No me lo podía creer. Estaba a punto de vivir uno de los momentos más fantaseados desde que empecé a descubrir esa curiosidad por el mismo sexo que nace con el tiempo en la mayoría de los hombres heterosexuales casados, pero que pocos llegan a materializar por miedo.
Fue un instante especial. Tan especial y marcante como el primer beso. Los sabores de hombre se mezclaban en mi boca. Fui ganando confianza. Yo acariciaba su abdomen aún con ropa y jugueteaba a enredar mis dedos en su vello púbico.
Contra todo pronóstico, un hombre casado se encuentra temporalmente lejos de casa, sin su esposa y decide vivir plenamente ese breve momento de libertad.
Chico de 22 años. Un día salí a un evento que terminó antes de lo planeado, y la curiosidad de tener un encuentro con otro hombre me ganó cuando vi que no estaba acompañado y tenía varias horas libres en lo que esperaba para ir a otro lugar.
Jerry se encuentra a un chavo precioso en el gimnasio, siente la vibra, pero tiene novia. Se lo está imaginando todo? O tiene una oportunidad de verdad?
Como ya lo he narrado antes este es un relato real y lo narro tal cual lo recuerdo y con la exactitud que puedo recordar, para los que no tiene contexto les invito a leer las primeras 2 partes con el mismo titulo.
Hasta ese momento, me consideraba heterosexual y no sabía si era simplemente curioso o algo más. Durante aproximadamente dos años y medio, estuve cerca de concretar citas con varias personas, pero siempre, por una razón u otra, terminaba cancelando.
Soy un chico de 23 años. soy librado se me marcan los abdominales y los pectorales, mis brazos no son muy musculosos y mis piernas un poco musculosas. Un día que salí tarde del trabajo me tuvieron que llevar en coche y no llegue a mi destino
Uno de los norteamericanos se posiciona en frente de Jaime y le ofrece su rabo largo y grueso en su boca. Jaime intenta poner en práctica el número del tragasables, de esos que solía ver de pequeño en el circo, y comienza a manducar aquella caña de chocolate. Obviamente solo le cabía la mitad.
Alejandro es un vecino muy ruidoso, con un problema de adicción al sexo. Esto trae de cabeza a Jaime, haciendo que su matrimonio sea un martirio. Una llamada a la Policía desencadena múltiples cambios en la vida de todos los personajes de esta historia.