Enamorándome de Dianita II
Le fui subiendo la falda, hasta que sus nalgas quedaron desnudas, solo tapada por su diminuta tanga, que su hermoso culo se tragaba casi totalmente, yo hacía movimientos hacia arriba y hacia abajo, para que sintiera toda mi erección, metí mis manos por debajo de su blusa y pude pellizcar sus pezones