Me dijo que ahora estaba felizmente casada y que podíamos fantasear sobre su comportamiento lascivo, pero ahora no quería ya coger con otros hombres y quería dedicarse únicamente a mí.
Después de haber disfrutado de un maravilloso orgasmo yaces a mi lado tratando de relajarte y normalizando tu respiración, en un instante siento tus manos en mi pecho que lo acarician lentamente haciendo círculos con tus suaves uñas.
La otra chica completaba el servicio de la casa ayudándome en todas las tareas y en el servicio especial a mi ama, sobre todo de noche pues dormían juntas y follaban ante mi vista, mientras que yo estaba condenado a la castidad absoluta y lucía un cinturón de castidad que mi ama me había puesto.
Abrí uno de los cajones del archivo para buscar los papeles que necesitaba , el cajón se trabo y él acercándose desde atras pasó las manos hacia adelante y lo empujó, luego las apoyó en su cadera y me acerco hacia su cuerpo.
El Conde notó como pequeñas cuentas de sudor empezaban a formarse en sus sienes. La enorme cantidad de placer que llenaba su cuerpo hacía que el reprimir su irreprimible orgasmo, le costará muchísimo más esfuerzo de lo que le había costado nunca. Aquel orgasmo le estaba haciendo sufrir como nunca recordaba.
Se la chupaba con ansia de comérmela toda, de no soltarla y deseaba su semen, la succionaba, lo masturbaba con la mano y volvió a metérmela en la boca, la lamia por entero con mi lengua, al final no pudiéndose contenerse más se corrió, noté como se le endurecía y estallaba en mi boca, la tenía tan adentro que no se me escapó ni una gota de su delicioso semen.
A traves de un contacto por internet, he hecho amistad con un matrimonio caliente y morboso, pudiendo experimentar el placer del trio y pudiendo gozar tanto de una mujer como de un hombre.
Pero nunca tuve otra posibilidad ni siquiera de tocarle una teta sobre el vestido, ya que siempre estábamos acompañados y poco a poco la pasión que teníamos y la confianza, se fue apagando y quedamos como si nada hubiese pasado nunca.
Para que los demás vieran que me comía la galleta debía masticar con la boca abierta, con lo que podía apreciarse como mi lengua paladeaba aquel manjar y como se me cubrían los dientes de blanco, lo cual les ponía bastante cachondos, a juzgar por el estado semierecto de sus pollas.
Había llegado junto a ella por el sexo, que era la razón de vivir de Antonio, pero a ella se le había pasado desde el cuerpo al alma , estaba enamorada y eso la tenía aterrada.