Esta es la historia de una pareja joven, que se conocían hacía apenas unos años, y se llevaban realmente bien en todos los aspectos de su vida.
O al menos en casi todos los aspectos…
“¿Me dejarías sentarme en su cara mientras te la follas? ¿Te gustaría hacer que me coma mientras Erin se sienta en tu polla? ¿Podrías jugar con tu adorable asistenta mientras odio follar con esa pequeña zorra? ¿Y si las dominamos completamente a las dos, cariño?
Ahí fue donde vi una oportunidad única en la vida de poder tocar ese trasero que me volvía loco. Pasando aproximadamente unos 40 minutos entre estar limpiando y jugando a darnos de nalgadas, pasamos a sólo estar jugando
Después de ponerle vaselina y cubrirme la polla con una buena capa, se la metí dentro de su ano. Gimió de éxtasis y pasión, diciendo: "¡Umm, Umm, cómo me encanta tener una polla en el culo! ¡Oooohhh! ¡Está buenísimo!".
Mi nombre es Ángy, y si pensás que mi vida fue un cuento de hadas, andate a la mierda. Desde pendeja, en Rafaela, Santa Fe, mi concha y mis tetas se convirtieron en un puto negocio. Mi vieja, viuda y en la lona, me empujó a este barro y yo aprendí rápido lo que valía mi carne. Treinta años
Cuando me recuperé, me levanté de la cama, solo para cambiar de posición y abalanzarme sobre Alberto para tomar esa vergotota que cuelga de entre sus piernas, totalmente erguida, dura y caliente, la tomé entre mis manos y empecé a lamer desde sus huevos, que debo mencionar colgaban dos bolas
Ese fue el despertar de mi pasión por el sexo anal… Después de esa tremenda cogida. descubrí un mundo nuevo. Un mundo al cual me había negado sin saber muy bien porque durante tantos años… Pero como las mejores cosas en este mundo, yo también descubrí esta por casualidad… Y no pienso desaprovecharla
Después de el día en que hice que mi amigo espiara por las rendijas de la persiana de la habitación, como mi esposa cogia con su amante, el no paró de acosarla para cogerla el también, hasta que con mi ayuda lo consiguió
Mientras esperaba solo en casa de nuestro amigo Ángel sentí ganas de ir al baño, así que fui, entré, oriné y mientras me lavaba las manos vi el cancel de la regadera entreabierto y colgada en la llave estaba una tanga de su mamá.
Siempre he estado abierto a explorar nuevas cosas con mi cuerpo, esta no fue una estimulación como las otras, tuvo algo nuevo para mi, algo que me hizo terminar distinto.