Ató un perro en cada argolla y yo fui llevada por toda la estancia con la correa, caminando a cuatro patas al lado de mi ama dándome tirones de vez en cuando para ir corrigiendo mi posición, un paso por detrás de mi ama pero no mas, siguiendo su ritmo de marcha, unas veces lento, otras más rápido, parándonos y enseñándome a sentarme con la cabeza alta y el culo a ras de suelo, era algo humillante
Las cosas no me fueron muy bien y encima seguro que después de este mosqueo mi novia no volvería ha hablarme y perderla era lo ultimo que yo quería, porque es una chica maravillosa, solo que no entendía que Lidia iba a poder darme cosas que ella no podía darme.
La fricción de semejante pedazo en las paredes de mi vagina... forzada por mis rotaciones para apurar la penetración... queman por dentro la suave piel de mi sexo como el chorro de un lanzallamas.
Forcejeé un poco, perfecto, no puedo soltarme, la fantasía que había imaginado era que me secuestraban y me tenían encerrada, atada como estoy, y que de repente tenía necesidad de satisfacer mis deseos sexuales y tener un orgasmo, o varios, yo solita, así, atada como estaba.
Un punto importante es que sea buen conversador, pues de igual manera es incómodo no tener nada que decirse luego de tener relaciones, aunque es cierto que mientras menos se hable más se gozaría.
Aquella presentación anunciada, nos llevo a un estado de conexión magistral, hablamos durante horas, olvide a mis amigos, olvide el lugar en el que me encontraba, y olvide también cualquier otro asunto que no fuera el movimiento hipnótico de sus labios, donde yo tenia puesta todo mi atención.
Ahora pienso, siento como si me acabara de correr otra vez. Voy recordando un sueño que he tenido con el camarero de la piscina, el morenazo con los ojos verdes. Bueno dos polvos en una noche, a cual mejor, no está mal para el primer día de hotel.
Sintiendo asco, cogió el pene que tenia frente a su cara y se lo llevó a la boca, engullendo el capullo, notó el sabor agridulce de los restos de orina y sudor, el muy cerdo no se había lavado, pensó, pero dejó a un lado sus pensamientos y se concentró en mamarle la polla que ya sentía como se ponía tiesa contra su paladar.
Puesto que mi esposo no estaba de viaje le dije que volvíamos a tener una cena pero en lugar de departamento era con un reducido número, a él no le extraño pues estas cenas de 'petit comité' eran habituales y lo único que hizo fue decirme que no volviera tarde pues al día siguiente debía madrugar.
Sentí como mi pecho se llenaba de chorros de leche espesa y caliente, hasta mi boca fue alcanzada por ella la que lamí con mi lengua. Entonces sentí que mi culo se llenaba de leche a la misma vez, el chico daba gritos de placer ,mientras se venia dentro de mi culo.