Me tumbe un poco y pude coger su coño, le metía el dedo y ella al igual que yo estaba cada vez mas cachonda, le puse el dedo sobre su culo pero me aparto la mano, no se si es que todavía no ha probado que le follen su hermoso culo, pero algún día se lo propondré.
Al contrario que mucha gente, a mí el sexo no me daba mucha hambre, así que charlamos un poco de todo mientras lo veía devorar las porciones de pizza como si llevara años sin probar bocado.
Cuando empezó a meterla sentí como si estuviera entrando un puño y no se como, pero entró hasta la base y empezó a meter y sacar repetidas veces hasta que la saco y un río de leche cayo sobre mi vientre, acompañado de un prolongado orgasmo de mi parte.
De esa manera podíamos vernos perfectamente a nosotros mismos y a la otra pareja que había cambiado ligeramente su postura: podíamos ver el bamboleo de los pechos de ella ante las embestidas de su pareja, los gritos de ambos seguían llegando claramente por los altavoces y mi mujer empezó a moverse.
A los 5 minutos, encontré a la sospechosa en un paraje oculto del parque, aunque no me esperaba encontrármela así: medio desnuda, masturbándose, y carajo, no voy a negarlo, mi pene se puso tan firme como el asta de una bandera.
Mientras hacia esto siento que su lengua se recorre los bordes de mi cola, todo el surco de mi culito y juega en el anillo de mi culo y eso me encanto. Metió la punta de su lengüita y me lo empezó a dilatar mas y mas.
Arrodíllate y mámame la verga, me dijo y por fin iba a saber que era meterse la verga de un hombre en la boca, así que primero lo lamí para saber que sabor tenia y luego la metí toda en mi boca y el me agarraba la cabeza haciendo que se moviera de atrás hacia adelante.
También no sabes como me excitaba cuando te hacía el amor en el despacho (te cogía pues) sabiendo que estaba tu marido cerca, a pocos pasos, a pocos metros, prácticamente ante su presencia.
Arturo en la otra habitación impasible había desabotonado su pantalón y suavemente acariciaba su delgado miembro en un intento por excitarse, mientras contemplaba a la pareja copular.
Me acarició de nuevo entre las piernas con una caricia muy sensible y cuando sonó el teléfono anunciando que Tony ya estaba abajo esperándome, me ayudó a ponerme el top y me despidió en la puerta mandándome saludos para Tony.
Me dijeron que no tenían ni idea de quién era, que se presentó en la puerta de casa con una invitación y amablemente les indicó (por señas) si podía ir con ellos y como eran gente maja le llevaron, pero después desapareció.
Sorprende a unas alumnas fumando y las manda a su despacho para proceder con el castigo Me llamo Miguel, y puede decirse que no soy nada especial, tengo 46 años y vivo solo, nunca he estado casado y realmente no tengo éxito con las mujeres. Quizá sea porque soy de poca estatura, llevo gafas y […]
Yo casi no podía sentir más que esa gruesa verga rascando el interior de mi cuerpo y mi clítoris que parecía a punto de estallar, y me entregué a las sensaciones como si fuera la primera vez.
Primero estábamos en la posición normal, pero fuimos cambiando varias posiciones e hicimos una realmente espectacular ella se monta encima mío con las piernas abiertas y gira tomando como eje mi verga y su punto central su concha con mi verga bien clavada en ella.
Levanté las manos por sobre la cabeza, haciendo que mis tetas se levantarán todavía más dentro de su boca hirviente, y levanté las rodillas para que esa mano y los rayos del sol me acariciaran...
Ella dejó el alfiler para acercarse hasta mi pene, que comenzaba a descansar de su erección. Abrazó mi glande, lo estrujó entre sus brazos. Lo besó, lo lamió y se frotó contra él con furor, hasta conseguir que eyaculara otra vez.
No me aguanté y comencé a chupárselo cual niño a un helado en verano... traté de metérmela toda a la boca, cosa que al principio no pude, pero con un poco de comodidad, finalmente logré... él se echó en la cama y comencé a besarle los huevos...
Desde aquel memorable polvazo en el parking, después de meses practicando cibersexo por chat en el trabajo, no habíamos vuelto a tener contacto físico, y sinceramente, lo echaba de menos.
Mi dedo se desplazaba en su interior con asombrosa facilidad, así que decidí utilizar un segundo dedo, lograrlo fue algo más difícil pero conseguí que se dilatara lo suficiente para conseguirlo, una vez superado esto mis dedos se desplazaban en su interior con suavidad y seguridad, horadando su interior a la vez que mi sexo penetraba su delicada vagina.
En un momento me dijo, ahora te voy a enseñar otra manera de seguir siendo virgen y me volteó boca abajo y del cajón de la mesita de noche sacó una tapita de vaselina, la cual unto en mi ano metiendo su dedo índice para que quedara bien lubricado.
No se notaban demasiado las de coca-cola, pero al servirme el pescado que yo había pedido de segundo, el camarero me arrimó en exceso la bandeja, y dejó un gran rastro de grasa en la pechera.
Para mi deseo, fue muy poco después -aunque mi mente decía que aquella maravillosa unión duró varios minutos- cuando sentí el placer tranquilo de mi clímax dentro de aquel precioso cuerpo de mujer.
Después apunte a su ano, y así con más lubricante que su saliva la penetre despacio... esto para mi era la gloria es la posición que más me encanta penetrarla y era tanto el gozo que vio en mí, que me dijo soy tuya!!
Se menea el cipote delante de ella y se coloca el condón , le mete dos dedos a la tia en el coño y acto seguido se coge la polla y la entra en el coño de la tía, empieza a hacerle un metesaca lentamente que paulatinamente va aumentando el ritmo de sus embestidas, ella le va buscando los huevos para poder tocárselos
Sacó la polla del interior de Irina y sin miramiento alguno se remangó y comenzó a introducir su mano en el interior de la vagina de la chica Irina se desmayó, el dolor era insufrible, el bruto con la punta de sus dedos encontró algo pero no podía engancharlo por lo cual gritó a los otros que le llevaran unas pinzas
Sus hermosos pechos bailan al ritmo de nuestra follada... se refleja en el espejo del ascensor... mis manos en sus tetazas, mi polla follandola sin compasión; esta combinación hace que ella no tarde en alcanzar otro orgasmo bestial, pero yo sigo follandola sin descanso... ella busca mi culo, está excitadísima.
Y me chupaba la otra teta y de mi concha bajaban ríos por mis piernas, y él estaba como enloquecido, parecía que no había chupado unas tetas en años, desesperado me mamaba y apretaba mis pechos llevándome al borde del orgasmo, mientras yo apretaba aún más su cabeza contra mis tetas...
Primero con delicadeza, y luego introduciendo su lengua en mi boca con tanta pasión que la saliva salía de nuestras bocas sin dar tiempo a que la tragáramos.