Sexo oral, y anal, muy sucio, si eres de los míos no te importa a qué le huele y como lo trae, somos como animales, más excitante su olor natural, este relato me pasó en un hospital donde cuidaba a un familiar, conocí a una chica muy caliente que no tardé en aceptar el coqueteo y me la cogi.
Siguen las confesiones de mi esposa. Ella me cuenta y yo escucho atentamente sus historias. Me cuenta como se follo a todos los que ella quiso, sin que yo me de cuenta de todo lo que ella hacía a mis espaldas.
Mientras nos besábamos me acomodé y con mi mano derecha tomé tu miembro aún erecto y lo acomodé en la entrada de mi sexo y lo introduje. Lentamente empecé a bajar mis caderas al tiempo en que tu pedazo de carne se iba internando en mi interior...
Siguen las andanzas sexuales de mi esposa, solo que esta vez es ella la que me cuenta todas y cada una de las veces que me hizo cornudo, con lujo de detalles.
Continuación de como mi esposa pasó de ser una esposa santurrona, a la más puta de todas.
Éste es el comienzo de como mi esposa, una mujer común y corriente, pasó de ser la santurrona que conocí hace más de 20 años, a transformarse de a poco en una mujer necesitada de sexo.
Estallé dentro de ella mientras su coño se contraía sobre mi polla. Arqueó la espalda, echó la cabeza hacia atrás y soltó un grito corto antes de desplomarse sobre mi pecho con la cabeza en mi cuello, sus pezones presionándome y sus dedos tirando de mi pelo.
Los chicos siguen explorándose, aunque ya están algo creciditos para eso; aunque no podemos culparlos, el bosque de noche inspira algo de lujuria ¿O no? continúa leyendo si quieres saber como siguen las andanzas eróticas de estos tres; a menos que quieras algo más que solo leer...
Alguien nuevo se convierte en víctima de los efectos de las hormonas.
Les platico a detalle cómo ha sido mi experiencia espiando a mi madre con su rica vagina peluda