Como mis padres trabajaban hasta noche, nosotros nos habíamos acostumbrado a coger en la tarde, en la casa sin ninguna consideración, incluso ya ni llegábamos a poner llave a la puerta, pero esto fue un grave error; un día de esos en que nos hacíamos el amor salvajemente en la cocina
El mete y saca que ese pibe me hacía me ponía loco, jugaba con su pija en mi culo, lo hacía rápido a veces, despacio después, por momentos movía su cintura provocando que su pija se mueva como en círculos dentro de mi.
Al mismo tiempos se corrió. y por tercera vez pude ver como salía chorros de su vagina...y como su culo se tensionaba provocando con esto que sus músculos internos apretaran mi verga era como sentir como una mano si unas mano te apretara la verga, de su chocho no dejaba de salir chorros de sus jugos.. nunca vi a una mujer tener esos orgasmos... hasta que no pudo mas y se dejo caer de espaldas...
El muchacho correspondió el beso, lo que calentó a todos, y le pidieron que se quedara un rato, que le hiciera lo que quisiera, que si se la quería comer en ese momento que lo hiciera, él dijo que no podría, que su patrón estaba arriba y que lo echaría a la calle si lo encontraba en esas.
Doy una ligera tregua al clítoris, para atrapar y traccionar los pétalos de su conejito con mis labios, mientras sigo escuchando sus jadeos casi animales. Su rostro no refleja nada más que la búsqueda del placer, la culminación de estas increíbles sensaciones.
Se acercó y me la empezó a acariciar, me tocó la puntita, y me la acariciaba con la yema de los dedos. También me tocaba los huevos, se había olvidado de taparse y podía ver sus dos inmensas tetas en todo su esplendor.
La historia que voy a contar, es completamente real y bueno aunque hace tiempo que se esta fraguando ha llegado el momento en que ha pasado lo que se intuía que iba a pasar y por eso he decidido contarlo a todos ustedes en este momento.
Debe ser que cogió fuerza de la otra polla o del hecho de sentirme más poderoso, con aquellas dos herramientas follando a la vez, que pude aguantar sin ningún problema el tiempo que tardo el comenzar a correrse, y menuda corrida.
A ella le fascina lucirse cada vez que salimos de paseo, sus trajes de baño son pequeños, lo que ha provocado grandes discusiones dentro del círculo familiar, a mi no me molestaba eso al contrario me gusta verla, asisto con ella a todos sus eventos y voy al mismo gimnasio a entrenar con ella.
Se enteró que era conveniente hacerse un chequeo ginecológico, y por suerte allí estaba su vecino que se lo haría muy gustosamente en su propio apartamento.
Ella se siente abrumada por mi ataque simultáneo: mi boca succionando sus pezones casi con desesperación, mi mano izquierda acariciando su costado tembloroso, dibujando los bordes de su seno, mi mano derecha filtrándose por debajo de sus muslos y sus húmedos glúteos.
Se paso comprando ropa y se quedo sin dinero para pagar al tendero que la llevaba la comida a casa... al tendero se le ocurrió otra forma de cobrarse, y ella estaba obligada a aceptar.
Me dejé llevar por la alegría de las copas, me dejé arrebatar por la mirada picara de sus ojos celestes, me dejé arrebatar por sus palabras envolventes, sobre un tema que no recuerdo, porque solamente me interesaba escuchar el sonido de su voz y mirar sus labios semi abiertos y a veces húmedos.
Ahora yo disfrutaba plenamente mi relato, de modo que con placer casi morboso le conté el momento en que montada sobre Pipo había metido la cabeza de su miembro en mi haciéndolo avanzar hasta mis profundidades hirvientes mientras el se quejaba invadido de ese placer tanto tiempo esperado.
Marga es mi novia desde hace seis meses y esta imponente; de cara es preciosa y su largo pelo castaño y sus ojos verdes me vuelven loco, del resto del cuerpo mejor ni comentarlo, mide 1,68 m. y tiene un tipazo.
Cuando Laura empezó a pedir con desesperación que se la cogieran por el culo, se colocó uno de ellos y la penetró, ella sintió delicioso y comenzó a moverse rítmicamente al paso de ellos, de pronto sintió una gran presión en su orificio trasero ya ocupado, cada vez más intensa y con gran dolor, casi insoportable, y comenzó a pedir que se detuvieran, pero no estaban dispuestos a hacerle caso, ésta era la prueba final para ella y la iban a forzar a vivirla, para esto la habían preparado por tantas horas.
Diego masajeó el pene de su compañero con un gel y al instante sintió dentro suyo al hombre que tanto ansiaba, sintió la sensación de placer constante, ese orgasmo que parece interminable de un chico pasivo.
Habremos estado en esa posición unos diez minutos, el muchacho le había vaciado su leche en la concha una vez, y sin sacarla seguía cogiéndola, pero yo me estaba reservando para el plato final.
Resulta que este verano quedamos con mi novia que iría yo a pasar unos días de mis vacaciones a su casa, ya que ella como es médico de urgencias y todavía no le darían todavía sus vacaciones; o sea, que decidí ir yo.
El bajaba su lengua por mi cuello mientras me abría el vestido y sacaba mis tetas del sujetador, las apretaba con fuerza y con su lengua deleitaba mis pezones, ya tiesos y duros, apuntando firmemente hacia su boca pidiendo ser lamidos.
Ayer iba camino a casa cuando me pasaste, ibas caminando venias de tu trabajo también por la forma en que vestías, una mujer madura de unos 40 años, con una blusa beige, un saco negro y una falda negra corta, un poco arriba de la rodilla, tacones negros y altos; tienes una piernas exactamente como a mi me gustan, justamente cuando me rebasas me queda tu perfume en mi, el aroma de ti y tus piernas
Me dirigí a la parada del autobús y como era costumbre estaba especialmente abarrotada, pero tuve suerte de estar de los primeros y conseguí un buen sitio, casi al final, al lado de una ventana.
Quiero que me masturbes y te tomes toda mi leche, así que me arrodillé y me metí su verga a la boca mientras se la corría y a pesar de su edad, tenia una verga de tamaño considerable, que en ocasiones chocaba con el fondo de mi boca y me producía cierto ahogo.
Nuestra amiga Cristina nos dijo que era un chico normal, que como amante bien, pero lo sentía un poco tímido, que no se soltaba, enseguida pensé que los años le habían pesado, ella tiene 23 años, es una potra y lo debe haber exprimido.
Se levantó bruscamente, me echó boca arriba y puso su pene cerca de mi boca... yo no sé cómo entendí lo que quería... lamí su pene y lo mojé bien... él con la otra mano, sacaba más jugos de dentro mío y los untaba entre mis senos... puso su pene entre ellos y yo lo presioné cerrando mis tetas una contra otra... las cuales lo rodearon fácilmente y cubrieron una buena parte de él...
Se metió en la ducha con nosotros y lo primero que hizo fue cogerme el pene y tocarme una lujuriosa paja, con la otra mano le metió dos dedos a su madre en la cocha y después me dio un morreo en la boca que me dejo loco.
Ella se incorporó al verla y se la metió a la boca, haciendo que me corra dentro de ella mientras me la mamaba. Me miraba a los ojos mientras me chupaba la cabeza del pene, y parecía una puta cuando le chorreaba mi leche por la boca.
Como el pene no estaba del todo fuera no lo podía colocar como el de un hombre a 90 grados así que me dio la espalda y lo poco que vi fue que tomo el pene y jugo un rato con el pasando la punta por toda su vagina, ese masaje ya lo conocía ya que ella hacia lo mismo conmigo para excitar su clítoris y lubricar la punta de mi pene para la penetración
El tipo se corrió y como seguía con su erección, se lo metió entre el chocho, y se pudo de tal manera que los demás pudieran juguetear con el culo de mi mujer, y todos se lo hicieron uno a uno, mientras el seguía esforzándose por delante.