Mamá estaba preciosa en aquella pose, me entraron ganas de dejarme caer de la viga y subirme sobre ella, y penetrarla, mi madre es una mujer preciosa y tiene un cuerpazo de miedo, además su sexualidad es muy potente y seguro que cualquier hombre disfrutaría con ella como con ninguna.
Carla se agacho y comenzo a chuparmela con maestría , mama la agarro de la cabeza mientras con la otra mano me sobaba, yo por mi parte le sobaba las tetas a mama, luego mama se separo un poco para desnudarse mientra la tia seguia chupándomela, cuando se hubo desnudado del todo tomó el relevo y Carla fue a desnudarse, yo podía ver sus enormes pechos y su coño,luego las dos continuaron la mamada intercambiándose besos cerca de mi polla.
Los fines de semana los pasaba en Lugo, desde el viernes al medio día hasta el domingo a la noche, había solicitado permiso en el trabajo para durante dos o tres meses poder tomar las tardes de los viernes solo con la intención de irme con Sole a su casa y poder aprovechar un poco más el fin de semana.
En ese momento el perro se paro con su miembro frente a su cara y ella sintió los pelos del animal dándose por enterada del asunto.
Manolo es un camionero que viaja por toda Europa. Esta vez es seducido por un joven e inexperto francés.
Rondando la cincuentena estoy rememorando mi primera relación sexual, a los dieciséis, no, en realidad no, para ser justos debo remontarme a los trece, donde inicié el camino que he seguido hasta ahora, y que si bien lo inicie yo solo fue determinante para mi elección.
Parte de una serie de confesiones desde que nos iniciamos en las relaciones con las criadas.
Cuando entraron Luis y Jorge se quedaron pasmados de ver semejante hembra, con un cuerpo increíble, una bellísima cara, y sus ojos irradiando pasión y lujuria, y devorándolos con esa mirada de hembra ansiosa de ser follada intensamente. Inmediatamente en sus pantalones se notó la protrusión de sendos bultos, que hablaban de su estado.
Una carta enviada a Rachel para contar como va la historia con su madre y sus intentos de tener sexo con ella.
Y después de arrodillarme ante la polla que me había hecho cornudo y darle las gracias con besitos y diciéndole que estaba muy agradecido por lo feliz que me había hecho al hacerme cornudo, ella me ha cogido de la mano, me ha levantado y me ha llevado a la mesa de la cocina. Me ha mostrado un manojo de folios y me ha dicho que firme al final de ellos, sin leer.