Eso definitivamente hizo que me excitara mucho ya que pues bueno estábamos solos (a excepto de los vigilantes de la entrada), y con una platica medio erótica, en fin yo sin mas ni mas le pregunte que si no le gustaría intentarlo, a lo cual me respondió con mucha simpatía.
Ella sintió la leche tibia adentro de ella y se ve que se excito mas porque el ano se dilato mas y comenzó a hacerse otra paja. Me seguí moviendo hasta que quede seco y ahí lo saque.
Prefirió mantener relaciones con su marido dos o tres veces por mes, era un acto rutinario, que esos métodos modernos solo complicaba, recordando mejor al principio no fue así, en esos momentos sintió esas ganas que la llevaron al lecho de el varias veces .
¿Ay! Grité, al sentir una tremenda punzada en mi hoyito. ¡Dios que dolor! Espera espera, le pedí. Aquella punzada que me había dado, hizo que mi polla se desinflara como si quedara sin vida, y el dolor que había sentido, subía por toda mi columna vertebral. El muy hijo de puta, ni siquiera dejó que mi culo se preparara para recibir aquella gruesa polla.
Se incorporó David y me besó en la boca, haciéndome partícipe de mis propios flujos. Volvió a acordarse de mis pechos y de mis pezones y yo de su boca y de su pene. Le pedí que me follara ya, que no aguantaba más. Me pidió que se lo dijera de nuevo.
Estaba viendo como un jovencito maricón, tenía los pantalones y slip bajados hasta los tobillos, estando inclinado, chupando la polla a aquel viejo.
Ya he escrito algún relato sobre la humillación de ser alimentado a la fuerza. Es un fetiche más o menos reciente y queda mucho por descubrir. He recibido algún correo de alguien que también le ha interesado y me propuse escribir un cuento. Espero que les guste, sino te gusta este tipo de humillación mejor no seguir leyendo.
Se tumbó de espaldas y la besé y la acaricié con la lengua todo el cuerpo, (me encanta el sabor de su piel y su suavidad, no se imaginan lo suave que es), cuando llegué al clítoris, se dio la vuelta y empezó a chuparme a mi también, hasta que llegamos al orgasmo.
Cuando me vio venir por el fondo de su calle y me reconoció, de inmediato salió de su casa tan a la chita callando como lo había hecho yo instantes antes, mas para evitar ser descubiertos por alguno de sus familiares, caminó hacia la esquina y dio vuelta, obligándome a mí a seguirla.
Ya todo mundo se abrazo y ya para ese entonces todos mis tíos andaban súper borrachos lo cual a mí me molestaba por que no me iban a dejar dormir, en eso mi tía se empieza a despedir de todos y yo le dije que si no había problema de que yo me quedara a dormir en su casa ella de inmediato contesto que si.