Nunca supuse que pasaría de ser una chica bastante inocente, a destruirla en una tarde de un sábado.
La relacion fue tomando camino impensable, mejorando la relación con mi hija
Posiblemente la tediosa vida de ama de casas, no nos da suficiente satisfacción, todos los días la misma rutina, atender al resto de la familia, y a veces se encuentran momentos muy placenteros que no teníamos presente.
Creí que irme de maestra rural, me daría independencia, en parte la obtuve, pero pagué un precio bastante caro.
El destino nos puede jugar malas pasadas, donde nos puede conducir a lo que menos teníamos pensado.
El hecho de haber tenido sexo con mi perro, terminó en algo jamás pensado.
Me llamo Desiré, (19), mido 1,59 m, cuerpo normal, algo menuda, unas tetas apetecible, pelo castaño largo, tuve la experiencia más loca de mi vida.
La comencé a chupar, atraída, por un sabor especial, mezcla de su esperma con mis flujos, llevándola hasta lo más profundo de mi cavidad bucal, sintiendo cada tanto regar mí interior. No dejaba de explicarme cómo podía llegar a semejante extremo, pero me era imposible dejar.
Se que era lo indebido, pero una gran atracción nos unió, de la que no pudimos dejar, a pesar de las circunstancias.
Caer en la tentación, no es difícil, por mas que una trate de eludirla, la mente nos lleva una y otra vez hasta que cedemos, sin llegar a importarnos las consecuencias.
Si bien jamás tuve una tendencia homosexual, creo comprender, que es lo que puede, llegar a tener relaciones con otro chico, curiosidad, tentación no se siempre hay algo que puede inducirte a hacerlo.
No sabemos que nos depara el destino, y a veces terminamos haciendo algo que no lo aceptábamos o simplemente jamas lo habriamos pensado.
Mi nombre es Roxana, tengo 18, mido 1,60, y mis medidas son 88-57-90.que con esas proporciones, soy blanco de que siempre me digan algo, que no me molesta demasiado y hasta me agrada. Por supuesto que a mi novio Sergio, lo saca de las casillas, intentando trompearse, al oír que me digan algo.
Estuvimos varios minutos abotonados, no se cuantos, cuando de pronto, sin aviso, un chorro de agua fría congeló mi cuerpo y el de Marte: era Carlos echándonos baldes de agua. ¡Despéguense perros! - gritó entre risas Carlos.
Esperé unos instantes, volvió a entrar, del primer cajón de la cómoda sacó ropa interior, y que susto me llevé cuando se dirigió al ropero a buscar la toalla, porque abrió la puerta de al lado del ropero y tomo una.
Y como mucho de ustedes sabrán, estas jaurías de perros son peligrosas, así que llamé a un policía, de esos que se encuentran en la vigilancia de los paseos públicos, para que me ayudara a recuperar a mi Belfort, que afortunadamente no había peleado, pienso que debido a su buen tamaño.
Diana se puso boca arriba y Jorge le lamió la concha hasta hacerla acabar como una yegua. La lengua de Jorge se metía entre sus labios vaginales, le mamaban su clítoris, y los jugos afloraban como agua de manantial. Los gemidos y gritos de placer llenaban la habitación, al tiempo que Jorge se tomaba sus jugos.
Continuación de "Desvirgada por mi perro", ahora por su dulce y virginal culo.
No podía quedarme viendo como una tarada como los perros cogían, seguí al supermercado y cuando regreso, me encuentro que los perros que antes estaban cogiendo, se quedaron pegados culo con culo.
En un primer momento me asusté, pero abro despacio la puerta, y pude ver a escondidas que mi hijo menor, Néstor, se estaba masturbando. La escena me produjo un morbo increíble, por lo que me quedé escondida mirando como mi hijo se satisfacía sexualmente. Observé como con su mano sostenía un respetable miembro al que sacudía con cierta violencia, sentado en el borde del inodoro, con sus ojos cerrados apuntando al techo.
El sexo con embarazadas es algo bien erótico si se sabe que hacer con ellas. Aquí propongo este de mi autoría.