Luego, sin pensármelo dos veces, le quité los calzoncillos, y me puse a chupar esa polla peluda y huevona, sin ser extremadamente grande, más bien pequeñita, 15 cm., hasta que él me dio unos golpecitos en la cabeza para que parara. Él ya la tenía dura como una piedra, y a mí me había encantado sentir una polla dentro de mi boca por primera vez.
Me has pedido que compre lencería fina, y que en el probador de la tienda, practique una sesión de autoerotismo con las prendas adquiridas, mirándome en el espejo y contándotelo después...
Al llegar al almacén, Isa estaba sentada encima de uno, ensartada hasta el fondo y cabalgando, mientras el otro se la metía en la boca. Mi única reacción fue sacármela y masturbarme, aunque iba tan lanzado que tuve que controlarme para no correrme al instante.
Unos jóvenes participan en una fiesta. Cuando están bien bebido van ocupando camas con idea de descansar. Y el novio de una de las chicas la sorprende "jugando" con otro chico bajo las sábanas.
En eso soy un poco lanzada, como dice algunas de mis amigas, parezco un auténtico zorrón de lujo siempre dispuesta a cazar una buena pieza, aunque no me vale cualquier cosa. Cuando algo levanta mi curiosidad, suelo ser bastante directa. Tengo 29 años por lo que cada vez tengo las cosas más claras.
Estábamos como siempre tomando algo toda la pandilla, y llevábamos muchas copas de más, y a mi novio le dio llorona porque ese día habíamos discutido por una tontería. Total que le lleve a su casa y yo me volví con ellos a tomar la última. Me encanta hablar con Marcos y nos sentamos juntos en una terraza. Yo siempre le tomo el pelo con sus escarceos sentimentales que nunca llegan a nada...
Continúa la "educación" de la esposa que se entrega en brazos de su amante para recibir la disciplina, que incluye ser doblemente penetrada, con la secreta connivencia de su marido.
Su encuentro con una antigua novia, fue muy apasionado. Le confesó que no le había podido olvidar y como su matrimonio no iba bien, le propuso una noche de placer juntos.
Cuando don Emilio vio a Milagros por primera vez, no pudo evitar la erección, la señora de la casa le había asignado un uniforme azul marino, era algo entallado al cuerpo, no era muy corto, le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas, pero dejaban apreciar la excelente forma de sus piernas y su quebrado culito.
Entonces se acercó a mi oreja para susurrar que deseaba follarme, así lo hizo, sacó un preservativo y lo enfundó en un pepino. Al verlo sentí miedo, pero a la vez un gran deseo, esperaba para ser ensartado, inesperadamente la trayectoria de aquel falo se desvió, hasta mi boca y ella me obligaba a chuparlo
La apoyé contra la pared, de espaldas a mí para comenzar a desabrochar su blusa y quitar sus pantalones, los zapatos los había dejado en la entrada. Abrí la llave de la ducha mientras metía mi mano entre sus pantalones y su blusa para empezar a quitarla, Beatriz usaba la ropa extremadamente apretada y no podía quitarle los pantalones.
Comprendí sin entender su idioma lo que me pedía y comencé a desabrochar su pantalón vaquero que estaba a punto de reventar. Nunca había estado en una situación así y no sabía qué hacer. Mi vida sexual había sido bastante inocente. Sólo me había acostado con un chico, mi novio, con el que estuve saliendo cuatro años.
La acomodé al lado de Lily en posición de cuatro y empecé a besarle todo su trasero mi lengua recorría primero su culo y luego su vagina la cual ya estaba totalmente lubricada, mientras así esto mi mano no dejaba de acariciar las tetas de Lily quien pacientemente esperaba su turno, la verdad que sólo quería cogerme a la madre.
Ella se me acercó y comenzamos a besarnos, comencé a acariciar su espalda hasta llegar a sus nalgas, ella se estremeció cuando las sintió y se excitó más cuando mis dedos comenzaron a buscar su culito.
Un hombre posee por entero a sus esclavas. Es su Amo y ellas lo saben y lo aceptan, intentando satisfacer todos sus deseos. Los más refinados castigos son su placer. Y en la obediencia y la sumisión encuentran su delirio...
En ese instante agarro mi pene y sin vacilar lo metió en la vagina, al principio se sentía algo apretado, sensación que cambió cuando empezó a moverse de arriba a abajo y francamente era sensacional percibir esa humedad deslizándose por mi miembro que no soportaba más padecimiento
Desde los quince años siempre tuve fantasías con un hombre, hoy de cincuenta años, que siempre quiso acercarse , siempre nos ayudó, y siempre vi su mirada, ante mi presencia, pero siempre estuvo a un paso, un día subí a su auto, me llevo a mi casa y no intento nada, me sentí frustrada, porque ese día yo estaba con ganas
La hice arrodillarse de manera que su boca quedase a la altura de mi instrumento, abrió la boca y de un movimiento de caderas le introduje mi polla en su boca hasta que rebotó en la campanilla.
La dueña de casa, era una hermosa trigueña de unos 40 años, relativamente alta. Era dueña de un hermoso y redondeado poto o culo, como suele llamarse a esa parte de la anatomía, en algunas partes del mundo. Sus tetas, eran grandes y a través de sus ropas, muy apetecible.
Tánger había sido en otra época una ciudad de diversión para intelectuales y ricos europeos y americanos, pero poco quedaba de todo eso. Tras el trabajo me dedicaba a pasear por el Bulevar, la calle principal de Tánger.
Después de tantos meses de inactividad sexual se encontraba al borde del clímax. Una indescriptible oleada de placer nos invadió al mismo tiempo. Ella dio un gran suspiro y mientras que su cuerpo experimentaba un tremendo e insospechado orgasmo yo empecé a correrme con grandes convulsiones.
La mujer tomo una especie de crema o lubricante, me abrió las nalgas y me la untó en mi culo. Luego le pasaron un vibrador y me lo introdujo suavemente por mi puerta trasera. Jamás me habían penetrado con un vibrador por ninguna parte.
Una de las veces que miré para el sofá, vi cómo mi prima Pepi, tenía las piernas abiertas y dejaba ver sus muslos y sus bragas, sentí un leve cosquilleo en mis piernas y los pezones se pusieron duros.
Adriana estaba hecha toda una señorita, tenía 19 años en ese entonces, era muy linda, de cara redondita, piel blanca, cabello castaño claro y ojos verdes como los de su madre, era de aproximadamente 1.60 mts de estatura y algo rellenita.
La cuñada de Pedro es tremenda, está para mojar pan, es vital, le gusta la fiesta y se comenta que en la cama es una fiera, se llama Loli, todo lo contrario que la mujer de Pedro: Lucy, no parecen hermanas, siempre ocupada en la casa y su trabajo y sus preocupaciones y en la cama duerme.