Ahora la situación era mas crítica. Sabia que ella era cómplice, pero mis manos no podían ir mas allá de donde estaban. Rocé nuevamente sus pies y ella me correspondió con los suyos. Iniciamos una apasionada caricia de pies debajo del agua mientras escuchábamos las odiseas del Olimpo.
Se conocían desde pequeños y habían ido a la misma escuela, por ello nunca se había fijado en ella como una chica a conquistar sino como una amiga, a pesar de que era una de las más hermosas y calientes del colegio según comentaban sus amigos que le envidiaban por su relación con ella.
Desde ya hace algún tiempo, descubrí que me excita muchísimo imaginar que mi esposa tiene una relación sexual con otro hombre y las primeras veces que le comenté mi fantasía, me dijo que estaba loco - que ¿cómo le podía proponer eso?
Sin embargo, y según seguíamos hablando del tema, notaba como cada vez me calentaba yo más y, ante mi más atónito asombro, me pareció notar como ella se estaba poniendo muy cachonda también. Acabamos confesando que estábamos los dos muy calientes con aquella conversación y que probablemente, un intercambio de parejas nos excitaría sobremanera a ambos, aunque al final decidimos hacerlo sólo de pensamiento (por ahora, deseo yo...).
Cuando la hojeé comprendí que en mis manos estaba el pasaporte a una zona de transgresión y que quienes surcaban esa zona no eran divas, modelos, artistas o empresarios en sus cruceros, sino gente como yo, parejas y matrimonios que se atrevían a vivir a contramano de la moral y las sanas costumbres. Escondí la revista pues sentía vergüenza de que me vieran con ella.
Un matrimonio conoce a una pareja estupenda, tomaron unas copas juntos y pronto se les notó la cara de ambos de querer poseerla, ya que ella sabía muy bien la manera de ponerlos cachondos.
El estar rodeado de mujeres como muchos hombres desean a menudo es sinónimo de soledad en el amor, nunca estamos del todo contentos con lo que tenemos.
Irene se puso cachonda a mas no poder, las copas y mis manos se encargaron de llevarla a ese punto, tanto que me pidió que nos fuéramos de inmediato y que les inventáramos cualquier cosa para ya no recibirlos en la casa, pero en lugar de eso les sugerí a todos irnos juntos y continuar la fiesta en la finca.
Llevaba tiempo saliendo con mi actual pareja, Fermín. La verdad es que la cosa iba bien, pero tenía la sensación de que la relación se estaba estancando un poco, y sobretodo en el tema sexual. Los momentos apasionados del principio se estaban acabando y cada vez parecíamos más un matrimonio al uso.
Una pareja sale a cenar a un restaurante poco frecuentado y poco a poco van excitando al camarero que los atiende hasta llegar a invitarle explícitamente a unirse al juego sexual.
Una pareja encuentra un indescriptible morbo en hacer que ella se vea con sus amantes para luego mostrar a su marido como chorrea semen de su vagina mientras le relata como ha sido poseída.
Dos parejas, entre las que se encuentran prima y primo, están muy excitados en un establo, haciendo el amor. Una cosa lleva a la siguiente y, además de hacer intercambio de parejas, terminan por hacer que el caballo penetre a una de las chicas.
Una mujer, viuda desde hace poco tiempo, comienza a despertar del letargo sexual en el que ha vivido todos estos años, desde un acontecimiento sin aparente importancia: ver a una pareja haciendo el amor en la casa vecina.
Una pareja fantasea con la idea de meter a un tercero en la cama para un juego sexual, pero no terminan de cumplir su idea hasta que él habla con su mejor amigo...
Una pareja va de viaje a Cancún para celebrar su aniversario de bodas. Allí encuentran en el hotel a una enigmática y formidable mujer que cautiva completamente al marido. Su esposa arregla un encuentro...
Una pareja se encuentra casi por casualidad y llegan no solo a la cama sino a disfrutar plenamente de sus cuerpos y enamorarse en un solo día, primera vez para muchas cosas.
Un grupo de parejas se reúne a cenar. Con las copas de la sobremesa llegan los juegos eróticos y una de las chicas se queda desnuda ante ellos y se va a una habitación a masturbarse...
Nuestra pareja de lascivos exhibicionistas se propone hacer el amor en un jardín de un hotel donde se celebra una boda cuando se percatan de la presencia de otra pareja de semejantes intenciones.
Una pareja va a pasar unos días a una casa en la playa junto con otra pareja. Lo que era meramente una relación de compañeros de trabajo se va haciendo más íntima. El ambiente se caldea y termina en un tórrido intercambio de parejas.