Allí me estaba esperando, con un boli entre las manos, sin saber a donde mirar, abrí mi lata y empecé a beber y después de un sorbo de bebida fría y burbujeante bajaba la lata por mi cuello, al igual que el lápiz, me rozaba las tetas y eso hacía que mis pezones se apreciasen, más todavía.
A la mañana, me despertó con un beso en mi pija, fui al baño (el ya había ido), esta vez el 69 fue perfecto, ambos no gozamos mutuamente y tragamos todo, hasta despegarnos, dejando en claro que no seria la última vez.
Y empezó la escena: el tío empezó a despelotarla por los vaqueros y la descalzo y allí mismo empezó a chuparle los dedos de los pies mientras ella empezó riendo y poco a poco veía como le daba placer, yo en mi vida había visto eso.
Estaba llena, de adelante y de atrás y encima algunos de los que quedaban o tal vez ya me habían cogido, me acercaban sus pijas a la boca mientras se masturbaban y yo como podía les pasaba la lengua.
Me puso boca arriba y comenzó a masajearme mis pechos, primero lo hizo suavemente, pero poco a poco se torno brusco y me los apretaba violentamente, me abrió la blusa y comenzó a chuparme los pezones fuertemente; el terror estaba cambiando a placer, nadie me había tocado de esa manera, y el saber que me encontraba a su merced lo hacia mas excitante.
La habitación se componía de dos camas separadas por un metro y medio mas o menos, yo estaba en la cama de la izquierda, la luz era tenue, Lali se acerco a mí y miro para comprobar si estaba dormida, cosa que yo fingí.
Me lancé sobre él y le chupé los pezones, en este momento me acordaba de ti, de cómo te gusta que te haga lo que le estaba haciendo a él, bajando hasta su entrepierna presidida por aquel mástil que amenazaba desgarrarme por dentro y que, precisamente por esto quería sentirlo bien hondo.
Luego de otras embestidas de sus dedos en mi cola su pene comenzó a entregar nuevamente enormes cantidades de semen en mi boca dejándome loco de placer.....aun con el ardor que sentía en mi hoyito....
Una vez dentro de la casa nos quitamos la ropa quedándonos completamente desnudos, ella decía el nombre de mi padre creo que se confundió por la borrachera que traía.
Al ver que estábamos solos me recorrió un escalofrío por la espalda y decidí ir al servicio donde me quité el sujetador, con el fin de que se me marcaran los pechos bajo la blusa blanca, mis pezones estaban duros y se marcaban lo suficiente para que él pudiera apreciarlos.
Después de esto saqué de mi bolso otro vibrador; esta vez doble, que había comprado con la esperanza de un encuentro con mi profesora; lo dirigí a su chocho y ansiosa me introduje el otro extremo en el mío, y empujamos las dos al unísono suavemente.
Me corrí como no lo he hecho nunca, fueron muchos borbotones de semen, el primero debió de tragárselo casi por completo, pues estaba muy dentro de su boca cuando exploté, después su boca se llenó con el siguiente y comenzó a salir por entre sus labios, le bajaba por la cara hasta la barbilla, las ultimas fueron a parar directamente a su cara, le llene todo el pelo de lefa, hasta en la nariz chata tenia mi leche, ella sonreía con los ojos cerrados y la boca bien abierta, como si quisiese tragárselo todo.
Llegue a la ultima habitación, al entrar vi que estaba bastante grande, entonces oí unos ruidos, al acercarme vi en el piso a la señora con un perro, el perro estaba echado y ella le había desenfundado todo su pene y se lo comía bárbaramente, al pene del perro le salían chorros de líquidos, que le escurrían a ella en la barbilla, de vez en cuando ella se separaba y los escupía, creo que era cuando eran demasiados líquidos
Bueno luego de aquella experiencia, los esposos se dieron cuenta de mi desagrado, procedimos a un baño lleno de jabón hasta dejar nuestros cuerpos limpios y continuamos la orgía.
Ya en la calle, casi amaneciendo, caminé hacia la primera parada de taxi que encontré y en el trayecto fui repasando las vivencias de la noche a las que cada vez con más frecuencia, se entremezclaban las experimentadas con el sastre.
No me había terminado de cambiar, todavía tenía puesto mi body seda dental negro, que me fascina, porque le da una forma espectacular a mi cintura y mis senos, además todos dicen que tengo el culo más grande y rico de nuestro grupo de amigas.
Un chico se va de vacaciones con su tia a una isla paradisiaca del Pacifico. Una vez alli, y despues de que su tia le confiese todo sobre la ruptura de su matrimonio, el chico apenado, por el pesar de su tia, y locamente enamorado de ella, termina abriendo su corazon y confesando su amor por su tia. Ambos terminaran fundidos en un abrazo apasionado y...
Todos los besos de despedida estaban dados, todos los consejos, todos los números de teléfono a los que debían llamar en caso de emergencia, pues, exageración paternal o no, nunca se puede dejar a dos chicas tan jóvenes solas en una casa y quedarse uno tranquilo...
Yo tenía una cita con Marina, una culonita sabrosa que le gusta con sus enormes tetas satisfacer hasta la locura al igual que con su exquisita comida es Chef, de un restaurante muy lujoso y cocina y culea de maravilla, me vestí y después que besar a Luis y decirle que le llamaría, partí como un loco a ver a esa hembra.
Yo era un profesor relativamente veterano: llevaba 16 años dando clases de Química, y había desempeñado cargos directivos en el centro, siendo una persona respetada por padres, alumnos y profesores.
Les contaré que siempre me he considerado heterosexual, mis encamadas con las chicas siempre han sido fabulosas, pero desde hace seis meses atrás soy bisexual, les contaré de la manera más detallada cómo sucedió.
Ahora me monté sobre David y cabalgaba su verga por mi concha, Enrique se paró junto a mí para que le chupara su verga, me cogieron así un rato hasta que tuve un nuevo orgasmo junto a David que ahora inundaba otra vez mi conchita.
Los ojos de Cuchillo miraban con expectación mientras el cuerpo de Carolina se iba descubriendo, primero sus largas y firmes piernas, después su rubio y frondoso vello púbico, de ahí apareció su glorioso ombligo y finalmente su grandes y maravillosas tetas.
Llego yo llevaba puesto un short blanco de deportes, de esos que se transparentan, y una playera sin mangas, él llega con una bermuda de gabardina azul, y le digo que paso Daniel, lo note demasiado nervioso no mejor no te digo nada, porque no somos amigos confía en mi, de hecho confiaba mas que en hermana y su cuñado
Ella empezó a gritarme que le diera más placer, así que apoyé sus muslos en mis hombros y nuevamente nos pusimos en postura, yo se la metía y sacaba, pero solo el glande, pero ella en un arrebato de deseo me apretó con fuerza con las piernas haciendo que nuevamente la penetrara.
Estuvo a punto de conseguir sus propósitos, pero la condesa al cabo de semanas, hambrienta, le pidió a la joven que le traía la fruta se desnudara... y la condesa desesperada... lamió el sexo de la doncella hasta que consiguió que esta se corriera dándole flujos con los que alimentarse... y así fue durante mas de cinco años, distintas doncellas portaron la fruta y la condensa se alimento de los flujos de todas ellas
Ella cerraba los ojos y comenzó a jadear, emocionada por mi inexperta ignorancia. me dijo que me acercara, abrió sus piernas y llevo mi mano hacia la vagina, húmeda hasta el calzón largo de dormir que llevaba.
Yo luché hasta el cansancio para no venirme pues quería prolongar ese momento tan delicioso pero no pude más, era demasiado, la leche brotó abundantemente mojando esas dos preciosidades que no olvidaré jamás.
Por un largo rato todavía, permaneció con la pija en la boca, rodeando una y otra vez la cabeza con la lengua, hasta que estuvo segura de que ya no saldría ni una gota más del sabroso jugo.