte de vivir al máximo su faceta como mujer lesbiana. ¡Un relato que te emocionará!
Claire, una joven inocente, es corrompida por su primo Lucien en un jardín solitario. Entre dolor y placer, descubre que el vicio es su nueva religión. ¿Hasta dónde caerá?
Esto me paso, cuando vivia en un pequeño pueblo, donde cada mes de julio hacen fiestas costumbristas, que al final solo es una excusa para el desenfreno...
Me senté a la orilla de la cama abrí mis piernas para dejarle el espacio libre y tenerla bien cerca, mi mirada estaba perdida viéndola hacer lo suyo, recogí su cabello un poco para poder observar mejor.
Ese hombre que me había subyugado desde el primer día que lo vi. Ese hombre con el que jugaba en mi piscina. Ese hombre, ahora me tenía para él, era su juguete, yo que pensé que el juguete era él. Me había puesto en sus rodillas, me había azotado y me había dado uno de los mejores orgasmos
Sábado por la noche en una quinta a las afuera de la capital federal un grupo de pareja se reunían a comer un asado, los dueños de casa Ana y Jorge junto a Florencia y esteban esperan que llegue julia y Martin (la pareja que faltaban), lo hombre vestían con bermuda y remera.
-Pero que GUARRA eres tita, id a cambiaros, voy a terminar de comer. Cuando terminé de comer eran ya casi las cinco, y no habían terminado de quitar la mesa, cuando sentimos llamar a la puerta… Así terminó el último capítulo…
Pedro estaba obnubilado por la belleza de aquella dama. Lo separaba del chalet solamente cinco metros. Se atrevió a bracear de forma ostensible, para intentar captar su atención y que se diera cuenta de su presencia, pero nada. Cogió unas piedrecitas y las dirigió al cristal de la ventana.
Vega no pudo evitar orgasmar en tres ocasiones viendo lo guarros que somos. Sonia se folló en todas las posturas el trasero de Anthony (perra, misionero, de lado, ella sentada y él sentado sobre ella, de pie en diferentes modalidades, etc.), a Anthony le quedó el ojete bien horadado y escocido.
La segurata observa que en la entrada de la mansión están dos peculiares personajes: mi chica Sonia y el que escribe estas líneas, Jonathan. Desde que nos hablaron de la existencia de este lugar no podíamos perder la oportunidad de hacerle una visita. Yo pedí a dos amantes asiáticas y mi esposa...