relatos eróticos masturbación

45 relatos

Desesperada por sexo duro II

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Cuando encontré la mirada de mi pareja supe que debía probar ese polvo que usan animales en el altiplano. Lo hice de curiosa pero también por lo de adrenalina que tiene esta relación con cuatro hombres.

La fiesta II

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En el primer capítulo no hice una buena introducción. Os pido que leáis la primera parte antes de leer la segunda. Todo lo que cuento lo he vivido. Y esa fiesta fue el sumum del vicio. Encontraréis de todo: sexe anal, sexo oral, sexo lésbico, uro, dobles penetraciones. Disfrutadlo.

Paja en directo

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Vivo solo, tengo una profesión bastante estresante y al llegar la noche, para relajarme leo algún relato como he hecho esta misma noche, los leo totalmente desnudo y me encanta de vez en cuando al tiempo que leo mirar hacia abajo, y ver como mi pene va cogiendo tamaño sin tocarme

Ritual privado

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Desde los primero años de mi adolescencia siempre me ha gustado mucho masturbarme, lo he hecho de muchas maneras y en muchos lugares diferentes, esto no es nada del otro mundo pero la anécdota que les voy a contar a continuación, ocurrió en uno de mis lugares favoritos para masturbarme: el baño.

Mi hermana está buenísima y me hace una paja I

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Su hermana era bastante puta, y con aquellas tetas en las que ahora reparaba casi por primera vez, le sorprendía que no follase aún mas. Ahora por ejemplo. En lugar de estar allí aburriéndose, podría haber estado pasándoselo en grande con una buena polla dentro. Esa idea le molestó profundamente. Era una verdadera vergüenza que una tía tan maciza y tan puta, que follaba con cualquier tío con el que se enrollaba, fuese su hermana.

Regina me pilló masturbándome

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Esas botas en sus hermosas piernas, y digo hermosas en el sentido de macizas, rellenas, la hacían para mí una diosa sexual y, más de una vez, me había hecho alguna paja de antología imaginando que se la clavaba por el culo con las botas puestas. Incluso había buscado en su habitación bragas suyas cuando me encontraba solo en el piso.

Mi masturbación

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Bueno me fui al sofá puse la película y la empece a ver, jolín con el nacho mujer que pillaba mujer a la que penetraba por todas partes ademas bien dotado y una buena polla es algo que me pone mucho, tenia los pezones duros y comencé a acariciármelos pequizcandolos suavemente, pronto note que estaba húmeda y mi mano dejo los pezones y se dirigió a mi clítoris.

Willy

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Descubrí mi primera erección cuando un día, después de mear, comencé a subir y bajar mi prepucio según había oído hablar a otros chicos mayores en mi colegio.

La profesora

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Después de un rato follando en esta posición Tomás cedió su sitio a Alberto que rápidamente la embistió follándola con fuerza mientras Gonzalo debajo, la agarraba por las caderas tratando de acompasar su ritmo con las embestidas de Alberto, que parecía dispuesto a correrse a toda costa por la velocidad con que se movía lo que no le parecía bien a Lucía, al menos de momento.

Mi marido dentro del ropero

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Daniel por su parte buscaba mi boca con su verga y yo comencé a mamarla y a masturbarlo, mientras que ellos me decían que era una puta rica y que suerte la de tu marido que te culea cuando quiere.

Diario de vida VI: Soledad 1

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Toda duda respecto de sus intenciones habían quedado respondidas cuando la vi a través del espejo introduciendo su mano en el interior de su falda para alcanzar su calzón y masajear frenéticamente su sexo hasta alcanzar el orgasmo, mientras yo la excitaba metiendo mi verga a la muchacha de la casa, dejando a su vista mi palo que entraba y salía de la gruta de la morena.

Un chico se masturbo en un lugar público mirándome, y aquello me dejo muy sorprendida y para mi sorpresa excitada también

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Miré al chico y seguía excitadísimo cada vez más evidentes los movimientos que hacía, y de buenas a primeras el mismo se apartó un poco la chaqueta y vi perfectamente como tenía el "miembro" fuera del pantalón y que se estaba haciendo una paja, y el que yo lo viera aun le excitaba más. Yo me quedé de piedra, y no seguí con mis "juegos" seguro que estaba pálida y petrificada, pero me quedé allí con la vista fija en lo que él hacía y con los ojos como platos.