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Esto es lo que me pasó cuando ayudé y consolé a mi vecina

La besé y mientras hacia esto dirigí mis manos al cierre de su sostén que cayó con facilidad, al notarlo baje mis labios de sus labios a sus pechos, los bese dulcemente, rodeando sus erectos pezones, tras esto me arrodille ante ella y bajé lentamente sus braguitas dejando a pocos centímetros de mi vista su precioso sexo, al verlo bese su escaso vello púbico y di un par de lametones a su ardiente sexo.

Una mamá para cuatro II

Los otros que se habían corrido aprovechando que mi esposa estaba a cuatro patas y sus pechos colgaban como los de vaca, se situaron cada uno de ellos dos, en cada pecho de mi mujer y comenzaron a ordeñarle literalmente la leche de sus colgantes tetas, cayendo literalmente de sus pezones a sus bocas abiertas.

Mi maravilloso primo

Me la saqué de la boca, se la pegué contra el vientre y le comí las bolas, una a una, delicadamente, pasándole la lengua primero y metiéndomelas de a una después. Las tenía duras, rebosantes de leche aunque hacía apenas unos minutos había descargado una buena cantidad.

Es algo para vivir

El pasillo de la universidad esta lleno de nuevos estudiantes! que jóvenes me parecen! ya hace más de tres años que termine la carrera y hoy fui a saludar a Marisa, la chica (52) que trabaja en la biblioteca, ella me ayudo mucho en conseguirme ese libro de derecho constitucional, al encontrarme en su oficina, estaba ella, morocha delgada, su busto bien formado y el traje entallado, decían a voces de sus ejercicios fue Marisa quien me la presentó, su nombre Soledad, pensé enseguida que no le quedaba bien, pero al escucharla

Compañeras de facultad II

Cuando su amiga nos descubre tratamos de explicar lo que sucedió mientras nos arreglábamos la ropa, al no caber los tres en el reservado Jessica (la rubia) se va dejándome solo con Marcela, cuando estamos solos me dice que me desea y que podría calmar la calentura que le hicimos agarrar con nuestro espectáculo de susurros y por lo que vio al descubrirnos, al no responderle se acerca a mi y me besa en los labios mientras que con una mano

El mirón

Cuando llegue a la playa me puse a tomar el sol tranquilamente, después de estar un buen rato , no recuerdo exactamente cuanto tiempo, decidí irme a una de la playa a una pequeña calita que estaba cerca mas tranquila, a llegar allí debían ser sobre las seis o las siete, ya casi no había nadie, así que extendí mi toalla en una pequeña zona que había arena y me tumbe.

Como desvirgué a mi cuñadita I

Yo seguí bombeando hasta que no aguanté y sentí que me venía, y estuve a punto de sacarla, pero me dijo en un balbuceo rápido, tomo pastillas!!, con lo cual se la volví a meter hasta el fondo y la inundé con mi leche en tal cantidad que rebalsaba por sus labios vaginales y corría por sus nalgas mezclada con sus jugos cada vez más abundantes, y al mismo tiempo bañaban mis muslos y encharcaba las sábanas.

Empleada eficiente

En las horas de la tarde los insectos, principalmente los mosquitos, hacen la vida imposible en esta ciudad húmeda entre los ríos, que la cobijaron en su segunda fundación, la plaza principal es una zona de encuentros de los personajes del poder, que caminan por la casa de gobierno, tribunales, la catedral o el colegio de los jesuitas.

Nunca pensé que ejercitarse sería tan sensual y entretenido

En aquél entonces fui a tomar clases de aerobics a un gym que estaba cerca de mi casa; se me ocurrió esa idea después de que mi cuerpo comenzaba a perder su forma, es decir, no era una chava con un supercuerpazo, al menos no como el que tengo ahora, pues antes mis medidas eran 85 – 70 – 112, y actualmente tengo 90 – 60 – 95, así que se podrán imaginar la lujuria y el deseo que provoca mi cuerpo hoy día.

Las hermanas

Nos recostamos un rato y tomamos un par de cervezas mas mientras nos acariciábamos todos, mi pene seguía erecto y montándome sobre Marianita en posición de misionero la penetre suavemente, era una sensación extraordinaria, la cuquita de esa niña era estrechita, muy caliente y suave, ella solo gemía y abría bien las piernas para facilitar mi penetración

Rosa III: Elena

Su cabello era negro azabache, le llegaba a la altura de los hombros, y enmarcaba una cara de belleza latina de ojos también negros y grandes, que le daban a su mirada un aire de ingenuidad que contrastaba con la malicia que su sonrisa pícara transmitía desde esa boca grande y sensual de labios carnosos tan de moda en los últimos años.

Sueños con la profesora

Estaba a pocos metros del cielo, en mis manos un vehículo hermoso, convertible, tapicería de cuero, buena música y un motor que daría envidia a cualquier corredor de carros y mas aún, a mi lado, dos hermosas y celestiales piernas que sostenían el cuerpo y cara mas divinos que yo había conocido, ni qué decir de su cola, parte la que sostengo, es la primera que nos fijamos los hombres en una mujer, eran firmes y levantados