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La fantasía, la traslado a una realidad, el tiempo perdido, la lleva a una dominación buscada, por ella pero no deseada por su amante.

Tengo 26 años, soy alta 1,72 cm, me dicen que soy linda.

Hace dos años que estoy en pareja con Sebastián (Seba para los amigos), el tiene 29 años, es abogado y tiene buenos ingresos. A mí me falta una sola materia para licenciarme en abogacía.

Desde los quince años, siempre tuve fantasías con un hombre, hoy de cincuenta años, que siempre quiso acercarse, siempre nos ayudó, y siempre vi su mirada, ante mi presencia, pero siempre estuvo a un paso, un día subí a su auto, me llevo a mi casa y no intento nada, me sentí frustrada, porque ese día yo estaba con ganas, esas ganas que han crecido, cada día que lo cruzo, hace de esto dos meses, cuando caminando (mi caminata diaria), me encontré con él, que recién, recompensaba con ellas, antes nos habíamos cruzados , estábamos los dos en ropa de deporte, y me dije a mi misma , está es la oportunidad, vamos juntos le pregunte y con un sí, que me pareció, como anhelado, a un ritmo despacio, empezamos nuestro camino, me preguntó por mi familia y yo por la de él, en ese momento me sentí algo así como la que explotaba, por mi ganas de encamarlo de una vez por todas.

Debe haberse dado cuenta puesto que de improviso, me dijo, hoy estás más linda y sensual que nunca, tus pelos ensortijados y toda tu aura, me enloquecen, para olvidarme, que puedes ser mi hija, me invito a pasar por una casa, un pasillo que al fondo tenía un departamento, no le había contestado nada, pero lo seguí, abrió la puerta con una llave que tenía en una cadena en su cuello, me indico el dormitorio, y ahí supe , que todas mis fantasías, serian una realidad,

nos desnudamos, nos duchamos juntos, me acaricio, de una manera, suave, presionando sus manos, en distintas zonas, que me hacían hervir, su pene era más corto que el de Seba , pero más grueso, lo lamí, desde el tronco a su glande, lo mame, como él lo merece, por todas esas ganas, cuando se corrió, me trague cada gramo de su leche, mientras él me ponía mi pelo a mi espalda, para que no se ensuciaran, cuantas poses, podríamos hacer, esa pregunta fue satisfecha en los hechos, la cama era un poco blanda en el piso me puse en semicuclillas, sobre el acostado , penetro su falo, en mí ya veterana vagina, hasta que me senté sobre él, su leche me entró , literalmente hasta el fondo del útero, era feliz y no lo disimulaba , no quedamos recostados un rato, sus palabras y caricias, me hacían extrañar el fragor del momento anterior, ¿cuanto tiempo perdido? , cuanta ganas reprimida?.

Debes seguir caminando, ya sabes, donde queda este lugar, llévate la llave, llama a mi oficina, diciendo que sos del Banco Provincia, nos ponemos de acuerdo, te parece? , no conteste tome la llave , le di un beso, y seguí caminando hasta casa, mi hermana , llegaba de visita, me preguntó , porque estás tan feliz, como hacia un tiempo, le plantee en confidencia, lo que me pasaba, no le extraño, nada, pero si me extraño, ver su cara , de preocupación, la interrogue, hasta que me comentó, que su amante, también, tenia, un departamento, viendo las llaves, eran iguales, hacía seis meses que salía con él, no sabía que era él, nos complotamos y al otro día concerté una reunión, estuvimos las dos, pero en lugar de sacarlo de nuestras vidas, hoy es nuestro amante, como también lo es de nuestra madre, hemos hecho las tres, no solo todas las poses, que nos indica, sino que cada una está dispuesta a todo, por satisfacernos de él, somos putas, pero de esas, que no les importa absolutamente, nada, por suerte tiene cincuenta años, porque si no, terminaríamos de prostitutas, pidiendo de que nos someta.

Esto no es un amor filial, esto es, que un conjunto de putas, han seducido, a un señor tímido, bien macho, que por suerte no se da cuenta o no quiere practicar la dominación sobre nosotras.

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