No lo podía creer las imágenes se hacían nudo en mi cabeza, recordaba una joven de 17 años con sus hermanas riendo como cualquiera a su edad mientras que observaba a una mujer las mas de las veces deprimida mamándole el miembro a su caballo, totalmente feliz y resuelta casi como si tuviera otra vez 17.
Tiré de su bañador hacia abajo, para sacar su estaca, cuando la tuve ante mis ojos me la acerqué a la boca y empecé a chuparle la punta, a mordisquearla, hasta metérmela en lo más profundo de mi garganta, Ana seguía comiéndome el coño y el ano, mmm estaba muy, muy caliente, tardé segundos en correrme en la boca de mi amiga, la cual saboreó hasta la última gota.
La vertió en un cuenco y la puso levemente encima de una de las velas de una palmatoria para que se derritiera, unto sus dedos en la grasa y se la dio a lamer y a oler al perro y después me la unto por los pies y subió untándomela por las piernas hasta el sexo y el ano.
Cuando estuve bien lubricada Carlos me acomodo y comenzó a follarme entraba y salía de mi vagina con fuerza disfrutaba mucho mirando como Nicole era follada al igual que yo y como a Luis Andrea y Laura le mamaban el pene mientras Mónica estaba montada en su cara recibiendo una rica mamada.
Ella, en un primer momento, estuvo a punto de rechazar la oferta del viaje, dárselo a alguna amiga pero, como no, su viejo amigo Jake, un emigrante escocés, le ofreció la posibilidad de ir.
Esta historia comienza así soy Devora soy casada tengo dos niños y soy feliz el único problema es que me gusta chuparle el pico (el pene) al marido de la hermana de mi marido o sea mi cuñado.
Gema, se había recostado en la mesita del teléfono y mientras Curro con la verga bien embadurnada se le metía poco a poco por el culo, ella soltando pequeños gritos, se frotaba el clítoris y tenia dos dedos metidos en su vagina.
Acarició mis mejillas y mirándome me besó, tan profunda e intensamente que no pude reaccionar a tal cantidad de sensaciones, durante un momento perdí la conciencia de mi existencia, pero al momento comprendí que tenia que reaccionar, extendí los brazos, aprisioné su culíto, duro y carnoso, ella rozaba intencionadamente sus grandes pezones
Por su parte los sonoros y continuos gemidos que Camila emitía le indicaban a Sandra que estaba haciendo muy bien su trabajo y la excitación en que ella estaba sumida sin remedio denotaba que su amiga estaba haciéndolo a la perfección.
Me pidió por favor que guardara sus fotos en mi habitación, por que su madre tenía una sospecha y cuando Natalia no estaba en la casa la madre le revisaba la habitación en busca de las fotos.
Pasaron así unos dos minutos, no decíamos palabra, la quité el sostén y la dejé sólo con las braguitas, la giré hacia mí y me abrazó, empezó a besarme en la boca, dulcemente, estábamos acariciándonos, me parecía mentira que eso volviera a estar pasando con mi hermanita, con mi Peque, empecé a bajar mi boca hacia su cuello, sus pechos, la besé por todas partes, la besé los pezones, se los lamía apasionadamente
Y empezó la escena: el tío empezó a despelotarla por los vaqueros y la descalzo y allí mismo empezó a chuparle los dedos de los pies mientras ella empezó riendo y poco a poco veía como le daba placer, yo en mi vida había visto eso.
Metí como pude la mano por debajo de su estómago para alcanzar su clítoris y más acompasados seguimos con los nuestros hasta que por fin me corrí de nuevo.
Aurelie, en cambio, gritaba de desesperación, al ser desposeída del conejo ingles, su único medio de entretenimiento. Gritaba "hijos de puta, que alguien se ocupe de mi!!", y cosas por el estilo. Trate de ayudarle con mi mano derecha mientras Jassica subía y bajaba frenéticamente sobre mi polla, de frente a mi y a Sara, cuya boca besaba de vez en cuando.
Yo no sabía que hacer, pero me envolvió con sus piernas, logrando que mi pecho quedara atrapado entre sus pechos artificiales que lo hacían mujer, y mi pija durísima sobre su pija enorme y más dura, que lo hacían más hombre que yo.
Le chupe la concha y le metí la lengua hasta el fondo, la concha era del mismo tamaño que la de Karla, pero cuando le chupaba el culo, casi me ahogo, como podrán apreciar tiene un culo fenomenal, grande y bien formado, las pompis eran suaves y enormes.
Nos detuvimos en un semáforo y yo seguí absorta en mis pensamientos, de repente volví a ver a Sergio para consultarle algo sobre la forma en que debía redactar mi informe y lo sorprendí mirando detenidamente mis piernas.
Nicole y yo seguíamos muy sorprendidas entonces mi hermano Luis nos dijo que el si sabia que ellos tenían sexo y que el también tenia sexo con ellas, continuamos platicando y nos contaron como fue que desvirgaron a mis primas
Era una visión divina, delante de mí, sobre sus piernas musculadas, sus nalgas, dos órbitas perfectas de piel morena, entre ellas se podía ver su ano, abierto de par en par, y debajo, tras unos huevazos inmensos que formaban una esfera oscura, la mano de Marcela deslizándose a lo largo de su columna de brillante azabache.
Pero me fijo, que logra escapar una sonrisa delatadora, pero sabes muy bien, que si me lo tiras de un solo, allí mismo te como a besos, así que me dices que vayamos a ver una película que recién te habías puesto a ver "pollitos en fuga", que claro habías preparado para que medio me despejara la mente, me ofreces algo de beber, y luego subimos, has puesto cortinas en las ventanas de la sala y de las escaleras
Habitualmente, voy una vez al mes al mismo centro estético para depilarme o hacerme alguna limpieza de cutis, como siempre me recibieron atentamente y me invitaron a entrar a una de las habitaciones para desnudarme y depilarme.
Víctor no hizo nada por separarse de mí; al contrario, se puso frente a mí y comenzó a pasear sus manos por mi pecho y a manosear mis tetillas, mientras se incorporaba lentamente. Me miró a los ojos y nos fundimos en un beso apasionado.
La polla había entrado hasta el fondo, y Erika se pasaba la lengua por los labios, subió su cuerpo hacia arriba, ahora mas rápidamente, y volvió a bajar, y a subir, y a bajar, cada vez con más velocidad.
Ya en la calle, casi amaneciendo, caminé hacia la primera parada de taxi que encontré y en el trayecto fui repasando las vivencias de la noche a las que cada vez con más frecuencia, se entremezclaban las experimentadas con el sastre.
Noté como me la lavaba con suavidad, empezando por los hombros y bajando por la columna hasta llegar a la raja de mi culo, sin pensarlo me dí la vuelta y ella se quedó un poco sorprendida, allí estábamos las dos cara a cara, casi rozándonos los pezones.
A todo esto ella empezó a comerle el ano a mi novia y al poco se coloco al lado de su madre, comencé a alternar el ano de mi suegra con el de mi novia mientras ellas se masturbaban.