Le pasé la mano por la espalda, pero esto solo hizo que temblara más. Se dio la vuelta y me dijo Méteme la polla todo lo duro que puedas. Casi mejor recogemos y vamos a casa que está cerca, aquí la arena es un coñazo.
La vez que me fije en ella, fue porque derramó su café sobre mí, me termine quemando, ella me pidió perdón, no se lo creí, pero la verdad puse toda mi atención en ella. A mí, con las mujeres no me iba bien, nunca me habían logrado llamar la atención, pero que una mujer como Giselle...
Terry, paró y se mantuvo parado un rato, asido con fuerza a la cadera de su hermana, fue bamboleándose adelante y atrás, con suma lentitud. Ganando milímetro a milímetro esa difícil y estrecha plaza. Natalia sentía que su culo ardía, pero increíblemente, cada vez le daba más placer.
Sujetando con fuerza sus caderas aceleré todo lo que pude, sabía que eso me llevaría a un rápido orgasmo, pero valía la pena. Mi polla se enterró en su estrecho coñito.
Era media tarde cuando alguien llamó a la puerta. Era Estela. Encontrarse frente a frente las hizo sentir vergüenza, cada una por motivos diferentes. Su amiga entró sin esperar que Ángeles le dijese nada y la abrazó con fuerza.
María gritaba y sus piernas se le doblaban con cada una de mis acometidas violentas. No paré, seguí metiéndosela con todo el vigor que mi movimiento de cadera me permitía, haciendo mover su cuerpo contra el sofá y que su cara chocara con el respaldo
Al llegar a casa solo sentía ganas de estar sola, no le apetecía ver a nadie. ¿Con qué ojos podría mirar a su amiga, sabiendo que su Andrés la había follado y la había hecho correrse varias veces?
Era sábado por la noche y se acercaba la hora esperada la cual correspondía a las 12 de la noche o las 00 hs es decir el final de un día y el comienzo de otro, estaba parado frente a nuestra habitación ya listo vestido con un jean negro y una camisa azul...
Cristina, atrapada en la monotonía de su vida y su carrera literaria estancada, busca inspiración en el mundo de los relatos eróticos. Su descubrimiento de un autor sádico bajo el seudónimo DominanteBSDM la lleva a una exploración inesperada de sus propios deseos reprimidos. A medida que se sumerge
Era sábado a la noche y Paula estaba festejando en su departamento su despedida de soltera juntos a sus amigas Mariana y Ana, después de comer de un bar y las 3 potras estaban vestidas para el infarto, lastres claramente pueden ser modelos play boys.
Esta es una historia de mi primera infidelidad, nunca en mis 15 años le he faltado a mi mujer, ni con el pensamiento, aunque les parezca raro, por lo que creo oportuno indicarles el porque sucedió.
Esos ojos azules que me volvía loco cuando me miraban mientras me hacía una buena mamada. Me vinieron en un momento todos los recuerdos, todas las noches de sexo, todas las situaciones morbosas, todo el deseo de querer tenerla.
No pude resistirlo, lo lamí desde todos los ángulos, luego lo introduje en la boca y comencé a mamarlo con deleite, me encantaba su sabor y sus gemidos me excitaban aún mas. Empecé a follarlo con la boca, con tanto ímpetu, que no me di cuenta que se iba a correr, hasta que derramó todo su caliente semen, que no dudé en saborear y tragar.
Salí despeinada y adolorida del cuerpo, aun excitada y con los pezones estirados por el frío, cuando entré a la casa Paco intentó detenerme pero le dije que estaba cansadísima y fui a la ducha, tardé un largo rato dentro del baño masturbándome con las pantaletas llena de semen de otros y fui a la recamara decidida a decirle a Paco lo que pasaba.
Gracias a la medicina comencé una increíble relación con la hermana melliza de mi esposa. Me agradeció que atendiera a su marido con una revisión a fondo en mi "consultorio".
La breve historia de mi aventura con Silvana, la mujer de mi padre. Se fueron dando las circunstancias hasta que tuvimos un fin de semana a puro sexo. Mi padre no la satisfacía y yo tuve la fortuna de estar en el lugar indicado, en el momento justo y con muchas muchas ganas de cogérmela.
Comenzó a moverse como nunca la había visto, y a desprenderse de su minifalda hasta los tobillos; no hacía pausas como teniendo prisa por llegar a donde fuese: se quitó el top, el sujetador, las medias y las braguitas; quedándose solo con los zapatos de tacón.
Le doy un ultimo beso de despedida y medio de agradecimiento por una noche tan erótica, y salgo corriendo a mi oficina, agarro el portafolios, apago la luz, y bajo directamente a mi coche que estaba en el estacionamiento, de abajo.
Jose Luis me siguió buscando y continuamos así como dos años, después lo deje porque me di cuenta que mi marido no se lo merecía que lo amaba a el, tengo un marido súper especial, el me ama, hace por mi todo por que yo este feliz
Pues bien después de algunos meses de perfecta amistad en donde se conocieron nuestras respectivas familias (esposo, esposa, hijo e hija) la amistad se fue haciendo cada vez más fuerte al grado en que nos contamos todo lo que nos sucede, y no hay momento libre que tengamos que no lo aprovechemos para ir a desayunar, comer, cenar, ya sea solos o con nuestras respectivas parejas.
Estando en la playa un compañero de estudios me avisó que me faltaba por entregar una de las instancias para las asignaturas opcionales del siguiente curso, y el plazo vencía dos días después. Tuve que tomar el tren urgentemente y regresar a la ciudad por la mañana temprano.
me despertaron sus caricias en mis pechos, y de manera increíble, mi cuerpo aun quería más guerra, jorge bajó por mi espalda, hasta mi culo y lo comenzó a besar me tiendo un dedo, luego dos y hasta tres cuando me dijo ponte en cuatro patas, lo hice y comenzó a penetrar mi ano, ese que solo había sido tuyo se lo entregué a otro sin dudarlo, me penetró lentamente, su cabeza por su tamaño, me dolía pero se comenzó a mover lentamente y ya sentía sus testículos golpear mi clítoris que me desembocó en orgasmo salvaje
A determinados niveles de poder económico se puede uno permitir disfrutar de un viaje en yate privado. Ese era el caso de Rosa y su esposo Rodrigo. Magistrada ella, Gerente de una gran empresa de asesoría financiera, él. Ambos decidieron relajarse y desconectarse de su estresante vida profesional y fletar, junto a dos matrimonios más, un precioso yate con su correspondiente tripulación, naturalmente.