Me corría y allí se quedaba, fláccida hasta que otra vez, y otra…. Mientras gritaba presa de un orgasmo anal, la recomendé que se dedicara a la prostitución, que tenia futuro… Aunque no creo que me oyera con los gritos que pegaba.
Una tarde en que me sali de la escuela y me regrese a la casa pude ver como era tomada por un chico casi de su misma edad y yo metida en la cocina ahi vi todo.
Me mojé los dedos en saliva y se los pasé por el chocho. Acerqué su cuerpo hasta mi aparato, coloqué la punta de mi capullo entre los pliegues de su coño y empujé hasta que sus rizos chocaron con los míos.
Después de 10 minutos el saco su verga de mi rajita y se sentó junto a mi, yo me quede como desmayada en el piso de la sala y de lado, desnuda y escurriendo semen de mi panocha y me incline un poco y vi mi panochita de un tamaño casi de una pelota de béisbol y hasta metí una mano solo 4 dedos dentro de ella.
La besé y mientras hacia esto dirigí mis manos al cierre de su sostén que cayó con facilidad, al notarlo baje mis labios de sus labios a sus pechos, los bese dulcemente, rodeando sus erectos pezones, tras esto me arrodille ante ella y bajé lentamente sus braguitas dejando a pocos centímetros de mi vista su precioso sexo, al verlo bese su escaso vello púbico y di un par de lametones a su ardiente sexo.
Esta historia fue de lo mas intensa que he vivido en toda mi existencia. Si alguna vez tienes la oportunidad, si te gusta tu primo!, solo hazlo no tienes nada que perder... solo la virginidad!.
En aquellos años en que todavía existía en algunos colegios incluyendo el mío la imposición de natación obligatoria al desnudo para los muchachos varones que cursaban la secundaria.
En aquél entonces fui a tomar clases de aerobics a un gym que estaba cerca de mi casa; se me ocurrió esa idea después de que mi cuerpo comenzaba a perder su forma, es decir, no era una chava con un supercuerpazo, al menos no como el que tengo ahora, pues antes mis medidas eran 85 – 70 – 112, y actualmente tengo 90 – 60 – 95, así que se podrán imaginar la lujuria y el deseo que provoca mi cuerpo hoy día.
Mis dedos entraban fácilmente en su húmedo coño rojo, mi otra mano iba de sus tetas que apretaba con fuerza a su boca donde su lengua lamía mis dedos sin cesar y volvían a sus pechos para agarra sus pezonazos, estirándolos y pellizcándolos hasta que gritaba de dolor y placer, metí uno de mis dedos en el orificio diminuto de su ano.
Una vez me masturbé detrás del mostrador, me saqué las bragas discretamente y con la mano izquierda empecé a masturbarme, ese día había mucha gente en la tienda esperando para comprar pero yo erre que erre con la manita, al rato la saqué de mi vagina chorreante que desprendía un olor muy fuerte y de tan perceptible que era ese perfume de sexo tuve que ir a lavarme al mano a la trastienda
Y mientras tus músculos estirados aspiran el caliente licor, mis hilos de esperma inundarán tu trasero, tu espalda o boca, de tu grito extasiado brotará tu néctar vaginal. Ambos derrengados por la fuerza de la conmoción, rodaremos sobre nuestro lecho extenuados con la mirada perdida de felicidad. Nuestro vínculo sicalíptico se cumplirá.
Conoci a esta muchacha, que tenia fama de ser algo mojigata, nunca habia tenido novio y era algo prácticamente imposible el que tuvieras, ya no dijeras sexo, ni un faje con ella; nada más alejado de la realidad. Chabela es una muchacha gordita, pero con un par de tetas impresionantes y un culo de miedo.
Levantó la ceja y estudio mis informes mientras yo le estudiaba a él en la oficina tenia aire acondicionado, así que se permitía el lujo de llevar corbata y chaqueta mire y note que no estaba mal, cuello poderoso y atractivo pasaba los cuarenta.
La historia empieza cuando estaba en el chat, hablando con mis amigos y conociendo gente, y de buenas a primeras me dice un chico con nombre sexy, que si quería cibersexo, en condiciones normales le hubiera mandado a tomar viento fresco, pero me dio un arrebato y seguimos una conversación normal hasta que irremediablemente salió el tema del sexo
Alicia aparentemente estaba enterada que podía dominar a Paul como quisiera porque cuando éste se acercó algo nervioso para abrazarla, ella le dijo que la excitaría de sobremanera si Paul le enseñaba primero su buen estado físico haciendo algunas flexiones para ella.
Entonces noté que se estremecía dentro de mi y un líquido caliente me llenaba por dentro, escurriendo por mis muslos hasta casi mancharme los calcetines, fue maravilloso tener aquel orgasmo los dos a la vez mientras metçia el dedo entero en mi culito que ya estaba ardiendo y caliente de deseo.
Esa mañana discutía con mi madre ya que quería me acompañaran mis hermanos a la excursión a la playa, ¡Mama ya me habías dado permiso para ir sola! ¿por qué ahora quieres que vayan Laura y Armando? (Laura de 13 años mi hermana y Armando de 10 años mi hermano) Se acabó o vas con tus hermanos o no vas ningún lado.
Me dijo que ahora estaba felizmente casada y que podíamos fantasear sobre su comportamiento lascivo, pero ahora no quería ya coger con otros hombres y quería dedicarse únicamente a mí.
Abrí uno de los cajones del archivo para buscar los papeles que necesitaba , el cajón se trabo y él acercándose desde atras pasó las manos hacia adelante y lo empujó, luego las apoyó en su cadera y me acerco hacia su cuerpo.
El Conde notó como pequeñas cuentas de sudor empezaban a formarse en sus sienes. La enorme cantidad de placer que llenaba su cuerpo hacía que el reprimir su irreprimible orgasmo, le costará muchísimo más esfuerzo de lo que le había costado nunca. Aquel orgasmo le estaba haciendo sufrir como nunca recordaba.
Había llegado junto a ella por el sexo, que era la razón de vivir de Antonio, pero a ella se le había pasado desde el cuerpo al alma , estaba enamorada y eso la tenía aterrada.
Entre a la iglesia hacia las nueve caliente como una perra en celo , mire al altar y habían un montón de velas negras colocadas ordenadamente para dibujar el símbolo de Satán, había sangre por todos lados y Roberto se encontraba desnudo, entonces se cerró la puerta tras de mi de golpe, intente abrirla pero no pude.
Llevaba un viejo vestido verde de estar por casa con una fila de botones desde el pecho hasta la barriga y debido al calor del verano llevaba varios botones abiertos, esto hizo que uno de sus pechos casi saliera de su prisión, podía ver la oscuridad de su pezón y cuando me dí cuenta la erección había vuelto.
Los dos trabajaban en el mismo taller de reparación de coches y eran íntimos amigos, ambos tenían 24 años y como buenos deportistas que eran, tenían cuerpos bien formados y ni una pizca de grasa.
Agregó que, desde ese día, se acostaba más temprano, y en la intimidad de su lecho se acariciaba intima y suavemente con sus dedos y con ellos mojados se humedecía los pezones para luego tenderse boca abajo apretando los muslos y dejarse invadir por esa sensación agradable que la llevaba hasta el sueño.
Yo estaba gozando un montón, con 3 pollas en mi boca y en mis manos y un chaval haciéndome un dedo, ellos lo notaban, y como ya no me importaba nada les anime – Chicos – No os gustaría meter vuestras pollas en mi coño?.
Apure mi cigarro y lo tire, me dispuse a observarla detenidamente y procurando que no me viera apague mis luces, ella es una mujer aun cuando no es muy bonita tiene un cuerpo muy bien cuidado aun cuando ya es madre de mas de tres, su cintura es plana a pesar de los embarazos, sus senos han crecido debido a lo mismo y tiene una caderas que son la envidia de las señoras de esta calle.
El amor entre ella y Gabrielle sería una distracción, llevando la atención de Xena lejos del combate. Estaría más interesada en Gabrielle que en ella misma, una situación que proporcionaría a Ares muchas oportunidades de aprovechar esta nueva debilidad. Sin tardanza, la guerra reinaría y Ares sería más poderoso que nunca.
Sentí su mano acercarse a la entrada de mi vagina. Revolvía mi matita de pelillos púbicos y acercaba su dedo medio a la entrada de mi vagina. Abrió mis labios vaginales y lógicamente se entero de mi humedad. Me miro y sonrío.
Una vez hablando con Carlos de sexo, nos explicamos las cosas que les gustaban a nuestras respectivas parejas: a Judith, solo que le acariciaras un poco los pechos, ya empezaba a gemir y se ponía muy caliente: a partir de ese momento era tuya y podías hacer con ella lo que quieras.