Ella, al darse vuelta noto que mi pija estaba al palo, ni yo, ni ella, lo podíamos creer, creí que me iba a desmayar de la vergüenza, pero de repente, note que en su cara se dibujaba una sonrisa de picara, de calentona, que hasta ese momento no conocía.
Cuando a uno se le pone dura, o a una le pica la raja, necesita de alguien para aliviarse, si no hay del sexo contrario, de tu mismo sexo; si no hay sin vínculos sanguíneos no importa si los tiene, lo que realmente cuenta es lo cachondo que te pongas.
Mis clases no son muy rígidas pero me gusta mantener el orden. Ese día mientras explicaba un tema difícil que requería concentración, noté como Alan uno de mis alumnos se frotaba sus genitales constantemente.
Judith es mi novia desde hace seis meses y esta imponente; de cara es preciosa y su largo pelo castaño y sus ojos verdes me vuelven loco, del resto del cuerpo mejor ni comentarlo, mide 1,68 m y tiene un tipazo.
Fue hace 17 anos, y aun siento como si fuera ayer, cuando fui a parar a casa de mis tíos para pasar los últimos 15 días de mis vacaciones de verano, mis tíos tienen 2 hijos y una hija, y por supuesto, mi relación era con ellos dos, pero mas con el mayor, Jose.
La llevé hasta el árbol y haciendo a un lado algunos adornos comenzamos a besarnos, yo metí mi mano debajo de su blusa y le comencé a tocar y pellizcar los pezones, algo que la volvía loca, así mientras que con una mano me ocupaba de sus pezones, con la otra empecé a tocar su panochita, que para esos momentos ya estaba algo húmeda.
Siempre he mantenido una relación muy especial con mi madre, soy hijo único y eso me ha permitido disfrutar enteramente de su cariño; siempre ha sido muy bella y con un cuerpo de modelo, morena clara, de pelo largo, con unas piernas exuberantes
Pidieron una foto en el aviso, así que les envié una muy buena, donde estoy desnudo de pie, las manos en la cintura con una gran erección, que una hermosa rubia sostiene con ambas manos, de rodillas frente a mí, me sonríe con labios húmedos y es muy obvio que va a meterse el enorme aparato en la boquita.
Por alguna razón decidimos ir a acampar a en Francia un feriado. Dios sabe porqué, pues podíamos haber ha ido a cualquier parte del mundo, pero no, sería Francia.
Cuando mi amigo esta detrás de ella, la detengo para que deje de moverse; mi amigo acerca su palo al ano de Chabela, ella intenta levantarse, pero la sujeto de sus caderas impidiéndoselo.
Empezó haciéndome una paja de maravilla, casi no pude contenerme y estuve a punto de venirme en sus manos, ella se dio cuenta de ello y paro, yo solo atinaba a manosearle su culo, sus tetas y su concha que aunque sobre el pantalón notaba que la tenía húmeda
Durante mucho tiempo me dedique al judo y al football americano, realmente no tenia tan mala figura, pero era en extremo tímido, unos cambios de fortuna obligo a mi familia a cambiar el giro comercial y como intento desesperado abrimos un pequeño gimnasio donde mi madre hermanas y yo trabajábamos
Con mi esposa dormíamos en camas separadas. Isabel, mi vecina, tenía su esposo postrado. Ambos hacía tiempo no teníamos sexo. Un día decidimos ayudarnos mutuamente...
Yo era un joven universitario que para pagarse los estudios tenía que trabajar los fines de semana, pero por fin había llegado el verano y con ello las vacaciones, unas vacaciones relativas ya que tenía que estudiar para las asignaturas que me habían quedado y a la vez trabajar sirviendo copas.
Mis glúteos cabían en sus manaza y me apretaban con mucha fuerza. Me arrimaba cada vez más fuerte a él y la hebilla de su cinturón empezó a clavarse en mi abdomen.
A mis catorce años las vacaciones eran la principal fuente de contacto entre los primos. Siendo chico recordaba mis juegos, desde introducirme cosas en mi ano, las pajas desde que me empezó a saltar semen...
Cuando terminamos estábamos todos sudados, nos fuimos y nos duchamos, pero que rabia cuando fuimos para las duchas el maestro no pudo ducharse porque tenia cosas que hacer.
Me tumbé, cogí el tubo de leche condensada, me abrí el coño con la otra mano y me eché una generosa ración. Comenzó a lamer, con más nerviosismo que de costumbre, ansioso.
Sus manos me acariciaban con cierto frenesí, con ansia desatada y ganas de ser colmada. Las mías recorrían su cuerpo con el mismo deseo, e incluso más, sabiendo que se me concedía algo privilegiado, prohibido...
Estos machos estaban mejor que nunca, había de todo, músculos, jóvenes, rasados, peludos, vergas hermosas, cabezonas y venosas, vergas chicas encogidas y dulces, mulatos, blancos, latinos e incluso un chico indio del norte de América.