¿Recuerdan al muchacho de 19 años que me masturbo la vez pasada? Me escribió hace poco para que fuera a su casa, ya que quería hacerme una paja, así que acepte y llegue a su casa.
Aunque esta historia pueda parecer inventada, se lo advierto desde ya: no lo es. Está tejida con recuerdos reales, vividos hace más de treinta años, en una ciudad de la que prefiero no acordarme, con matices de un realismo tan crudo que asusta. A mis 50 años, con la memoria aún viva como una herida
Josefina y Nicolás llegan a la cabaña que alquilaron para pasar allí sus vacaciones. Una inconveniencia climática los deja varados dentro de la cabaña. Las vacaciones llenas de sexo, drogas y diversión no empieza de la mejor manera...
La mujer despertó de un sueño profundo, sintiendo una sensación cálida en su entrepierna. Al abrir los ojos, se dio cuenta de que había estado dormida todo el tiempo con su mano allí. La piel era tan suave como la seda...
Siempre he estado abierto a explorar nuevas cosas con mi cuerpo, esta no fue una estimulación como las otras, tuvo algo nuevo para mi, algo que me hizo terminar distinto.
Si te gustan los relatos de autosatisfacción, ven a leer, te cuento una divertida sesión matutina con mucho detalle, llena de lujuria y el disfrute de mi propio cuerpo.