Nosotros acostumbrados a estar solos nos paseamos desnudos por la casa, y como hemos contado antes incluso cuando esta la sirvienta o criada, y es habitual en nosotros que de repente tengamos relaciones en cualquier parte de la casa, ambos gozamos a plenitud el sexo, además de la excelente comunicación que tenemos.
En ese momento estás con la polla tan tiesa y el coño tan húmedo que nos da igual a ambos. Que queréis que os diga. Un sueño, aquello es como un sueño. Yo que nunca me había acostado con otra mujer que no fuera la mía, estoy con dos!
Llegó el momento y me presenté puntual en su casa, salió a abrirme ella y nada mas verla, ya sentí como un impulso me recorría el espinazo, llevaba puestos unos minipantalones de pijama(que me dejaban adivinar sus braguitas) y una camiseta de tirantes sin sujetador, pero tuve que calmarme porque su familia estaba en casa.
Terminando de darle esa mamada a Elena tomo a Mónica de la mano y la pongo de frente mío y la empiezo a penetrar mi calentura era tal que no creía lo que me estaba pasando, seguía cogiendo a Mónica y Elena nos lamia los sexos a Mónica y a mi.
Entonces Ruth se levantó para meter el video y resulto ser una pelicula....pero...no era precisamente Scream... era una película porno, yo cuando la puso no sabia que hacer ni a donde mirar, pero entonces les pille el rollo a las dos bombas que tenia al lado...
Poco a poco nos fuimos desnudando y una vez en la cama le recorrí todo su cuerpo con mi lengua, primero me detuve en sus pezones hasta que se pusieron firmes, luego en su vulva jugosa, chupándola y observando como se retorcía de placer.
Tenía un tatuaje en uno de sus grandes senos- que por cierto no llevan silicona- ; el culo es pura pornografía. Coincidimos en que nuestros cabellos son largos y rubios. Y en cuanto a Juan , que todos los días va a un gimnasio, la tenía dura como siempre.
Pero no entendía por qué, su estado de embriaguez provocaba que no pudiera evitar entusiasmarse con la idea, porque en el fondo siempre lo había deseado, y, el colocón la hacía lo suficientemente atrevida como para plantearse seriamente hacerlo delante de esos hombres.
Como veía que no le decía nada y me había quedado quieto, el viejo se iba animando, y ahora me estaba bajando poco a poco el pantalón del chándal. Primero me sacó los huevos y a la vez que me los agarraba, con la otra mano me iba bajando por detrás, para que me quedara el culo al aire.
La habitación era amplia, limpia y decorada en estilo sencillo, un amplio balcón entreabierto permitía divisar una pequeña laguna en la que la luna y las estrellas se reflejaban con una claridad que más parecía que flotaran sobre el agua, el viento había dispersado la tormenta y ya no llovía, el frescor de la noche y el olor a tierra empapada se colaba por la puerta del balcón.