relatos eróticos trio

54 relatos

Bruno, el jovencito seducido

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Me quedé allí mirando, viendo como el más mayor, le daba por el culo al más joven, hasta que pude ver que ellos se dieron cuenta de mi presencia. Dios, me estaba poniendo palote viendo aquel espectáculo, pero al ver que ellos se habían dado cuenta de mi presencia, me aparté un poco, pero sin perder de vista como le estaba dando por el culo el más mayor al más joven.

En la ferranchina III: Sorpresa inesperada al acudir a la ferranchina

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Iban dar las 8 de la noche, cuando salía de casa rumbo a la ferranchina en busca del transformador, y no solo del transformador, sabía que el viejo ferranchinero, me iba a volver a follar, y la verdad es que yo también tenía ganas de volver a ser follado por la verga de aquel viejo, me estaba haciendo adicto a aquella polla que tanto me hacía disfrutar.

Con mi tío y su amigo en la aldea

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Esa noche cuando mi tío vino a acostarse, yo ya dormía como un lirón, ni me enteré cuando se acostó a mi lado, solo empecé a darme cuenta cuando empezó a quitarme el slip. Noté como me abrazaba y empezaba a bajarme el slip con sus manos.

Trio

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Te veo salir de la ducha y extiendo mi mano con tu trago, lo recibes guiñándome un ojo atrevido, prometiente y perverso.

La mirada de un hombre alfa, reclamándome

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Bastó una sola mirada, para hacerme saber lo que me iba pasar aquella noche. Son de esas miradas que lo dicen todo, son miradas que te perturban, te dejan hipnotizado y sabes lo que quiere y desea de ti. Es la mirada con la que te está reclamando, te grita que le perteneces, que quiere sodomizarte y hacerte suyo, que seas sumiso y le entregues el culo.

Me abrieron el culo y preñaron en el aseo de niños

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No se veía un alma en la plaza, por lo que seguí el camino hacia los aseos públicos. Nada más girar para seguir la acera que llevaba a los aseos, vi bajar a un chaval joven hacia ellos. El corazón se me aceleró al verlo bajar. Sabía que, en ocasiones, iban jovencitos después de salir de los Pub que hay en la zona del Orzán, buscando un polvo rápido. Como solía hacer yo en múltiples ocasiones.

Café bar, Bío II

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Me gusta como mueves el culito cuando juegas, me decía mientras me sobaba el culo. Yo no sabía que hacer, me quedé paralizado, lleno de vergüenza y enrojeciendo por la situación en que me encontraba. El hijo de perra me estaba metiendo mano, sobándome el culo sin ningún reparo y delante del otro cliente que allí se encontraba.

No lo pensé ni lo soñé (trio M F F) I

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Me fui a bañar y ella sentada en la tasa del inodoro me charlaba continuamente de lo hija de puta que había sido su compañera, de que dormiría y mañana temprano se iría a estudiar a la biblioteca para dejarme el departamento sola y en la suerte que tenia de tener semejante físico, de lo romántico que seria para mi todo ese fin de semana etc.

Cita con un maduro en su casa

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El sábado de la semana anterior, me había dado por el culo un hombre maduro; rondaría los 50 años o quizás algo menos; en los aseos públicos de la calle Fernández Latorre, después de aprovecharse que el hijo de puta del maricón que me estaba sodomizando, me había dejado tirado. Me había dejado con los pantalones y slip sobre los tobillos, la camiseta sobre el suelo, el culo abierto y preñado de semen, la polla tiesa a más no poder, y la puerta del aseo abierta.

El vagabundo y su dama IV

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Me hizo que abriera las piernas poniendo las suyas en medio de las mías, y luego de colocar su polla en la entrada a mi ano, se tumbó sobre mi espalda metiendo sus brazos por debajo de los míos. Pegó su boca a mi nuca y luego de mordisquearme, me dijo, levanta un poco el culito mi damita. Nada más levantar un poco el culo, dio un movimiento a su cadera, metiéndome más de media polla. Dio otro movimiento a su pelvis, terminando por meterme toda la polla dentro.

En el barco atracado al muelle me rompen el culo I

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Entramos ambos en el aseo, y como uno de los urinarios estaba atascado, no me quedó más remedio que esperar a que él terminara de mear, para luego hacerlo yo. Cuando saqué la polla y me disponía mear, el chabolista, me agarró la polla y huevos, diciéndome que tenía ganas de darme por el culo. Que te parece, me decía meneándome la polla y acariciándome los huevos, a la vez que con la otra mano me acariciaba y sobaba el culo.

Andrei el rumano III

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Apoyó la mano sobre mis hombros, bajándola suavemente por mi espalda, hasta llegar a mi culo. Ahí la dejó y muy disimuladamente me acariciaba diciéndonos que pasáramos, y que nos sentáramos en el sofá que allí había.

Venancio el viejo tendero VI

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Yo también tengo que mear, dijo. Pasó por detrás mía hacia el Wáter, y al pasar me acarició el culo con una mano, luego se arrimó restregándome su paquete, mira cómo estoy de empalmado, me decía echando una mano a mi polla; quiero follarte hoy, estoy que reviento de ganas, me susurró al oído mientras me acariciaba los huevos y se restregaba por mi culo.

Venancio el viejo tendero IV

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El viejo sacó 3 botes de cerveza, dejándolos en la mesa, me abrazó antes de que me sentara, empezando a magrearme, me decía, princesa, hoy estoy más salido que ayer, me tienes que reviento. Y sin soltarme ni un momento, empezó a desabrocharme el pantalón, bajándolo junto al slip, hasta que los tuve en los tobillos.

Venancio el viejo tendero III

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Anda se bueno, abre la boca y hazme una mamada, que estoy que reviento. Justo cuando estaba tragando aquella verga, se abrió la puerta, y aunque esta no pudo abrirse de todo, el que quería entrar, pudo ver perfectamente en qué situación nos encontrábamos el viejo tendero y yo.

Me insinuó un trio con su amiga

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En mayo de ese año y para añadir un poco mas de morbo a nuestros encuentros llenos de amor y pasión, se me ocurrió que hiciéramos una lista de tres o cuatro cosas de las que considerábamos locuras para realizarlas durante el próximo verano.

Un trío de miedo, muy esperado

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Terminamos tan calientes, que a mi invitación de entrar al jacussi Pamela no se demora en desvestirse, y veo que su cuerpo está a la altura de Mané que realmente es muy bonita y sensual, en lo que no le hace el peso es en las nalgas ya que Mané posee un par de nalgas maravillosas.