Confieso que por una infidelidad que cometí con el jefe de mi marido, Carlos (así le llamaré), un importante oficial de policía, me vi envuelta en algo que no pensaba. Necesitaba dinero extra, así que me rendí a la los encantos de Carlos en la cama.
Este relato cuenta la historia de una de las nuevas familias modernas, las denominadas “integradas”. Un padre separado y su hijo, una madre divorciada y su hija. Cuarentena y sexo. Final.
Con apenas unos meses de casada, nos mudamos a un nuevo barrio, donde uno de los vecinos, no solo entraría en nuestras vidas de manera amable, entraría en mi de manera apasionada y traeria bastante emoción.
Andrea tiene la vida que siempre soñó: un marido, dos hijas maravillosas y una casa. Pero tras años de crianza su vida sexual es un desierto. Todo cambia con un encuentro fortuito en el ascensor.
Tras años de silencios y sospechas, creí haberlo visto todo… hasta que una puerta abierta en la lavandería me revela la verdad que puso fin a mi matrimonio
Al otro día salimos por la mañana, y fui la última en salir, y tomé a mi marido y lo besé. Le dije, 'Luego vuelvo, amor, cuídate. Lo siento.' Ya más tarde pasaría un familiar para recogerlo y llevárselo a su casa para cuidar de él.
John descubre a su mejor amigo en un encuentro íntimo con su madre y su padre actuando con sumisión. Entre shock y deseo, todo cambia para él en un instante de emociones encontradas.
El aire en el pequeño y sórdido cuarto de hotel era denso, cargado con el olor a alcohol barato, sudor masculino y la anticipación de una noche que prometía ser "inolvidable".
Ángela Aguilar, la joven diva de la Música Ranchera, caminaba por la alfombra roja, su vestido plateado brillando con cada flash de las cámaras. Sus piernas, tonificadas por horas de baile y cuidado meticuloso, se movían con gracia, atrayendo las miradas de todos los presentes.
Susana descubre el dildo en el baño y lo usa frente al cristal, excitando a los vecinos. Cristina provoca, chupa el juguete y termina dándole una felación al joven, mientras el marido, al borde del límite, contempla la escena incendiaria.
Siempre tuve la fantasía de estar con una dama mayor que yo, de aproximadamente unos 40 años, sobre todo porque sabía que tenían mucha más experiencia que las mujeres de 18 o 20 años en la cama...
Algunos de ustedes habrán leído uno de mis Relatos donde luego de varias orgias salí embarazada lógicamente sin saber quién era el papa.
En esta ocasión, les voy a relatar como, en otra reunión, igual me la metieron entre 12 viejos pervertidos, pero ahora estando embarazada.
Swingers. Martin de 50 años bien llevados estaba en la sala de su casa trabajando en su notebook mientras era acompañado de unos deliciosos quesos. De pronto baja las escaleras su esposa Roxana de 10 años menor que el, hermosa con un vestido negro escotado de espalda
El tiempo, ese implacable cincel, había esculpido a Lupita. Ya no era la niña frágil que dominé en el sótano de Colima. A sus 33 años, poseía una madurez que irradiaba sensualidad, una belleza curvada por la vida que palpitaba con una fuerza propia.
Historia NSFW, Relato Erótico de una chica joven, inocente a la vista del mundo pero escondía una obsesión que una noche, una traición convertiría su pequeño morbo en una pesadilla.
Unas vacaciones inolvidables, playa, sol, descanso... Y de pronto las cosas se dieron así... Mi suegra y yo pegamos onda, y no pudimos dejar de coger en todas las vacaciones... y por supuesto... le desvirgué el culo!!!
Me voy a presentar para ustedes, lectores: soy Mar. Una mujer de 28 años al momento de escribir esto, mido 1.65, tengo una figura muy sensual, un cuerpo esbelto aunque con unas bubis riquisimas bien formaditas, con pezones rositas, una cintura pequeña, caderas anchas y un culo gigante bien paradito.
La víspera del cumpleaños de Baby, Zarai y Pablo la invitaron a celebrar temprano, sabiendo que el día oficial lo pasaría con su familia. A sus 28 años, Baby estaba radiante, con el morbo de los encuentros previos ardiendo en su piel.
Los días después del trío fueron un torbellino de deseo para Baby. Cada llamada con Davit, desde España, era un juego de provocaciones que la dejaba jadeando, sus manos deslizándose entre sus piernas sin control.
Esta es la última parte de este relato, si no has leído los demás te invito a leer los anteriores, como he venido diciendo todos son reales y los narro tal y como los recuerdo, he de decir que tuve más encuentros con el, pero nada relevante hasta este último que narrare, y fue cuando hicimos un trio