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Me ocurrió hace unos días

Me ocurrió hace unos días

Somos un matrimonio de 42 años yo y 36 ella, llevamos 8 años casados, vivimos cerca de Alicante y los nombres son inventados.

Yo soy muy activo sexualmente y a mi mujer le cuesta bastante más arrancarse, pero he descubierto que si consigo mediante juegos y situaciones ponerla caliente, es una verdadera fiera, bueno os cuento que el viernes de la semana pasada le dije de salir a cenar y a dar una vuelta, ella me dijo que sí y cuando llegué a casa, se estaba duchando y preparando para salir, yo me arreglé y entre bromas y toqueteos, le dije que se pusiera guapa que quería disfrutar de ella.

Mi mujer sabe que me encantan las faldas y las tangas, cuando más pequeñas mejor y que vaya un poco provocativa. Cuando terminó de arreglarse, la vi que llevaba una falda negra que compramos con una abertura en el lado y una blusa blanca que transparentaba bastante el sujetador que llevaba, cuando la vi le indique que estaba para comérsela allí mismo, ella entre risas dijo que nos fuéramos ya.

Nos fuimos a un pequeño restaurante que hay cerca de donde residimos que es un encanto, además de comer bien se está tranquilo y se puede hablar sin prisas. Nos atendió un camarero muy amable y que desde el principio vi que se fijaba en la blusa de mi mujer que como he dicho transparentaba bastante, nos trajo un aperitivo y mientras yo le insistía a mi mujer que estaba muy buena, ella se sonreía y yo le decía que para muestra las miradas que le tiraba el camarero, ella me día que no era para tanto y que todo eran fantasías mías, le dije que se fijara un poco más y ya vería que lo que le decía era cierto, al ratito vino el mismo camarero a tomarnos nota de lo que queríamos cenar y después de pedirle lo que habíamos decidido nuevamente nos dejó solos y yo volví a insistir en lo que estaba notando, ella ya me decía que bueno podría ser, pero la noté muy excitada y con ganas de marcha, después de traernos los primeros platos y la bebida, le propuse a mi mujer que porque no jugábamos un ratito a provocar, ella me dijo que estaba loco que estábamos en un local público, yo le hice ver que sólo era un juego y que estábamos bastante solos ya que en el restaurante hay dos salones y en el que estábamos sólo había otra mesa que ya llevaban rato cenando, después de un ratito de algunas copitas de vino, le volví a insistir que jugáramos acariciándola un poco las piernas por debajo de la mesa a lo que ella no sé si por la situación o por el vino que llevábamos ya me pregunto que qué teníamos que hacer, le insistí en que el camarero no le quitaba ojo de encima cada vez que venía y que podríamos jugar un ratito, ella me volvió a decir ¿qué quieres que haga?, ante esto le propuse que como ya nos faltaba poco para el segundo plato por qué no iba a los aseos y se quitaba el sujetador, yo pensé que me iba a decir que no, pero sorpresivamente me miró y levantándose, salió del salón y al poco rato volvió a sentarse y para mi sorpresa el sujetador había desaparecido estando en su lugar unas tetitas que conozco a la perfección y que estaban en plena erupción los pezones ya que levantaban la fina tela de la blusa que llevaba, ella me susurró qué satisfecho, yo le dije que estaba encantado y con una erección de caballo, ella acercó su mano a mi entrepierna y me masajeó por encima de los pantalones mi polla que estaba a mil.

Yo sólo hacía mirar a los pechos de mi mujer y estaba excitado pensando en cuando iba a venir el camarero y cual iba a ser su reacción, al poco rato vino nuevamente a la mesa a retirar los platos y cubiertos del primer plato e inmediatamente como yo imaginaba se dio cuenta del cambio sufrido en mi mujer, ya que aunque ella intentaba disimular un poco, creo que por el morbo y por la calentura que debería del levar, los pezones parecían unos pinchos elevados, el camarero sólo hacía mirar los pechos de mi mujer y yo mirarlos a los dos, esto sólo fueron unos treinta segundos pero pude ver cómo él descaradamente la miraba y luego me miraba a mí como diciendo joder aquí hay plan, se retiró con los servicios y al momento volvió con la excusa de quitar las miguitas de pan y que miguitas, las mías pasaron desapercibidas pero delante de mi mujer parecía que hubiera toda una panadería, ella se había puesto bien sentada por lo que el camarero tenía una perspectiva excelente de mi mujer y de sus pechos, nuevamente se retiró y yo le pregunte a mi mujer que cómo lo llevaba, ella muy excitada me dijo que muy bien y me puso su mano sobre mi polla diciéndome estás como un burro y yo estoy excitadísima, me acerqué más a ella y puse mi mano sobre su falda acariciándola un poco y le dije por qué no te quitas las bragas, ella miró alrededor y como la pareja que estaba cenando no podía verla y no había nadie más con dos movimientos rápidos se bajó la tanga y se quedó sin ropa interior, como aún no nos había traído el segundo plato le dije que se levantara un poco la falda y que se separara un poco de la mesa, ella así lo hizo y yo le estaba acariciando el coño cuando vi que venía el camarero con los segundos platos, dejé de hacer lo que hacía pero sin quitar la mano para evitar que se bajara la falda, el camarero nos puso el plato primero a mí y luego a mi señora y seguro que vio cómo yo tenía mi mano en el coño de mi mujer e incluso pienso que pudo habérselo visto, nos sirvió y se apartó de nuestra mesa pienso que muy a su pesar ya que supongo tenía que atender otros comensales del otro salón, dejé un poco tranquila a mi mujer y siguiendo con la conversación le pregunté nuevamente cómo se sentía y ella mirándome fijamente como yo sabía que lo hacía cuando estaba muy excitada, me contestó que yo que pensaba y me dijo a continuación con unas ganas locas de follar.

Bueno terminamos los segundos platos y nuevamente el camarero se acercó para retirarlos e inmediatamente vino nuevamente a retirar las miguitas de pan, pero esta vez solamente las retiró a mi mujer y con la mala fortuna de que le cayeron encima de la falda, (yo pensaba que esto iba muy lejos para mi mujer), pero ella con toda naturalidad se apartó un poco de la mesa y dejó al chico quitarle con sus manos las miguitas que le había caído encima de la falda, lógicamente el camarero tardó una eternidad en retirar su mano que yo no vi pero imagino que sobó a conciencia a mi mujer, se retiró un instante y mi mujer me dijo que estaba súper excitada y que si no nos marchábamos a follar llegaría allí mismo, le pregunte que había sentido y me dijo que el chico la había acariciado muy suavemente pero la había acariciado.

Vi cómo volvía el camarero y nos indicó qué queríamos de postre, le pedimos unos postres de la casa e inmediatamente volvió con el carito de los pasteles y nos los mostraba yo empecé a levantarle la falda a mi mujer nuevamente cuando él estaba mostrándole a ella los pasteles y le recomendó uno pero no apartaba su vista de mi mujer la cual ya no podía más y estaba con las piernas abiertas y mostrando como yo la acariciaba, el camarero no sabía qué hacer pero tampoco se marchaba y una vez puestos los pasteles, se quedó al lado de mi mujer y yo veía como su bulto había crecido exageradamente, cuando le puso el plato a mi mujer le dijo que el pastel no hacía meritos con ella, mi mujer con toda naturalidad y creo debido a su excitación, le contestó que si quería probarlo, él mirándome contestó que le encantaría, le miré y le dije que nos trajera la cuenta, él se retiró y mi mujer me dijo qué quería, le dije que seguir jugando, al poco regresó con la cuenta, la cual aboné y levantándonos él quitaba la silla a mi mujer y aprovechaba para sobarla un poquito, cuando íbamos saliendo le dije que como no tenía mucho trabajo podría salir a fumar un cigarro, él me miró y asintió con la cabeza separándose de nosotros.

Salimos del restaurante y no paraba de darle vueltas a la cabeza qué es lo que podríamos hacer, mi mujer estaba muy excitada y yo igualmente quería más, deciros que el restaurante es una especie de chalet rodeado de jardines y con un parking no con mucha luz que digamos, cuando nos acercábamos al coche y yo no paraba de sobar a mi mujer vimos que el camarero igualmente se dirigía desde la parte trasera del restaurante hacia el parking, estábamos en el coche y mi mujer se colgó de mi besándome y pegándose, en esto el camarero por detrás se acercó a nosotros y yo viéndolo doble a mi mujer dándole la espalda y susurrándole a ella que lo pasaríamos muy bien, el camarero viendo el panorama y supongo que acuciado por el tiempo corto que tenía se puso detrás de mi mujer y empezó a acariciarla ella estaba pegada a mí pero al notar otras manos, se sobresaltó y me miró, le dije que no pasaba nada y que se dejara hacer, ella se separó un poco de mí y entonces pude notar como el muchacho acariciaba las tetas de mi mujer, ella empezó a suspirar y noté cómo apartaba su coño de mi haciendo una pequeña inclinación e inmediatamente noté como un empujón, mi mujer no paraba de besarme y de jadear, el chico fue muy rápido o al menos yo lo noté así ya que no creo que durara más de cinco minutos esta situación y él ya se estaba apartando de nosotros, mi mujer aún tenía muchas ganas y me decía fóllame cabrón fóllame, abrí el coche y nos metimos dentro, follándola en el asiento de atrás como cuando éramos novios, no sé las veces que mi mujer se corrió pero fue de película.

Nos arreglamos un poco y nos marchamos, no hemos vuelto al restaurante aún pero sé que mi mujer tiene ganas y que algún día repetiremos.

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