Por coincidencia acude a una fiesta con una chica que siempre le había gusta, solo que estaba casada y tenía un aire bastante altivo.
Entonces,yo acudía por la tarde a la escuela, y en una de aquellas tardes en un espacio libre que tuvimos, se dio un intercambio de revistas porno, para ello, nos pusimos de acuerdo algunos compañeros de clases para realizar éste intercambio.
La ropa que me había proporcionado era bastante sugerente: unas finas braguitas de encaje blanco que a duras penas podían contener el volumen de mi polla, unas medias transparentes y un vestido muy corto y que permitía disimular la falta de pecho con algo de relleno.
De pronto me la quita, con mi consiguiente protesta, y escupe sobre ella un par de veces, como antes hizo en mi polla, lanzando dos espesos escupitajos sobre la zona del capullo y restregándolos por todo el prepucio.
Entonces entramos a la casa y nos dirigimos a mi cuarto, puse el canal de MTV para estar escuchando música y me senté en mi sofá, ella se sentó como siempre en mis piernas, y empezamos a platicar de cómo era donde estudiaba, si tenia novia, mientras ella jugaba con el cabello de mi cabeza.
Yo que enseño a bailar salsa en un centro de baile pues le comente el tema y como no me pidió q la enseñara por que así su novio cuando viniera iba a sorprenderse de como bailaba, ya que a el también le encanta bailar en las discos esa música.
Sus piernas se habían abierto sin remedio y yo seguía besándole el cuello y mi otra mano estaba debajo de su camiseta, amasando su sostén con fuerza. Ni si quiera se daba cuenta de que la estaba arrastrando a una zona más oscura donde había un par de parejas medio desnudos en los sofás.
Alba paró y se puso de pie y se acercó a mi hermana y comenzó a besarla, esa situación me daba mucho morbo, entonces mi hermana se arrodilló frente a mi y comenzó a chupármela mientras Alba le comía todo su coñito.
Nosotras veíamos los juegos por la ventana. Uno de los chicos, el más travieso, en un descuido se adueñó de una botella de licor de la casa, bebiendo parte de ella a escondidas de los demás. Sentíamos la jarana hasta que llegó el silencio. Nos dispusimos a ir a la cama.
Volvimos en silencio. Solo había estado media hora en su oficina y todo lo que había fantaseado con ese encuentro se esfumó camino de regreso. Solo cuando entramos, volvió a tomar contacto.