Cuando se sintió satisfecho el desgraciado me levanto a la fuerza tomándome de un brazo y llevándome así desnuda como estaba, con el pelo revuelto y rastros de sangre y semen corriéndome por los muslos empujándome hacia la puerta.
Un saludo a todos de nuevo. Espero que os gustase mi experiencia de mi primera vez. Desde ese momento mi vida dejo de pertenecerme para pertenecer a mi novio. Pero eso ya os lo ire explicando mas adelante, ahora me gustaria continuar con lo que paso aquella tarde.
Con total tranquilidad y absoluta privacidad, mi Ama pudo pasar el fin de semana dedicada a lo que le gusta y este esclavo pudo sentirse más realizado y cerca de su verdadera vocación de mamón-cachifa para satisfacerla en todos sus caprichos.
Cada vez que necesité llamarlo, utilicé una fina campanilla traída de Japón, o cual me evitaba tener que gritar y así lo acostumbraba a estar pendiente de los caprichos de su Ama como mi chupón.
Tan solo es necesaría una frase, para retroceder en el tiempo y revivir toda una historia.
Yo respondo a todos los mensajes que me llegan, pero en su caso lo hice con más gusto, porque estaba viajando mucho por aquella época, y aquello podía llenar algo de mi solitario tiempo libre.
Entonces mi amigo que se había venido en mi espalda tomo la posición de espectador, entonces le dije al otro, me falta por el ano, quieres rompérmelo tantito, el ni tardo ni perezoso se puso a mis espaldas entonces le dije, quiero que me la metas de un solo golpe hasta el fondo, quiero que me duela, entonces me abrí lo mas que pude y de un golpe certero me clavo, yo grite como una loca
Un poco perdido, pero sin dudarlo, fue al cuarto, yo estaba sentada en el borde de la cama, con mis piernas desnudas, y mi sujetador a punto de estallar, mis pezones estaban muy excitados y me los acariciaba con una mano, mientras mi lengua asomaba y se relamía de gusto de lo que me iba a comer.
Después de unos minutos me reincorporo, me limpio un poco con un pañuelo, me visto, y salgo de ahí, con la sensación que cualquiera que se cruza conmigo tiene que darse cuenta, huelo demasiado.
Dejé escapar un tímido gemido y seguí observando las evoluciones de aquel maravilloso espectáculo. Los jugos vaginales fluían hasta el asiento de cuero del coche mientras un dedo inquieto bajó hasta la profundidad de aquella caverna misteriosa.