Al contrario que mucha gente, a mí el sexo no me daba mucha hambre, así que charlamos un poco de todo mientras lo veía devorar las porciones de pizza como si llevara años sin probar bocado.
No tardé mas de 30 segundos en correrme, le avisé pero no me hizo caso, así que le sujeté la cabeza y comencé a follarle la boca hasta que sentí que le llenaba la boca con mi leche.
De esa manera podíamos vernos perfectamente a nosotros mismos y a la otra pareja que había cambiado ligeramente su postura: podíamos ver el bamboleo de los pechos de ella ante las embestidas de su pareja, los gritos de ambos seguían llegando claramente por los altavoces y mi mujer empezó a moverse.
Alberto me levanto y cogiéndome entre sus brazos se tumbo sobre la mesa. De modo que quede ensartada por su sexo encima de él. Sus manos apretaban mis pechos, pellizcándome los pezones.
Yo tenía ganas de más... no me animaba a llevarlo a mi casa, pero le hablé por mi celular a un amigo y le dije que llevaba un "invitado".... Me dio luz verde, le pregunté al taxista que si no le importaba que fuésemos tres en un lugar cómodo y me dijo que estaba puesto, que tenía ganas de disfrutar culo.
Seguía siendo lamido, pero no solo mi tronco, también mis huevos les dio unas suaves lamidas que me tenían a mil, finalmente se decidió y lo fue introduciendo en su boquita, hábilmente la fue amoldando hasta poder metérsela toda, mientras yo solo gemía y le decía así chiquito cómetela toda, el magistralmente se la engullía toda y sus labios
Me acarició de nuevo entre las piernas con una caricia muy sensible y cuando sonó el teléfono anunciando que Tony ya estaba abajo esperándome, me ayudó a ponerme el top y me despidió en la puerta mandándome saludos para Tony.
Soltó mis tetas y las agarre yo, colocó la pija entre los labios de la conchita y empujó... era enorme... toco mi fondo agarrándome las nalgas cogía sin pausa, su cara transfigurada, sacaba y ponía.... estaba por acabar, sentía venir mi orgasmo, él también, la sacó y metiéndola en mi boca
Fue comprenderlo y comencé a soltar una gran cantidad de semen en tres o cuatro espasmos absolutamente fantásticos, que hicieron que mis piernas casi se doblaran, mientras sus manos se cerraban firmemente en la base de mi pene y su boca no dejaba escapar ni una gota de todo lo que en ella eyaculé.
Me dijeron que no tenían ni idea de quién era, que se presentó en la puerta de casa con una invitación y amablemente les indicó (por señas) si podía ir con ellos y como eran gente maja le llevaron, pero después desapareció.
Yo casi no podía sentir más que esa gruesa verga rascando el interior de mi cuerpo y mi clítoris que parecía a punto de estallar, y me entregué a las sensaciones como si fuera la primera vez.
Levanté las manos por sobre la cabeza, haciendo que mis tetas se levantarán todavía más dentro de su boca hirviente, y levanté las rodillas para que esa mano y los rayos del sol me acariciaran...
Desabroché sus pantalones y braguetas y me deleité viendo sus pollas, mientras ellos me desabrochaban la blusa y sobaban mis tetas, ahoras si, con deleite por su parte, y aún mas por la mía, pues estas son uno de mis puntos débiles.
Al escuchar esto la tomé de la cintura como si fuera la mujer más femenina que haya conocido y la conduje hasta mi habitación, le pedí que se acostara boca abajo y se pusiera un almohadón debajo de su vientre para que le quedara más expuesto su ano.
Mi dedo se desplazaba en su interior con asombrosa facilidad, así que decidí utilizar un segundo dedo, lograrlo fue algo más difícil pero conseguí que se dilatara lo suficiente para conseguirlo, una vez superado esto mis dedos se desplazaban en su interior con suavidad y seguridad, horadando su interior a la vez que mi sexo penetraba su delicada vagina.
En la oficina me encontré a Enrique, me invitó a comer y le dije que estábamos los dos en México en un viaje de dos días, charlamos un buen rato y después de la comida me dio un aventón al hotel, pero antes de llegar nos paramos en un bar a media de nuestro hotel.
No se notaban demasiado las de coca-cola, pero al servirme el pescado que yo había pedido de segundo, el camarero me arrimó en exceso la bandeja, y dejó un gran rastro de grasa en la pechera.
Arqueó ligeramente su cuerpo, y clavó su miembro en la vagina de Lucía, quien en ese momento dejó de mirarme, cerró los ojos y pasando ambos brazos detrás de la cabeza del rubio, enroscó ambas piernas en la cadera masculina y se entregó por completo a la verga que entraba y salía, haciéndola gemir de placer.
Después de un lapso que me pareció eterno, y celestial, sentí que su pene crecía aún más dentro de mi boca, se endurecía, sentía que me ahogaba, y su mano firme sostenía mi cabeza pegada a su entrepierna.
Me masturbaba a menudo pero no era suficiente, necesitaba un hombre, sentirme deseada y querida. Como dije estaba bien físicamente así que notaba las miradas de compañeros y hombres por la calle, aunque yo soy recatada en el vestir.
Luego se empeñó en que yo también me probara un sujetador del que no quedaba su talla, y a pesar de que al principio me daba mucho reparo, me encontré desnuda de cintura arriba, probándome sostenes.
Esta celebración de Día de Muertos vuelve deseable tener un muerto al cual rendirle homenaje, una abuela está bien, algún primo lejano que sólo se le recuerde por lo desafortunado que pudo ser su muerte, la muerte está bien siempre que no se acerque demasiado.
Sus hermosos pechos bailan al ritmo de nuestra follada... se refleja en el espejo del ascensor... mis manos en sus tetazas, mi polla follandola sin compasión; esta combinación hace que ella no tarde en alcanzar otro orgasmo bestial, pero yo sigo follandola sin descanso... ella busca mi culo, está excitadísima.
Un saludo a todos de nuevo. Espero que os gustase mi experiencia de mi primera vez. Desde ese momento mi vida dejo de pertenecerme para pertenecer a mi novio. Pero eso ya os lo ire explicando mas adelante, ahora me gustaria continuar con lo que paso aquella tarde.
Yo respondo a todos los mensajes que me llegan, pero en su caso lo hice con más gusto, porque estaba viajando mucho por aquella época, y aquello podía llenar algo de mi solitario tiempo libre.