Este relato cuenta la historia de una de las nuevas familias modernas, las denominadas “integradas”. Padre separado con un hijo y madre divorciada con una hija. Cuarentena y sexo.
Comencé a notar que mi hijo me espiaba, vivíamos solos él y yo en casa. Siendo él un joven, muchas veces me cambiaba con la puerta de mi habitación abierta sin preocuparme de que él pudiera verme desnuda, soy su madre, pensé.
Regresando a casa en transporte público un desconocido que subió en una de las paradas se paró al lado del asiento que yo ocupaba y su pene quedó a la altura de mis ojos. Me baje con el y fuimos a su casa y tener el mejor sexo
Luego de visitar unos amigos y tomarnos unos tragos iniciamos un juego de cartas que se torno erótico y terminamos teniendo sexo de tal forma que resultó increíble e inolvidable
Con mi pareja, nuestra primera visita a un club liberal.donde buscabamos ampliar nuestro dominio sexual y conocer nuestros limites, resulto ser una experiencia unica, que nos encantaria repetirla, agregando nuevas experiencias , con mas detalles,y situacianoes aun mas morbosas.
A pesar de tener 78 años, yo pensaba que las mujeres mayores pasaban del sexo pero me equivoqué totalmente... Las mujeres mayores todavía pueden hacerlo si encuentran la ocasión y disfrutan con ello.
Una venda en los ojos, un coche en marcha y el silencio inquietante de Javier. Una noche cargada de misterio, deseo y peligro lleva a nuestra protagonista a un juego sensual en un bosque oscuro y una casa en ruinas.
En un motel aislado, la pasión se desata entre dos amantes en un encuentro clandestino. Luis, atrapado entre la mentira y el deseo, y su ardiente compañera se entregan a una noche de lujuria desenfrenada, donde cada roce enciende una chispa que amenaza con consumirlos. Pero tras el éxtasis, la realidad acecha: ¿puede el placer […]
Tras años de silencios y sospechas, creí haberlo visto todo… hasta que una puerta abierta en la lavandería me revela la verdad que puso fin a mi matrimonio
Una joven de dieciocho años, atrapada entre la granja familiar y sus estudios, descubre un torbellino de deseo cuando conoce a Ernesto, su nuevo profesor de matemáticas.
Siempre he sido un esposo devoto pero unas cuantas cervezas con una compañera de trabajo joven y dispuesta hacen que tire todo por la ventana y me la folle.