Siempre sentí una gran admiración por mi padre, en realidad por los hombres maduros de entre 35 y 45 años, sin ser gay (o sin saber que lo era), desde pequeño me gustaba observar a todos esos señores mayores, podría decirse que me atraían sus físicos fuertes, peludos y dominantes
No tarde en enterarme. Esa misma noche estaba tratando de dormir, cansado y excitado por el viaje no lo lograba, cuando escuché unos gritos de mujer que oía como si estuviera ahí mismo.
Quedó la cosa en que después de una maravillosa noche de amor, embriagados de placer nos quedamos dormidos los dos, ya comenté que para ambos, la cosa no resultó ni mucho menos fácil es decir, yo la invite a mi casa, y verla a diario hizo que volvieran a mi aquellas fantasías
Llega un estudiante joven, guapo, sexy y me vuelve loco me hace presa de sus encantos, es menor que yo pero muy machote.
Encuentro fortuito en un restaurante, deviene en un "ligue" que deja grandes satisfacciones a Andrea y a Gustavo.
Violada por necesidad. Tuve que dejarme violar para poder llevar dinero a mi familia y sobrevivir yo misma.
Acabando los tres juntos dentro de nuestras bocas, tragamos todo nuestro semen y nos besamos pasándonos el seme de una al otro y mezclándose con nuestras salivas se convirtió en un exquisito cóctel de lujuria y amor.
Todo empezó cuando yo estaba en 3° de secundaria y me encontraba ,en ese entonces con mi mejor amigo Carlos, a lo largo del año fuimos conociendo dos chicas no muy lindas pero eran realmente buenas.
Después de mi primera experiencia con mi primo, quise tener algo con alguien mas experimentado; la primera persona que vino a mi mente fue el rector de mi colegio: Harold. Mi rector, era un hombre de 35 años, súper velludo, fornido pero retierno, era la persona ideal para que me enseñara a disfrutar mas de las mieles del sexo.