Las tres trabajamos, sólo Rocío trabaja y estudia a la vez, está haciendo clases de arte dramático, mientras que se lo compagina con su trabajo de dependienta, con horario intensivo de mañanas en MNG. Carmen trabaja en una agencia de viajes, con lo cual tenemos la suerte de que siempre nos hace buenos precios para poder viajar.
Nuestras dos inefables maduritas y su nueva pero no menos dominante amiga más joven continúan su perverso juego con su presa casi adolescente hasta hacerle llegar a un final que no es más que el principio de renovados y deliciosos tormentos.
Si la cosa no se cortaba no se en que podíamos terminar. Ya habíamos hecho muchos intentos, encuentros matrimoniales, terapia de pareja, tarotismo, numerología, y no se cuantas cosas más.
Los ojos de él ya se habían acostumbrado a la oscuridad y dejo la linterna a un lado, mientras veía como aquel cuerpo se movía marcando cada curva, con un movimiento sensual, sexy, provocativo, pidiendo ser poseído, acariciado, besado.
La primera vez que la vi, ella estaba entrando a la casa donde trabajaba, y pude ver aquellos fantásticos diminutos pies que lucían unas bellísimas sandalias rojas que se amoldaban perfectamente a la formas de sus graciosos pies.
Estas ultimas palabras hicieron eco en su cabeza mientras veía como el dr. Alcocer se incorporaba y se dirigía a él con un gesto de malicia. se coloco delante de él. sin decir una palabra lo tomo por los hombros y lo obligo a ponerse de rodillas, el hombre tomo el zipper de sus pantalones y lo deslizo.
Ese día me estaba bañando en la vivienda que habitaba junto con mi tía y dos de mis primas, ellas son un poca mayor que yo, se abrió intempestivamente la puerta, era mi prima Mary... ¡Perdón pensé que estaba lucero! Me dijo, pero su mirada se posó en mi pene pues lo tenia erecto pues empezaba mi pubertad, yo sin saber que hacer solo medio tape mi desnudez.
Eso definitivamente hizo que me excitara mucho ya que pues bueno estábamos solos (a excepto de los vigilantes de la entrada), y con una platica medio erótica, en fin yo sin mas ni mas le pregunte que si no le gustaría intentarlo, a lo cual me respondió con mucha simpatía.
Las piernas más bonitas que había visto nunca, una espalda de simetría perfecta, culo algo respingón... pensé en volver al agua cuando Lola me dijo que me acercara y por favor, le untara la espalda con crema hidratante.
Su cabello era negro azabache, le llegaba a la altura de los hombros, y enmarcaba una cara de belleza latina de ojos también negros y grandes, que le daban a su mirada un aire de ingenuidad que contrastaba con la malicia que su sonrisa pícara transmitía desde esa boca grande y sensual de labios carnosos tan de moda en los últimos años.
Yo creía que había experimentado casi todo, en cuanto a sexo se refiere, y en anteriores ocasiones mis compañeros, me la habían mamado, pero como lo hizo el gordo, nadie. Tan fue así, que aunque no soy de las que lleva cuenta de sus orgasmos durante una relación, creo que debí alcanzar cerca de cien orgasmos, o más, por lo menos.